martes, 29 de abril de 2008

¿premonición lógica?

Sin saberlo las cosas suceden. Los profetas lo saben de más.
¡Los misterios de Nostradamus y Sartre son reales!
Aunque a Sartre le falta que su magia trabaje un poco más.

yurghhh...but who cares?

A veces me sentí como en el lugar indicado.

Bastantes veces lo pensé.

Casi logré acostumbrarme.

De pronto me di cuenta de que no era sí.

Encontrarme con algo desconocido.

Férreamente traté de salir de ese lugar.

Ganas suficientes no faltaron, pero algo lo interrumpió.

Horas de insano juicio.

Intenté de soportar.

Jamás me imagine que algo extraño sucediera.

Lo más absurdo se hizo realidad.

Más nadie lo esperaba, nadie.

Ni siquiera yo.

O al menos nunca se sabe cuando algo raro sucederá.

Palabras más o palabras menos

Que la vida se trasformó.

Roces húmedos se quedaron

Solos con su creador.

Tanto esperar y tanto escribir

Un día deben de terminar

Viejos los días cada segundo sin fin

Wow, a donde se detendrán.

Xilocaina para dormirme completo

Yaciendo en un lugar indicado.

Zarpando hasta nunca parar.

domingo, 27 de abril de 2008

/ * */

La verdad esta cabron. Buscando un poco de reconciliación y no encontrarla es como que regresar a un círculo que creía ya obsoleto. Perseguir visiones y tratar de ser coherente al mismo tiempo esta cabron. Dejar de mamar y de una vez por todas rendirme al culto del adios para siempre esta cabron. Esta cabron pensar que todo puede ser como antes y más cabron saber que no pasará. En todo aspecto de mi vida. Ya no vuelta atrás. Mientras yo siga manteniendo esta postura nada bueno puede salir. Esta cabron. Pero que se puede hacer si la persona es y respira igual que uno. No es posible sentirme así una vez más. Esta cabron ser como a veces no quiero. Y más cabron es este dolor de cabeza que no se quita y menos con una cajetilla al día. Esta cabron.
Necesito unas vacaciones de mi.

A pa berrinchito, mijo!









Después de zendo desparrame de mala leche supe que tan solo era necesario una ducha con agua fría. Es lo malo de tener diálogos internos imparables. Y como no hay nadie con quien platicar sobre eso, pues mejor saco toda la melcocha. Dejando así más espacio para solo puros pensamientos saludables. Ejem ejem, si es que eso es posible en mi cabezota.

¡Que siga el rock pues padres y madres santas!

Próximamente tendremos noticias del enmascarado de Salva y de las luchas internas para poder ganar las elecciones cerebrales.

Además admito la culpa.

Sé que nunca llegaré a presidente y eso qué.También sé que no soy un buen humano, tengo unos defectazos graves. Además de que mi ego casi siempre sufre de golpizas dadas por mi mismo se le suma esta ansia de querer y no poder. Utsss. Son inagotables las ganas de querer sacar todo. Al menos ayer se pudo en una medida aceptable. Claro que algunos se sacaron de onda, pero es lo que se busca. Ja. Un miniperfomance de repetición voluntaria del movimiento siempre es infalible. Lástima de mi bobalicona manera de querer ser amable.Amabilidad bien intencionada mal entendida. Ni modos. Ahi pa la oxtra. Ahh los Menospreciados rules!!!!Y la MAdame P. también se la sacó. Vientos por la fiestita. Esperemos que no se vuelva a repetir. Digo, lo gacho y feo, verdad?

Una última sentencia y ya me voy: ¿Como hacer que un enamoreitor no se preocupe por su persona querida? ¿Como evitar el acoso de las moscas en un pastel en medio de una cervecería? ¿Merezco la pena de muerte? ¿Me muero de pena?¿Algún día lograré ser un ciudadano afectuoso y responsable de sus actos? ¿Puede ser que algún día vea de nuevo sonrisas plenas y yo no tenga nada de que preocuparme? ¿De que me preocupo? ¿Existen las acciones bien intencionadas pero mal entendidas? ¿O mal efectuadas?¿puedo dejar de hablar conmigo mismo y hacer estas preguntas? Recuerdo el viento sobre el puente y me dan ganas de aventarme por las escaleras.

viernes, 25 de abril de 2008

Cuando en mi cabeza no hay nada que ver mejor veo el día.

Dejando atrás los calores y la desgracia de tener que tirar los nuevos plumones (inservibles casi al instante de destaparlos por primera vez) me aplico en el trabajo.

A las 3 es hora de ir a tomar unas cervecitas pa’l calor. Qué aunque trabaje en un lugar con aire acondicionado el aburrimiento se cierne a diario a esta hora. Existen varios barcitos cerca, pero la opción más cercana es Sanborns.

