viernes, 29 de febrero de 2008

Que hacer en caso de que te caiga un buey del cielo...

Lo primero que debe de hacer es resguardarse de la cosa que te va a hacer daño. Después mantener la distancia para saber que el peligro ha pasado. Después puedes hacer lo que quieras. Si la cosa que le iba a hacer daño ya es inofensiva, o su peligro ha pasado, entonces puede volver de nuevo a lo que estaba haciendo.

El ejemplo esta ilustrado perfectamente arribita. Si de pronto va caminando por la vida chichamente y de pronto le cae un Buey Almizclero del cielo con todo y cowboy lo mejor que debe de hacer es hacerse a un lado de inmediato. Si al hacerse a un lado puede observar como el buey cae y se da un madrazazo inmenso y al pobre cowboy deshecho, lloriqueante y sangrando de su pierna rota con todo y fractura expuesta y a usted no la ha pasado nada, siga su camino. El peligro ha pasado.

Al contrario si le cae todo el paquetón encima y usted ni cuenta se supo dar, entonces lo que hay que hacer es esperar ayuda. O de perdis apretar los dientes y esperar que el animal se mueva y salga corriendo hacia otro lado. A muchas personas les hará sentir la vibra.

Pero ante todo mantenga la calma.

De nada sirve que agite los brazos, ni pida ayuda. Ni en la vida real esta sería de inmediato.

Solamente deje que pasé el maldito dolor de las patas del animal pisoteándole las piernas, tórax, espalda y brazos. De seguro el también esta sintiendo algo. Y no precisamente gozo.

Una vez mantenida la calma, todo pasará. Usted puede ser que resulte con algunos magullones, pero de ahí no pasa.

Recuerde que el buey también esta para el matadero. No dará ni cuatro pasos cuando ya este muerto. Y usted este vivo. De gracias a quien sabe quien pero usted sigue caminando. Con pequeño dolores pero nada comparado con el pobre cowboy. Al cual recogieron en calidad de pizza recalentada. Entre tieso y aguado, pero todavía puede que viva.

No falta que a los pocos días tenga usted algunos freaks cuando pasé por el lugar o piense el en terrible momento. Serán dignos de tomarse en cuenta, pero una vez más le recuerdo: Las Cosas malas se van y usted puede regresar al mismo camino sin problemillas.

Siga su camino.

jueves, 28 de febrero de 2008

Teleapatía.

Sucede paulatinamente. Casi sin darte cuenta.

Escuchas de pronto los pensamientos de los demás. Te sientas en el parque y escuchas claramente como cientos de voces se entrecruzan en tu cabeza. Pero no te molestan. Al contrario. Encuentras un extraño sabor a todo eso.

Sabes por default que algunas son voces de las personas que pasan enfrente, detrás y al lado tuyo. Pero quien sabe como alcanzas a definir cuales son voces normales y cuales son las que te llegan no por medio de una laringe, pulmones, lengua y boca.

Te das cuenta de que no son voces habladas sino pensamientos no dichos.

Tratas de localizar a cada uno de los pensantes. Distingues a unos pocos. Otras voces son totalmente anónimas y así se quedarán para siempre. Sabrás que una persona pensaba en llegar a su casa y tomarse un café caliente. Pero nunca le verás.

Lo mismo pasa con las que puedes ver. Hablan de una cosa pero sus pensamientos son como pedazos de sentencias a medio acabar. Enunciados básicos. Muy de vez en cuando logras percibir unos muy complejos. A esos les das un seguimiento especial. Sigues a la persona y hasta que desaparece no dejas de escuchar lo que piensa. Algunas veces ellos sienten tu presencia. Pero tú te detienes antes de que algo violento suceda. Ante todo eres muy civilizado. Odias la violencia. Y todo lo que representa.

Por eso no te explicas como en tu casa y en tu trabajo explotas ante cualquier comentario, sugerencia o consejo. Eres violento desde que esas voces son escuchadas por ti. Sabes que lo que dice una persona a veces no es lo que piensa y viceversa. Eso te enfurece.

Así que he tratado de soportar a la gente. Aunque a veces es imprescindible una pequeña muestra de ira hacia ellos. Así que puedo estar de lo más tranquilo, y en cuanto llega cualquiera con un pedido que yo sé no es lo que piensa, le mando a volar muy lejos.

Existieron días en los cuales este extraño “efecto-mental” me hacía querer morir en el acto. Millones de voces al mismo tiempo. Todas eran filtradas hacia mi cerebro y nada se podía hacer. Solo permanecer quieto en el lugar donde estuvieras. Con los ojos puestos en un punto invisible en una pared me quedaba escuchando por horas lo que sucedía en esas cabecitas que caminaban por todos lados. Se creaba un embotellamiento de miles de cacofonías al mismo tiempo dentro de mí. Salir de eso con vida trae algunas consecuencias.

Una de esas consecuencias es la de que por siempre serás portador de un tipo de locura, que solo algunos detonantes harán explotar. Nunca sabrás cuales son, pero se harán patentes con en el trato que le des a personas aledañas a ti. Muy cercanas. Saldrás de esos trances con cicatrices mentales muy profundas. Que alimentará más esa locura. Pero si lo sabes controlar (Igual como le hacía con las cascadas de voces) puede ser que salgas ileso.

Puede ser que sufras de pérdidas inconsolables o logres aciertos maravillosos. Pero depende de uno. Nadie más puede ser que te crea. Que tome en cuenta eso que te pasó. Solamente con tu auto ayuda podrás salir.

Poco después las voces se atenúan. Y todo el proceso se hace más delicado. Más selecto por así decirlo. Las voces sin importancia se confunden con los ruidos de la ciudad. Ya no son más que ruidos de autos pasando, motores, aviones, música inútil, lloriqueos de niños, claxons, viento, agua, sol, aire, noche, luna, estrellas o llegan a ser simples voces. Sin valor alguno.

Y solo escuchas las que te importan. Solo que ahora las oyes a distancia. Ya no es necesaria la presencia frontal de la persona que estas escuchando. La puedes escuchar a kilómetros de distancia. Ves la voz y automáticamente te imaginas a esa persona. En algunos casos puede ser chocante la intromisión pero no suele suceder muy seguido.

Así que ya lo sabes. No es que te estés volviendo loco. Es solo una cosa más que aporta sabor a la vida. De por si tan quisquillosa.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cuando el miedo te salva.

Diana era muy dada a pasar largos ratos junto a su ventana.

Se quedaba viendo la calle pensando en miles de cosas. Se sentaba en una silla de madera que le había pertenecido a su abuela. Abría la ventana y corría la gruesa cortina color amarillo que tanto le gustaba a su mamá. Prendía un cigarro sin filtro y se fumaba media cajetilla estando sola observando las cosas que pasaban por la calle. Autos, gente, animales, basura era su conclusión a diario. Solo cosas. Por más que esperara nada sucedía. Siempre a una hora tal pasaba la señora gorda por sus hijas. En las siguientes tres horas pasaba cientos de jovencitos de la escuela de a lado. Luego pasaba volando algún papel o bolsa de basura, haciendo piruetas como en American Beauty.

Se hartaba de ver la calle. Entonces se sentaba en la misma silla a ver películas viejas. Era una colección que se había formado en sus años de universitaria. Tenía grandes clásicos del cine europeo así como de Hollywood. Le encantaban las películas de Gary Grant, Jerry Lewis y Marlon Brando... pero ninguno le ganaba a su extraña a afición a los hermanos Marx. Hasta se sabía los parlamentos completitos. En las fiestas que hacía muy seguido casi siempre hacía la parodia de Groucho o de Harpo en medio de sus invitados. Algunos, los que no la conocían, se sacaban de onda gacho. Creían que estaba loca pero con el tiempo se les quitaba esa primera impresión.

Yo la conozco poco. La primera vez que la vi fue en una exposición de alebrijes en el Centro. La expo era de un amigo mutuo. El cual nos presento. Al instante me dio la impresión de que la conocía de toda la vida. Después la volví a ver en una fiesta. Ese día nos dimos cuenta de varias aficiones parecidas. Así que nos volvimos amigos. Me invitaba a su casa a comer o ver sus adoradas películas. Yo le llevaba música nueva y le contaba mis ondas de escritura. Ella se mofaba de mis poemas baratos. Aunque algunos les gustaban.

Un día estando platicando con ella pude ver su nuca. Y noté algo extraño. Algo se movía ahí. A pesar de su pelo largo pude notar que algo le respiraba en su parte final de la nuca. Así que le di un manotazo. Ella se volteó y me grito fuera de si: ¡Que te pasa es un ojo nadamas! Míralo.

Se levantó el cabello y pude ver claramente un ojo que me parpadeaba. Era un ojo normal. Solo que en la nuca de Diana. Extraño. Ella siguió su camino a la cocina a traerme unas naranjas para ver la película de ese día. Alcancé a ver que el ojo me guiñaba.

Nunca le pregunto por su ojo. Solo que pensaba y pensaba como es posible que alguien tuviera un ojo ahí. Por eso, pienso que ella a veces se quedaba callada, como meditando al mundo. Supongo que piensa en su ojo y en el porqué es un poco diferente a los demás. Me pregunto si todos los que la conocen más que yo sepan ese pequeño detalle. Me da miedo el preguntarle. Así que mejor nunca le he dicho nada. Y supongo que ese miedo es lo que me tiene todavía como su amigo. Es más, la quiero demasiado…

lunes, 25 de febrero de 2008

EL AMOR NO SE MUERE...solo se hace zombie.

La decadencia es significado de refinación. De acuerdo a Mann si no fuera por los deterioros nada progresaría. Esto sucede con todo lo que nos rodea. Puede ser o parecería ser.

Cuando algo decae o sufre desperfectos de alguna manera suele mejorarse, para que así tenga un mejor funcionamiento en su totalidad.

Ejemplo burdo: Cuando se rompe una pata de la mesa se va por un clavo. La mesa de ha roto. Ya no sirve. Pero el clavo la ha arreglado. ¡y si clavamos más clavos? Puede que se vea muy mona.

Otro ejemplo es la educación que se tenía en la sobremesa en la época medieval. Las clases altas acostumbraban comer con las manos, cagarse cerca de gente que estaba comiendo, para todo se usaba la violencia y la higiene era nula en su totalidad. Alguien se dio cuenta de que esa degeneración-decadencia del hombre no era aceptable. Por lo tanto se dieron a la tarea de escribir manuales para que esto no sucediera. Y ese que se trataba de las clases altas de la chochiedad.

Algunas de las “nuevas sugerencias” eran:

1.- Es indecoroso sonarse la nariz con el mantel.

2.- Cuando te hayas sonado la nariz no despliegues el pañuelo como si de tu cerebro hubieran salido perlas o diamantes.

3.-No esta permitido contaminar las escaleras con materias fecales.

4.- Vomita tranquilamente si tienes necesidad de hacerlo, pero no vuelvas a comerte lo que has regurgitado.

5.- Si compartes la cama con alguien que no conoces, respeta las leyes del pudor y la decencia al desnudarte y vestirte.

6.- Si ves a un amigo orinando en la calle, no le dirijas la palabra.

Así que si nos damos cuenta nuestros mejores modalitos vienen directo de la decadencia de la sociedad. Los básicos por así decirlo.

Por lo tanto no hay que pretender que la decadencia es algo fuera de foco. Se da y sirve para mejorar algo. No todo, pero si algo.

¿Inolvidabilidad?

Vi a la chica del vestido verde. Solo que esta vez llevaba puesto un vestido amarillo. Decorado con flores. Se mostró un poco molesta al hablarle de lo que tanto le he hablado. Pero por fin nos pusimos de acuerdo. Así que salimos juntos hacia el cuarto trasero de su casa. Pero unos individuos llegaron a arreglar la casa y a interrumpir lo que parecía ser una reconciliación tardía.

Sin importarnos los sujetos esos, abrimos la puerta del cuarto solo para presenciar que era una fábrica sin techo y sin paredes. El cielo dejaba caer sendos pedazos de mármol que se destruían al hacer contacto con el suelo. Los pedazos nos pasaban rozando. Además había mucha agua por todos lados. Estábamos rodeados de un mar embravecido que debido a su fuerza movía todo el paisaje, el cual se balanceaba haciendo que cortos circuitos llenaran de chispas el suelo. Ella ya se había ido. Le trate de avisar que tuviera cuidado. Pero ni me peló. Así que fui tras de ella. Pero ya era demasiado tarde. Ahora ya me encontraba en otro lugar. Y ella no estaba ahí.

Ella es la única que puede hacer eso. Desaparece cuando menos te lo esperas. Suele hacer lo mismo cuando de pronto y la ves por ahí caminando. También es única en hacer varias cosas como: arreglar las puestas de sol, dar alimentos a duendes, corrige el curso de ríos, escribe en las nubes y varias cosas más. Es una perfeccionista de emociones raras. Y dicen que además es muy simpática. Pero yo solamente la he visto tres veces.

Y esas tres veces han sido muy breves. Pero eso que sé, se siente en cuanto ves sus ojos. Y sus cejas, están de cuidado. Delata a una incorregible inolvidabilidad que perdura aún despierto.

sábado, 23 de febrero de 2008

Abandonar

Así es. Se siente lleno de soledad.

Una especie de transformación inútil.

Sin rencor. Solo ando de noche. De nuevo.

Saboteando a las personas que se acercan.

Queriendo ser de una vez por todas estático.

Sin memoria y sin recuerdos.

Pero ahí siguen y ni con música italiana se van. Menos.

Sin descanso estoy llegando a un límite desconocido.

Parece ser agradable.

Solo me restrego la ilusión a diario.

Pantalla cerebral que no se apaga. Visión anti visión.

Y cada segundo es mortal. Cada cuadro es vital.

Pero cansa. Pensar sin ser escuchado. Recordar. Me hiere.

Cortadas auto infligidas sin sangre. Pero arden como fuego en la piel.

El cuarto se hace pequeño y caluroso. Necesita viento.

El viento.

De su voz.

viernes, 22 de febrero de 2008

Exceso de confianzita

Fue lo que tuvieron estos animalitos. Animaslistos deberían de decirles. Al saberse una especie protegida no dudaron en meterse de pronto en tiraderos tóxicos y comenzaron a crecer desmesuradamente. De pronto los veías comer en tu basurero. Parecían perros callejeros con ojos saltones y brincando de aquí para allá. Eran muy peligrosos. Todo el mundo les temía.

Hasta que…a un señor de Australia se le ocurrió la idea de domesticarlos. Especie fuera de peligro hay que domesticarla de inmediato. Así que Desmond King bisnieto del cazador de cocodrilos tuvo esa idea maravillosa. Los comenzó a criar y a darles leche en muy mal estado para el ser humano. Pero para los Tarsios era la neta. Se tomaban litros y litros de esa leche podrida. Pero los hacia crecer gigantescos. Eran como elefantes de circo pero más cabrones. Estos animalotes, ya crecidos, daban unos saltos espectaculares. De más de 35 metros de distancia. Y la altura era increíble. Podían treparse a un edifico de 15 pisos sin problema alguno. Solo que ya domesticados el tal Desmond King los empezó a usar como zeppelines en tierra publicitarios. Les ponía sendos carteles o les pintaba la piel. Y obvio todo el mundo los veía. Compre esto, compre lo otro, visite tales playas, etc.

Hasta que una linda señorita de nombre Isolda Pérez también tuvo la idea de estudiar a estos animalotes. Hasta tal grado que supo que los pobres animalitotes sufrían mucho. Así que se puso en contra del adiestramiento de los Tarsios. Tenía que liberar a más de 500,000 Tarsios que ya para ese tiempo estaban domesticados. Eran gigantes pero no hacían nada. Inofensivos pues, a pesar de sus largas unas y afiladísimos dientes.

Hasta que lo logró. Solo que los Tarsios no tenían donde vivir. Así que los dejaron en libertad en las ciudades. De hecho cualquiera que viaje a Australia puede verlos.

Y todo por el exceso de confianza.

jueves, 21 de febrero de 2008

Coagulando Dioses.

La tristeza según Robert Burton en su libro: Anatomía de la Melancolía, es derivada del equilibrio en los humores del organismo. Existen 4 que son: la bilis negra, la mucosidad, la sangre y la bilis amarilla. La melancolía se volvía enfermiza cuando la bilis negra estaba podrida o se acumulaba en exceso en el bazo. La manera en que se trataban de aliviar estas dolencias era con sangrías. Los efectos de este exceso de bilis negra desembocaban en la casi locura del melancólico. Risas, flatulencias, insomnio, mala alimentación, epilepsia, miedo, vergüenza, alucinaciones auditivas y más eran claros síntomas de que urgía una limpia, por así decirlo.

Robert Burton hacia todo este estudio del la psique y su relación con el comportamiento del hombre en el año 1621 cuando aún faltaban siglos para que Freud llegara y sentara las bases del psicoanálisis. Muy cabroncito resulto el Burton por lo visto. El libro es un mamotreto de mil paginas (aunque ya existen ediciones abreviadas) que pueden ser de útil consulta.

A pesar de su antigüedad resulta muy particular lo moderno que resulta en sus comparaciones, aunque se base en la “Teoría de los Humores”, que quien sabe; puede llegar a ser cierto pero no creo. Me tendría que desangrar un rato y dejar salir la bilis negra para estar más alivianado.

Su resumen lo dice todo: “El mundo esta loco y todos somos melancólicos”

miércoles, 20 de febrero de 2008

S.Y's.

La última foto que encontré de cuando empezaba a patinar. Me acompaña el Flaco que era un cabrón. Sacaba los trucos súper fácil mientras que a los normales nos costaba un huevo. Más bien cada quien tenía algo especial. El Malìn era muy bueno sacando boneless, grabs y mutes; El Flaco era técnico avanzado y se le daban lo ollies altos. Para mi estaban los gaps. Eso era lo mío. Por muy alto que fuera volaba lo que fuera. Volador de papantla me decía el Mión. Escalones, plataformas, etc. Creo que fui de los primeros en volarme los 10 de Constituyentes. Hace algunos años. Muy pocos conocían ese spot ahora ya tan famoso. Lo atacábamos desde arriba. Los escalones aumentaban según la bajada. Dos, cuatro, seis y después venían los DIEZ. Era difícil llegarles pues tenías que llegar en curva. Pero ahora cualquiera se los baja de noseslide, flip 180, fakie, etc.

Solíamos ser casi locales del Puente del Pedregal, ahí donde filman ahora comerciales de paletas, creo. Otro spot muy escondido. Junto a la pistita había unas resbaladillas de cemento gigantes. Pero el pasto ya les había dado en su madre. Y más la basura. Solo podías avanzar tramos. Ahí una vez perdí el conocimiento con un slam en la pirámide. Pummm. Después Xico me dio una madriza en el coche de Fernado. Pum pum. Xico era un chico con un humor negro toda su vida. Y ese día le colmé el plato. Guarghhh de pronto empecé a sentir golpes en la nuca. Todos nos sacamos de onda. Pues de la nada le salió el enojo y yo recibí los golpes. Ji. Su hermana estaba chida.

Recorríamos la ciudad de punta a punta. Salíamos en manada del San agustin y nos íbamos a Consti u otro lugar. Más de 50 skaters sobre Paseo de la Reforma. Chido.

Después me fui al gabacho a probar suerte. Pero me torcí el tobillo al tercer día de llegar volándome 12 escalones en un mall abandonado en Atlanta. Y adiós carrera skate. Me dedique a lavar platos con un tobillo inflamado. Y ahora no puedo patinar porque unos tiras me robaron mi skate en el defe. Y con eso de que no soy bueno para ahorrar. Puts.

Ya será dentro de poco. Ojalá. 18 años no se pueden dejar así como así. Menos uno y merri.

Violencia callejera y eclipses.

Compre unos delicados como es costumbre desde hace meses. De la tiendita me dirigí de nuevo al trabajo. En cielo un jet hacia una curva de casi 90 grados. La estela que dejaba daba las pistas necesarias para saberlo. Detrás de el venía otro jet. Este venia en línea recta. En algún punto del cielo se cruzaron dejando un extraño símbolo en el cielo. Me senté en una jardinera mientras prendía un cigarro. Enfrente de mi se encuentra una de las avenidas principales del lugar. Observe que cerca de los semáforos se armaba una bolita de automovilistas. Unos jóvenes se insultaban de manera radical. Uno güerito tuvo que ser detenido por uno de sus amigos. Pero fue inútil pues alcanzó al chofer del percance cuando dio vuelta en el retorno. Empezaron los insultos a toda voz. Por fin el cuate de la troca se bajó y se enfrento a puños con el güerito. Midiéndose y tomando distancia. Luego puños en ambos rostros. Puaf. La pelea se traslada a la banqueta de Sanborns. Se siguen dando machín y discutido. Un poco de sangre y patadas. Poco después se separan y comienzan a platicar. Ya saben, puro lenguaje corporal porque no escuchaba nada desde donde yo estaba. Batían los brazos, se señalaban al rostro y se peinaban. Omití una patada de un chaparrito al güerito. Esa fue la única intromisión. Poco después la gente se calma y se van cada quien por su lado. Al pasar enfrente de mi vi al guerito y su cara roja. Después pasó el otro tipo y se veía adrenalinado. Segundos después llegaron los policacas preguntando si ahí se estaban peleando. Les habían reportado un desorden público. Obviamente no vieron a nadie. Los fotógrafos el periódico donde trabajo también salieron cuando ya no había nada.

Después en la noche observe la luna y recordé. La luna no esta normal. Y claro. Había un eclipse de luna. Vaya y nadie me había dicho algo. Más bien como que nadie sabía. Por lo regular cuando hay un evento naturaloide todo mundo lo sabe desde temprano. Pero esta vez no. Es como el temblor en el metro que algún día contaré. Así que la Luna me estaba demostrando como era devorada por el jaguar. Tsssssss.

Y me acordé de alguien muy especial. Tan especial que me hizo saber que aún un eclipse de luna no es capaz de tapar su extrañada sonrisa.

Rima con...?

Últimamente traigo una tortuga en la cabeza.

Y así como caminan tarda en salir. Snif.

Que no quisiera…que se fuera.

martes, 19 de febrero de 2008

Disfrutando de la luna.

Yepas yepa gritaba toda la gente. LA fiesta se ponía cada vez mejor. Silverio estaba tocando de pelos. Nosotros estamos sentados en unos silloncitos cerca de la entrada. De pronto Rebeca se pone enfrente de mí y se saca una teta de su vestido. Me la enseña y a todo aquel que estuviera cerca. Me levanto y me voy por un redbull con vodka. La fiesta es un hotel abandonado. Y cada cuartito es una galería de un artista. Alma fue la que atendió ese menester y nosotros fuimos sus vasallos del arte. Llenamos un pasillo con globos cubiertos de imágenes de revista porno. Además nos dimos tiempo de filmar un corto sobre los nazis y sus hornos en la azotea del lugar. Yo interpretaba a un coronel alemán, Osvaldo soldado y Roberto era, creo, que un premier comando de la SS. Lo cagado es que la organizadora del evento era judía y nosotros nos paseábamos por el lugar con playeras del Afrikan Corps. JA cagado.

Después en la nochecita ya se armó el evento y pues por ahí anduvimos. Baile y baile, chupe que te chupe. Nos salimos de ese lugar un poco hastiados de la escena quesque artistiquè del centro de la ciudad. Caminamos por no sé que calle y me detuve en la entrada de una vecindad. Unos acordes de guitarritas llamaron poderosamente mi atención. No provenían del hotel. Para nada. Venían de la vecindad, así que metí y me maraville al ver unas banditas de rock muy rikis. Le avisé a mis amiguitos y nos metimos literalmente hasta la cocina. Ahí nos alimentaron sanamente y nos dimos un bajón. Monchis time. Agua de Jamaica y toda la cosa. Cerveza la que quisiéramos. Pensaba que todo era producto de mi mala imaginación. Pero no. La vecindad de pronto se transformo en un lugar muy exquisito. La luz era azul y las bandas se discutían con la música. Un aliviane después del estruendoso puchi puchis condechi del evento anterior.

Ahí conocí a Ruth. La quise hacer mi novia pero el movimiento fue nulo. Estaba enamorada de Roberto. Ruth era conejillo de Indias de su novio. El cual era químico o dealer de ácidos. Y ella los probaba todos. Así que la morrilla estaba medio tripi. Dormimos en su cuarto y al otro día me cargaba una cruda de medalla de oro. Llegué de nuevo a casa Osvaldus y ahí me contaron toda la historia que me perdí por irme con Ruth y Rebeca. Después nos curamos la minicruda vimos películas y dibujamos. Un fin de semana cualquiera en el Bulín de Donceles.

Por mas que hago no lo puedo olvidar...

Ese maldito ojo. ¿Quién, como y en donde se va uno a imaginar encontrarse un cíclope en plena ciudad? Y desde luego trabajando en un macdonals.

Teníamos tanta hambre que no nos importo entrar en el famoso restaurant que es hossteado por un payaso diabólico. Con tal de aplacar a la perra nos metimos. Lo primero que notas es el olorcito extraño a comida y el aire acondicionado. Fresco pues afuera el calor esta de los mil demonios. Solo das un paso y ya estas sudando de todo el cuerpo. Luego observas alas multitud formada por una mísera hamburguesa y la dichosa cajita feliz. Niños: Por doquier. Corriendo, llorando, mamando leche, riendo, gateando por el piso encima de una mancha recién hecha con helado. Y ruido. Mucho. Voces y más voces y música muy precisa. Para que le dé hambre a los chamacos. Música movidosa igual a niños queriendo bailar. Niños bailando calorías quemadas: Comida mamá. Más refresco, más azúcar Por favor!

Pero en una cola no había mucha gente. Solo había una pareja y una viejita encorvada por la edad. Le calculé unos 125 años. Los chavos tendrían entre 18 y 22. Pero ellos estaban detrás de la gorda más gorda que haya visto en mi vida. A esa no le calculé la edad sino el peso. Fácil rayaba los 280 kilogramos. Así que nos formamos en esa fila rápida. La viejita no medía más de metro y medio así que podíamos ver a la parejita dándose unos besotes. Cuando les toco a ellos ser atendidos se detuvieron en seco. Para poco después avanzar lentamente. Después siguió la viejita. Nosotros seguíamos platicando como si nada. Rozaste mi mano y se me paró el pito. Y a ti se te pararon los pezones. Clarito los vi.

Vimos como la viejita se iba medio temblorosa. Normal para alguien de su edad. Después pedí mi mactrio. Pero puta madre. Nada me habría preparado para tal evento. Hasta mi verga se puso flácida al instante. Tú soltaste un Órale que Pedo y tus pezones ya no sobresaltaban en la playerita. Yo me paralicé en seco igual que la pareja. Antes de reaccionar escuche la linda voz: ¿Qué vas a ordenar? La ó el dueño de la voz tenía un solo ojo y no en la frente sino que casi lo tenía en el nacimiento de la nariz. ¿Qué diablos es esto?, ¿Qué chingados le paso a este cabrón o cabrona?, ¿Cómo le hablo?, ¿Nos le quedamos viendo en su ojo como cuando hablas con la gente normal y la observas a los ojos? Lo peor es que te miraba directito a ti. Y con una sonrisa de Mister Happy pasada de lanza. Nos sacó del pedo el manager y más con su pregunta: ¿les atiende bien gabiiii???

Nos vimos y respondimos al mismo tiempo. Zi Muiy Bienn, contestamos igual de sonrientes que Gabi. Pedí mi orden y me bombardeo con las preguntas de siempre: Por 5 pesos más se lleva una linda CARACONUN OJO, o sino por 10 pesos más y un combo especial de la película “Ojitos Divinos nunca los voy a Olvidar”. ¿Este? sí. Ese mero. Después pediste tu no se qué pero no le podía dejar de ver ese pinche ojo. Como se movía de lado a lado queriendo observar todo. Pero no podía así que también movía la cabeza mientras te hablaba. Y con su gorrito a rayas. Su pelo todo grasoso y mal peinado. La muy fashion hasta un piercing en el labio traía. Parecía un emo. Pero con un ¡Solo ojo! Futa. Feo la cosa esa. Porque tenía un look andrógino de pa`su mecha. Y luego su vocecita toda chillona y bajita. Como si le estuviera doliendo cada parpadeo que daba con su ojito. Aparte pude ver el color del ojo. No era natural. Entre violeta y amarillo. Gacho.

Me preguntaste poco después de salir de la fila: ¿Viste que tenía un solo ojo? Yo te contesté: no mames. ¿A poco tenía un solo ojo? No me di tinta, he? Y tu seguiste: Si wey, tenía solo un ojo. Hasta me dio miedo. Hice un “mpf” y te dije: Si no mamut, estaba gachito el tipo. ¿Qué no era tipa? Me dijiste. Pues quien sabe pero se veía uncool. O sea he visto gente deforme pero este wey se paso de lanza. Además ¿Qué hace aquí trabajando? Debería de estar en otro lugar. No en un macdolnalds. Saca de onda a los morros y además frikea a la banda.

Volteamos al mismo tiempo para verlo de nuevo. Solo que estaba atendiendo a un niñito que le sonreía y el Ciclope Gabi le daba un helado gigante.

Nos volteamos, nos vimos y con los ojos nos dijimos: Que pendejos.

By the way...

Puede ser que hace tiempo caminabas por unas calles en las que pensabas nunca más estar por ahí de nuevo.

La primera vez caminas por ahí y luego años después es un lugar habitual. O sea, pasaste por ahí como cuando pasas por un lugar y sabes que nunca más podrías volver. Pero sucede que tiempo después son tus calles por las que más andas. Más caminas. Pensar que como un simple turista por ahí andabas. Después como borracho perdido. Poco después como asiduo habitante de las casas aledañas.

Y no sé porque no se les da esa importancia a las calles. Al menos para mi significan bastante. Nunca te imaginas que algo tendrán que ver en tu vida. Y ahí están. Y ahí se quedaran. Muchas más personas caminaran por las banquetas y de seguro muchas más cosas pasaran por ahí. Un ejemplo: De morros solíamos jugar en un campo abandonado. Poco después en ese lugar encontraron un esqueleto de mamut. El simple lugar de juegos era nada más y nada menos que un cementerio de MAMUTS. Y era un simple campo en un lote baldío.

Otro aspecto de las calles por las que caminamos es el momentum que se vivió cuando rondabas por ellas. Ibas con alguien especial, te pasó algo raro, esperaste a que saliera alguien, te atropellaron, te robaron, te enamoraste, etc. Eso me llama bastante la atención de las calles. Los recuerdos que te traen a veces.

Pero igual, te vas. Y de verdad nunca más vuelves a poner un pie por ahí. Algo que siempre recordaremos son los lugares donde viviste. Aunque solo haya sido poco tiempo. Lugar donde vives lugar del que recuerdas la calle. Cuando habitaba en Donceles Lobelto y su servidore nos quedábamos horas en el escalón de la puerta viendo gente pasar. Y veíamos todo el caos que reinaba en esa calle. Cuando los policías les ponían las arañas a los autos mal estacionados, danzantes emplumados rumbo a su brinca brinca, reinas sin corona, al Apesteitor, camellos de cocol, enanos, bizarros, compas, microbuses lentos. Podía decirse que era una calle tranquila del centro del DF. A solo dos cuadritas del zócalo. Bellas calles y más de noche. Sin gente. Todo lo contrario al día.

Solíamos caminar por ellas con rumbos medio macabros pero nunca nos pasó nada. Solo una vez un banda fue interpelado por Lobelto y casi se arman la bronca. Pero nada grave.

Calles que se quedan y otras que se van. Pero que deseas aunque sea una sola vez de nuevo caminar seguido por ellas. Reconocer hasta el bache que estaba después de la segunda coladera. El árbol que nunca crecía o en su defecto la rama petrificada. El auto estacionado lleno de oxido. La luz ámbar que dejaba pasar un rayo de luz al cuarto. Todo eso en una calle tan exhalada.

domingo, 17 de febrero de 2008

Paisaje.

Mis pies, una mesita con yogurts viejos, la chamarra de Planty, una pata de cama y muy leve se observa una esquina del sleeping bag. Ah claro, también una hamaca y un paisaje medio selvático con palmeras y aguacates.

Era el cuarto de hotel en la playa. Algunos dirán jodido pero nop. Todo lo contrario. Solo tenía una pared. Y se subía por una escalera hecha de pedazos de tronco. Debajo de nosotros se hospedaban unas francesitas que todos los días nos dejaban verlas sin ropa. Muy guapas ellas. Y decentes. Pero más decentes éramos nosotros. Nunca salíamos de ese bulín. Solo bajábamos para comer y comprar cerveza. De vez en cuando para conectar. Pues como era temporada baja te daban hasta las perlas de la virgen por 10 pesos. Y lo que te daban duraba para tres días. Hiper every day stoned. Hasta los lugareños a veces nos hablaban en ingles. Que mamada! Y más cuando les decíamos que : Semos mexinacos! Y luego yo. Con el look escandinavo que me cargaba. Hasta los dueños del lugar nos confundieron. JA.

La primera noche probamos honguitos y hash. Creo. Después fuimos por un poco de opio. Uff, Bonito. Y así transcurrieron más de dos semanas de hueva bajo el techo de ese lugar sin paredes.

En el lugarcito un punki ingles lavaba los platos, una negra gigante un día se puso un mega pasón, conocimos a un joven que había llegado en moto desde New York. Conocí el miedo a Cthulhu y nos reíamos todo el tiempo.

De cierta manera se extrañan esos días. Días alegres. Sin pedos. Bueno si teníamos pero eran más leves que ahora. Suele pasar que te clavas más en cosas que no deberías. Como conseguir un mejor empleo, tener mejor novi@ o de plano no tener, tener mas lana, ver lo viejos que se hace todo a tu alrededor. Hasta tus vicios se hacen viejos y se deforman por consecuente.

No es que esté amargado pero hay que ver eso. Que las cosas buenas perduran en nuestras cabezitas por largo rato. Las malas suelen borrarse. O si no se borran al menos no les haces caso. Tratar de mitigarlas.

Sería fenomenal poder repetir algunos momentos. Ya sean muy pasados o muy recientes. Solo por el placer de recordar lo bien que se siente estar con ciertas gentes. Ciertos lugares y momentos.

Una vez más mecerse en una hamaca roja super stoned. No pensar en el maldito día de mañana y sus sorpresas. O sus “no sorpresas”. Tratar de digerir la vida, aunque sepa amarga a veces. Aprender a saborear las melodías amargas. En fin, aprender muchas cosas más.

Los complementos pueden estar al alcance de la mano. Pero a veces nos prohibimos hacer uso de ellos. No queremos comprometernos en cosas que no nos incumben. O que nos debería pero no queremos. Diferentes situaciones personales hacen que las decisiones siempre sean desiguales.

Caminar por la playa descalzo. Escalar algunas rocas para llegar a un lugar poca madre. Quedarte absorto viendo el mar por horas. Ese mar tan loco. Para pensarte días.

“I hope you’ll be there”

R e a l l o v e d e s t r o y s

Being in unrequited love is torturous, but it can simultaneously be a source of great joy.

Ridiculo.


Centenas de veces me vi caer.

Decenas de errores creé.

Centenas de miles de lágrimas sentí.

Velo de agua descalificante.

Escalofriante deseo de amar.

Querer es un tramo.

Amar el más corto.

Vacíos pensamientos de estima.

Lastimosas manos de frágil piel.

Mentir es todo lo que hay aquí.

Sin sentir, lo ves.

¿Cuantas veces tengo que ser para entender?

La vida nunca termina.

Solo cambia una vez que desapareces.

Ese es el pero que le pongo a la transmutación.

Cadenas.

Amenazas nunca obsoletas.

El miedo es eterno igual que la nada.

Pozo infinito de humo. Salgo de el.

Observo el costo de las palabras que me han de ayudar a existir.

Si no es que ya antes me destruiste.

………………………………………….

Alegres pasaran las hojas cuando estés conmigo.

Pero tu encantador respirar se ira para otro sentir.

Olvidar y no desear saber lo que hagas, lo que haces, lo que harás.

Ese no saber me alegrará, me reconfortará

y permitirá que no piense en lo que es ese sentir.

No saber que si le futuro se acabará.

No saber si tú lo entenderás.

Un alegre desconocimiento de motivos.

Para que saber si al fin y al cabo te abrirás.

Para que ir si todo vendrá.

Para que subir si todos bajaremos.

Alegría de no saber si esto es real.

La alegría de no saber sí lo pasado fue.

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Me pertenece el olvido tuyo.

¿Quién tiene tu recuerdo de mí?

Me pertenece tu olvido.

¿Quién tiene mi recuerdo?

Quiero deshacerme….debo quitarme los brazos.

Dejar de sentir que me perteneces.

Olvidar tus ojos y lavar los míos.

Tus manos frías que nunca he tocado.

Mis razones que no existen.

Mis malogrados intentos de serlo.

Quiero, no lo niego saber si eres indestructible.

Mi razón de vivir.

Mi razón para morir.

Soy un ciego en busca de ridículo amor.

sábado, 16 de febrero de 2008

Hasta adentro...

Libélula.

Estás hasta adentro de mi nivel celular.

No quiero sacarte. Esfuerzos para hacerlo.

KJDHkjhñLKDJPO (INENTENDIBLE)

Todo esto estaba escrito con un cuchillo en el tronco del árbol que me encontré en la tarde. Parecía como la clave para encontrar un tesoro. O alguna frase mágica que si la leyeras en voz alta se abriría una puertita en el pasto. Por que un poema de amor no creo. ¿O sí?

También podría ser una maldición oculta. Pero no creo. Las libélulas no son malignas. O al menos que sea por eso de caballitos del diablo.

Mejor la apunté en mi notebook digital y me fui de ahí. Tenía que pasar a ver a mi novia. Llegué a su casa y salió linda como siempre. Sonreía y yo también. Salimos directos a un restaurante bar muy chicho de por la zona. Bebimos y comimos demasiado. La fui a dejar a su casa y la besé por un rato. Me despedí y me fui para las clases. De pronto una libélula pasó por enfrente de mi. Fuitttttt. Pasó rozando mi cara. Y clarito vi como de una boquita diminuta salía una voz todavía más pequeña. Me decía: Buenas noches.

Me paré en seco. La libélula como que volteo a verme pero a lo mejor me lo imagine.

Lo que sí no me imagine fue la vocecita. ¿De cuando acá las libélulas te saludan?

Llegue medio atarantado al salón pensando en el bichito ese. Me senté y abrí mi notebook digital. La clase de hoy trataría sobre las células. Ufff. Libélula y onda celular. Justo lo que decía el escrito en sus dos primeros párrafos.

Terminó la clase y me fui al trabajo Ya era de madrugada así que tomé un atajo. Pero unos ladrones me salieron al paso. Uno de ellos con pistola y el otro con un cuchillo bien afilado. Sus destellos me segaban cada vez que la luz del foco detrás de mí lo iluminaba. Así que no alcancé a ver cuando el cuate del cuchillo me lo metía directo en mi pecho. Pum. Se siente raro cuando sientes todo el metal escurriendo por tu carne. El dolor ni aparece. Solo es como una especie de alternativa. Los que haces luego luego es hacerte para atrás. Llevarte las manos al pecho y tratar de alejarte lo más rápido de tu agresor. Pero solo te tambaleas y caes al suelo. Te meten las manos en tu bolsillo o se llevan tu note book digital. Y ahi te quedas un rato. Poquito después el dolor hace su tan esperada aparición. Pum Pum. Las punzadas de dolor hacen que te duelan hasta los huevos. La cabeza la sientes cerrada. Pesada. Las sienes a punto de estallar. Pero nada de esto se compara con el dolor que quema tu pecho. Es un hilo de dolor que crece conforme pasa el tiempo. Arde. Aún el corazón hace intentos de no morirse. Palpita bruscamente y deja salir más sangre.

Es hora de sacarse el cuchillo. La respuesta es dejarlo ahí. Pero como nadie llega y lo mejor es tratar de sacártelo. Pero algo te detiene. Es el miedo. No sabes a qué pero estas que te cagas.

Y haces intentos temblorosos para tomar el mango del cuchillo y sacártelo. Piensas que si lo haces el dolor va a desparecer. Pero el primer intento es erróneo. Te lo encajas más. Y una patada en tu cerebro te hace gritar. No seas pendejo te dices. Suave te recalcas. Ahora despacio tomas el mango. Lo aprietas y jalas para afuera. Listo. Ya no más cuchillo.

Todo estaba en el tronco de la tarde. Lo malo es que no alcancé a leer lo último.

viernes, 15 de febrero de 2008

Existe una razón. ..Cortesía Chevy!
























LA hiperactividad mental puede no ser causa de una mayor inteligencia, ni de que te vaya mejor en la vida, ni que te asegures de un buen futuro. El pensar constantemente y que este pensamiento se vaya multiplicando y cada una de esas divisiones sean bifurcadas. Cada uno de los pensamientos es una…

--Ya cállese señor. ¿Que no ve que va a espantar a las pobres criaturas?

Pues si. El señor se calló y salió a caminar un rato. Deambuló por las calles buscando la razón. Estaba así desde que se le murió su girasol. Entraba a las cantinas y empezaba a declamar poemas, después esos poemas se convertían en dilemas universales. Los parroquianos mejor lo abrían. Salía diciendo entre dientes: Pero ha de haber una razón.

Después de su recorrido por decenas de cantinas, siempre las mismas, regresaba a su casita. Más bien a su cuchitril. Entraba y se sentaba en la sala. Y observaba la maceta que alguna vez había cobijado a su querido girasol. La melancolía se apoderaba de él. Y pensaba en una maldita razón.

Pensaba tanto en la razón que a veces la perdía y se quedaba días sin dormir ni comer. Después salía de se burbuja y pedía algo de comer a los vecinos. El sin razón le decían.

A quien prefieres...

























¿Para amenizar la fiesta?

Levelos son de 20...Lllevelos para la niña pal chamaco...

Pequeños animales que habitan el subsuelo.

Extraños malhechores de los 4 fantásticos.

Comen trufas, camotes, patatas y todo tipo de raíces. Es muy raro que suban a la superficie.

¿No te gustaría tener a uno como mascota? Que lo pudieras sacar a la calle a pasear o llevarlo a una fiesta como si fuera tu hijo que nunca vas a querer tener. Mostrarlo como lo llevas con un collar especial para topos. Hasta con piedritas de cristal. Muy mono tu topotito. Lo presumirías con tus amigos y primos. Mire a mi topo, ya sabe dar vueltitas en el suelo. Un topo domesticado que sea capaz de llevarte las chanclas cuando el piso este congelado. Un topo para que le haga ruditos raros a los ladrones que se acerquen a tu casa. Para esto ya existirían topos tamaño rottwailer para atacar a los extraños. Topos gigantes capaces de jalar carretas. Llenas de maíz. Topos que corren en topodromos. Las carreras más tediosas de todos los tiempos:

--En primer lugar tenemos a “Pequeño Hijo de Mama!, en segundo a “Billy Transistor Dúplex” y en tercero a “Stolen Arrow from the Gods”. Les pisan los taloncitos “Chico Bravucón” y “Reina Sofía de Dinamarca”! Hasta el úuuuuuuuuuultimo lugar “Espécimen Raro Producto de Satán”.

Y así transcurrirían 45 minutos pues los malditos topos solo corren rápido debajo de la tierra. Por arriba son lentos lentos. Todavía la magia celular de la biotecnología no les había podido dar velocidad en sus patitas.

Así que mejor dejemos todo como está. Con los topos debajo de la tierra comiendo todo tipo de tubérculos. Y saliendo a la superficie cada vez que les plazca. Al fin y al cabo ni los pelamos.

jueves, 14 de febrero de 2008

sECOND cHANCE


Puede ser que la felicidad de alguien sea la tristeza en otro.
Lo que te produce bienestar puede que produzca incomodidad en alguien más.

Así que puedes estar feliz aunque, los demás estén asqueados de la obra de teatro que fuiste a ver. Disfrutas de las pésimas actuaciones y de la horrible música de fondo. Tienes una sonrisa de oreja a oreja mientras que los demás espectadores tienen una carita de disgusto profesional. Es más algunos hasta abuchean a los actores y optan por salirse del teatro.

Estoy tratando de hacer una analogía con las persianas de mi cuarto. Pero no me acuerdo. Ah si. También hay minúsculas partes de tiempo que te brindan un gozo innegable. Por ejemplo: Mis persianas estaban locas. Accionaba el mecanismo tan complejo que es jalar el hilito para que se cerrarán y no dejaran pasar luz. Así que una mitad dejaba pasar los rayos del foco de afuera y la otra mitad la tapaban. Me dedique unos segundos para voltear las persianas amantes de la luz. Al terminar mi cuarto de nuevo estaba oscuro y lleno de humo que no se ve. Feliz.

Un mini momento de felicidad gracias a un leve movimiento.

Lo difícil es a veces lograr la felicidad con tan leves movimientos. Es más. Tienes que hacer un super esfuerzo para conseguir al menos una sonrisa. O sea que la felicidad es variable por así decirlo. Es compleja para algunos y alguien. Deben de buscar en sus mecanismo internos las palancas y botones adecuados para que su felicidad sea conectada al cerebro y así: Cataplash. Felicidad instantánea.

Algunos creen que la felicidad es encontrase con su dios predilecto, o sacarse el melate, encontrar un cd antes perdido. Existen los que por más que buscan sus botones y palancas, estas están llenas de óxido y su funcionamiento es muy trabajoso. Saben que ya las encontraron pero no las pueden mover. Les duele o les da flojera. O hasta miedo les puede dar. Pero de que saben que hacer lo saben. O lo sabemos, diría Don Justo.

El buen chupar es una felicidad maciza. Lástima que para algunos deba de haber felicidades que no sepan manejar. Pueden llegar a ser tan felices que hasta psicóticos se vuelven ( ¿se?) O les molesta la felicidad y no pueden con ella. Es demasiada carga. Con ello pongan algunos defectos de fabrica y pues no’más no.

La onda happy es truculenta. Es cagado cuando estás buscándola y cuando la encuentras pasa que la dejas irse. ¡Adiós onda happy, adiós! Y para que vuelva esta cabron. Puedes tener de esos mini happy flash momentus pero no se comparan con la Mega HondaHappyHeavy. Es más se complementan a la perfección. H. F.M. junto con, pegado a, inmiscuido con M.H.H.H. igual a felicidad chica machicha. Y saber mantener esa mezcla. Es de lo mejor. Super diría una chica cosmo.

¿Pero quien diablos habla ahora de la felicidad? Parece ser una onda anticuada. Totally off fashion dirían en algún canal de televisión. ¡Para eso está la felicidad enlatada! Llévela y vera como se ponen refelices sus chamacos! De hecho la intro es un comercial para la venta futura de este producto. Llegar al extremo de llegar a la tiendita y pedir : Me da unalata de extra happynessss. –Si de a cual? ¿Medio o de a cuartito? – Acomo ladeamedio.—Pues esa esta a 3.50, Pero me acaban de llegar de las chonchas. De las de a tres kilos.—Ahhh.Y esa de acomo?—Esta sale en 70. Esta cara pero dicen que vale la pena. Que con tantito ya te pone bien chido.—Pos deme de esas. Me voy a llevar ave r rr deje veo. Pues deme dos!

Y ya. Llegas a tu casa, las destapas y orale. Una taza para ti y oxtra para ti. Y tu? No pues también.

Pero creo que ya existe y se llaman chelas. Que hace tiempo no veo por aquí. Mmm que chafez. Ausencia que llena le dicen. No a las chelas no. Ausencia de personas. A veces la sola presencia de alguien te llena de felicidad. Y la estimas tanto que aún no la veas, ni la escuches, ni te hable, ni le hables, ni sepas que hace ni nada de nada que aún si no esta te llena el campo militar del cerebro. Y no hablo de la virgen maría.

Hablo de las ocasiones de fuga. De las sensaciones que recuerdas. De las ganas que tienes de ver aquello que tanto quieres. Pero que no se puede dar. Limitaciones de felicidad. Es lo peor.

Querer y no poder. O poder pero se tarda tanto. Y querer y no saber. O no saber y no poder. Tan complicado es a veces sentirte bien. O hacer sentir bien. De plano la onda happy si es complicaitor.

miércoles, 13 de febrero de 2008

You will see some difference here


En ese tiempo me dedicaba a estudiar Ingles y pasar el rato. Y empezaba a dibujar en hojas de cuaderno. Nos reuníamos en el Hades a tomar ricos curados traspaleados macizos. También desayunábamos de vez en cuando frijoles de olla. Mmm. En ese lugar conocí al hijo de José Agustín, según eso me dijo el cuate ese. Tuve el placer e conocer al trailero Negro y su banda de traileros. Se presentó el mismísimo Jesús que tenia una historia de novela de Dostovyeiski. Y nos hacía trucos pesados cuando andamos bien pachecos. Él era un barrendero de Naucalpan que había sido hijo de gente muy rica. Había tenido todo y por la maldita droga término como barrendero. También había sido dealer de heroína. Tenía las cicatrices para demostrarlo.

Para llegar a tal lugar tenías que cruzar un río de aguas negras, subir y bajar una lomita y tralala. Ahí estaba el sagrado lugar de reunión de la banda freak de la Enep Acatlán. Diario era la ritual visita. Y salíamos cucaracheando. Una vez Diana se cayó al río. También otro ente mítico era el “LA Chiquita” que era un homeless ya muy traqueteado por el chupe. Un día hasta su madre fue por él (¿Dónde he visto eso?, chale tan mal estoy!) y se armó el mereketengue. Lo tuvo que sacar de un pozo. Uff con razón ya no quieren andar conmigo.

Buenitos recuerdos. Drásticos. Lo que parecía una remembranza se ha convertido en un detonador. Puede ser que solo yo lo sienta. Y veo errores garrafales. Flashbacks pesados. Algunos muy recientes. It’s time to make a change. Very deep.

Chance con esto alguien pueda volver. Aunque la duda es razonable me gusta pensar que de alguna manera el cambio puede ser de ipso-facto. Solo necesitaba tener unos pínceles al alcance de mi maldita mano. Y abrir los ojos. Puede ser. Epifanías instantáneas.

Recurrir a la vieja táctica de amor por teléfono estaría nada mal. O algunas cartas. Ir a la casa postal, poner una carta con timbre y toda la onda. Esperar que el destinatario la reciba. Y ojala llamara para agradecer tan anticuado detalle. O mandara otra carta. Viejas luchas cliché…

Proseguir la tan escabrosa y desquiciante pero tan ansiada y querida situación. Al menos para mí. Saber manejar la situación y madurar. Pero se me hace muy poco probable. Todo puede depender de unos trazos, maderas y papel.

Es raro también ver personas conocidas por todos lados. Más bien a una sola. Se repite en todos los formatos. En damas manejando. Desde pelo largo y corto. Aún en palabras se deja ver.

Pero eso es harina de otro costal, ahora que recuerdo: Por aquella época también nos juntábamos en la salida del cine de la escuela. Debajo de un pirul prendíamos los cigarrillos. Siempre cuidándonos de los seguridad. Después de la clase de ingles nos íbamos para allá.

Y de ahí al Hades. Infierno de los griegos, creo.

Ahora ya es un lugar aplanado por un taller de autos turbo.

(And in myself too. J.F.P. i l.y.))

Primer intento.


No se porque se para a los nueve segundos.
Investigaré...

Extraño tanto...

A mi skate. Pinches policías ojetes. Foto de hace 3000 años (pinchisima por cierto) de su servidor: ollie over a board and ¡4 stairs! Amazing!!!!!!!!!! para esos años, claro.
Aún con tu ausencia me llenas, auuu¡P¡
(sadrelax)

Dulches 16sh!

Últimamente camino viendo el suelo. Las ganas de ver la cara de la gente es mínima. Solamente son rostros de gente que no me dice nada. Pienso en uno solo.

De pronto vi entre mis pies un cuadernito. De esos como los que se usaban para las primeras comuniones. Con todo y su brochecito dorado. Me detuve y lo levante. Le quite el seguro del broche color oro desgastado y hojeé sus pequeñas paginas. El tipo de letra y sus trazos me decían que eran de la mano de alguien no mayor de 22 años. Y cuando empecé a leerlo me di cuenta de que tenía razón. Se trataba de un diario de alguna mozuela de 16 años. Se le habría caído tratando de alcanzar el camión.

Al enderezarme tras recogerlo, volteé para ver si su propietaria no estaba cerca. Pero nadie se me acercó. Así que me subí al primer camión que pasaba. En la situación en que me encuentro cualquier estímulo que no sea ficticio me reconforta. Le pagué al chofer y me dirigí hasta los asientos de atrás. Abrí el mentado cuadernito enfocando bien pues el trastabillo del camión hacía difícil su correcta lectura. Una especie de ansía sentía al ir leyendo pagina por pagina. ¿Qué diablos hará una morrita de esa edad? ¿De verdad contaran todo lo que hacen? ¿Hasta cuando andan de calientitas? ¿Será una bombita o un pinche cuentito pitero este cuadernito?

Así que me puse a leer. Pero el piche camión parecía licuadora. Y la letra es pequeñísima. Vale madre. Así que mejor me bajo del camión y me voy a un parquecillo. Lo bueno de esta ciudad es que sus parques están decentes y están limpios. Y uno puede estar relax y todo. Me siento en una banca algo apartada de unos niños jugando y me pongo a leer.

“Nombre: María Verónica Garza Chavero, LA CHIVIS.

“Edad: 16 años Horrible ya quiero tener 18!”

“Domicilio: En casa de pá y de má.”, “Telefono:044 12123432112355423”

Hasta abajo tenía escrito algo muy cagado: “Si encuentras este diario porfavor destrúyelo, PORFA!”. Y en rojo estaban . Ja. Me rio de la sana advertencia.

Día uno:

Hoy entre a tercero, por fin! Y hay un buen de chavitos guapos en mi salón. De hecho ya le eché el ojo a ruben. Desde que iba en el salón B ya me gustaba. Y ahora lo tengo a mi lado, Ay que emoción. Dicen que ya tiene novia pero a ver si algún día es mi novio. No me importa compartirlo. Además ha de ser de por su cuadra y aquí en la escuela no tiene. Ay me gusta mucho.
Espero tener este año ninguna reprobada.Ya mis papas me iban a comprar un carrito
(Uyy carrito a los 16! Hay varo parece ser.) pero por burra no. Aich me dio mucho coraje, pero este año si que me lo compran! Para salir a fiestas con la Nena, la Sol y con Matias.uyy el matias hoy si vio mas gay que los años pasados. Ya todas decíamos que si era mariquita porque se juntaba solo con nosotras. Pero este día hasta venía con los labios pintados. Con todo y sparks!!!Se veía Super Maricon. Pero no le importaba hasta que el maestro de mates le dijo que se despintara la boca. Tooodos se burlaron del pobre. Pero para ser mariquita es muy machito,jajaja. Le valió. Eso me cae bien del matias, que le vale lo que le digan. Así quisiera ser yo a veces. Pero mis papas, aich. Es que hay veces que se pasan Diario!!! (uta hasta le habla al diario este) ayer cuando ya me iba a dormir me dijeron que me pusiera a forrar mis libros. Les dije que no me molestaran y armaron un dengue de aquellos.

Esta parte esta muy fresa. Así que me adelanto a la parte de en medio de librito:

“¡Ay que rico es coger!”

Uyyy que me regreso algunas paginas. Por lo visto la morrita tenía su primera experiencia y la había puesto por aquí. Pienso en como se la ha de haber pasado y si todo esta aquí…me voy a divertir. Con tal de no pensar en lo que tanto me hace pensar. A ver. Parece que por aquí esta el comienzo de su primer cojín…

“Ruben ya me dijo que sí pero, clásico, quiere que le dé mi muestra de amor. La verdad si quiero. Cuando se acerca y me toca siento bien bonito. Hasta mis senos se pone duros y se siente uffff. Perla me dijo que es normal y que se siente bien rico que te metan el pito.¡ No Diario te lo juro! La perla es la que más ha cogido de todas nosotras. Hasta más que Monica.todos creen que somos bien fresas y santitas por tener dinero pero ja, chance y sabemos más que las macuarras esas de Linda y Mabel. Me decía matias que según han cogido con todos pero que no es cierto. Más vale saber y quedarte calladita. Ya sabes lo que dicen. Pero bueno. A o mejor le digo a ruben que si en la fiesta del viernes…

Me adelanto al maldito viernes. Y si ahí viene todo.

“Llegué a la fiesta con todas. Y Ahí estaba el ruben con sus amigos. Ninguno de la escuela estaba.Que raro. Pero bueno ya nos pusimos a tomar cerveza y tequila. Uy como me gusta. Te pone bien super crazy. Te acuerdas Diario de mi primera peda? Estuvo loquísimo. Esa vez fue cuando besé a Pamela, te acuerdas. Ay que loca luego ruben ya me hablo y nos fuimos para un cuarto. . el llevaba una cahuama y yo los cigarros. Abrimos la puerta y estaban fajando La nena y un amigo de ruben. La nena tenía sus pechos de fuera y pude verle el pito al amigo de ruben. Lo tenia bien grande. Y sentí bien raro. Como que me moje la tanguita que me puse. ruben me jaló y nos fuimos a buscar otro cuarto. Mientras compartíamos la cerveza y fumábamos. Por fin encontramos uno solito. Y que nos metemos. Nos empezamos a besar y luego luego me toco mis pechos. Sentí super rico cuando me pellizco mi pezón. Yo le acariciaba su pito. Ya lo tenia parado. Me acorde de perla y lo que me decía: A ellos les gusta que se las chupes. Pero tenía miedo ¿A que sabrá? Y si me ahogo. Ay mejor solo metí mi mano y lo toque. Estaba bien duro. Senti que mojaba más mi tanga. Ay maldita tanga se siente bien rara. ( Ha que chavita he!) Nada más se la toqué y ruben me comenzó a jadear. Yo igual. Me besaba bien padre. Con tdo y lengüita, me la mordía biensuave,y el me toco mi vagina. Y luego me metió un dedo y lo comenzó a mover. Yo sentía que me iba a orinar. Loquisimo. Antes de mearme le dije que ya no quería. Que mejor nos fuéramos afuera a bailar. Yo me meaba. Se enojo pero le dije que después le seguíamos y le di un beso. Ya después nos fuimos a bailar…”

Mmm se había puesto fresa la morrita. Leo un poco más y ahí esta:

“Me bajo la tanga y se me puso encima. Yo ya andaba medio borracha pero la verdad ya quería que pasara. Como dice timbiriche si no es ahora será mañana. Abrí mis piernas y dejé que el me metiera su pito. Ay me dolio un poco. (¡Virgen hasta los 16!) ruben me decía cosas raras y se comenzó a mover. Yo sentía de pelos .¡Ay que rico es coger!”

Cierro el librito y me lo guardo en mi pantalón. Se ve que la niñita ya no era tan niña.

Me fui a comprar un refresco para dirigirme a mi casa. Chance se lo dé a leer a mi hermana que ya tiene 18.