Nunca en mi pedorra vida me imagine ser seudocliente de un lugar así. Los bármanes, como casi siempre, ya me saludan y cuentan historias peladas. La confianza que da el beber a diario dos o 4 cervezas. Me cuentan historias de la noche pasada. De cómo todos les perrean a sus parejas, de cómo fue su primera experiencia sexual, de cómo chinga su jefa, de cómo su hermana le plancha la ropa y le da de comer cuando anda crudo, de cuanto llevan trabajando ahí, de cómo se curan las crudas y hoy precisamente el chaparro viene “en vivo y a todo color”.

Me cuenta que fueron al Pancho Villas y terminaron hasta las 4 de la mañana. Durmió 3 horas y se vino a trabajar. Llegó tarde y la jefa lo regaño. He visto a su “jefa” y es una gorda que siempre esta enojada, siempre con una jeta de “Hay que atender al cliente para que se vaya bien atendido” pero por dentro es una culera. Hace poco observé como los regañaba por poner unos trapos en el suelo... y se los iba a cobrar. Ja.

De lo bueno del barcito Sangrons es el clima. Es un congelador macizo. Hasta se te entumen las manos de tan fresco. Lo malo es al salir ya que la onda del calor te pega de inmediato en todo el cuerpo, haciendo que quieras regresar de inmediato al bar y no salir de ahí en un buen rato.

Pero como todo lo bueno tiene que terminar (aunque nunca queramos) regresé al trabajo a darle a los anuncios. Ya mis coworkers se han acostumbrado a que llegue medio entonado o semi ebrio a darle. Pero es que solo así me entran ganas de trabajar. Pongo un poco de roksito medio fresón para no escandalizar a las masas trabajantes y me clavo en los pinches anuncios. Cuando suena el teléfono contesto de manera automática y modulando la voz anuncio: Si que pedo, quien habla o Buenas tardes o Alóoo o Si bueno buenas tardes. Todo depende de mi ánimo. No me imagino que imagen se hayan de crear mis interlocutores o interlocutoras cuando contesto y les hago la plática para que la espera sea más amena. Es raro. Hay una chica de Monterrey que se queda platicando varios minutos conmigo en el teléfono. Me pregunta de esto y aquello y ella me cuenta de allá y a cuya. La peorcita era una de Municipio que siempre se colgaba a platicarme de su vida. Era tanta su cordialidad que me era insoportable durar más de 2 minutos hablando con ella, pero no sé como siempre alargaba la platica hasta casi 10. Argghhhh. La muerte es para mí: Hablar de más en el teléfono. Claro que existen sus excepciones, pero aún así. No soporto a Armando cuando contesta, salgo a la tienda, compro unos cigarros, regreso a sentarme en un árbol cerca de la entrada, prendo mi cigarro, veo los autos pasar (siempre esperando ver a alguien conocido), fumo mi cigarro, hecho la huevita, subo las escaleras, llego de nuevo a mi lugar y ¡él sigue hablando! ¡No mamar! Se me hace de lo peor. De la mas pinche educación. Hablar por fon. Y luego en susurros. Que pedo!!!!!!!! Me dan unas ganas tremendas de patear su piche teléfono o e metérselo por sus orejas por mamón.Arghhh. Una vez se tardó 20 minutos (contados) en el teléfono normal , solo para colgar , tomar su celular y volver a hablar otros 20 minutos. No no no es posible. Pero bueno allá él y su cáncer de cerebro, ja.

¿Qué otras cosas me cagan de mi trabajo? Pues mi trabajo en si me caga. Jop. Pero pues como diría Cristina ¡Ah! Pacheco: Aquí nos tocó vivir. Eso y que ahora hay camaritas que te siguen todo el día y no puedes meterte una cerveza y tomarla en tu lugar tranquilamente. Cuanta razón tenias George Orwell, cuanta.

jueves, 24 de abril de 2008

No existe razón.

-Regresando al punto de encuentro con lo aquello.

¿De verdad crees que todo se va a limpiar tan fácil?

--No pues la verdad no lo sé. Además ¿quién te preguntó?

--No es de preguntarse, es de verte la pinche cara.

--¿A poco te dice mucho mi deforme rostro?

-No. No es que me diga mucho pero lo poco que dice es más que suficiente.

--¿Suficiente para qué?

-Para saber lo que piensas animal.

--Ahhh, ahora resulta que soy un animal. ¿Te has visto al espejo?

-Si y muy seguido y no se porque lo dices, tú siempre me has dicho que lo eres.

--Pero no porque lo diga me lo vas a restregar en el rostro, llámesele cara.

-Ayy que bárbaro, eres tan dramático y mamón. De veras que existen veces en que no me hartas sino que me pregunto ¿Qué putas contigo?, ¿En que piensas?

--Pues casi lo mismo, ¿he? Ni creas que te vas a ir limpia y sana mente.

-Ja mírate. No me digas que estando así no lo voy a lograr. ¿Qué no me vaya? Si ya no estoy aquí wey!

--¿Entonces como es que te veo y escucho?

--Pues porque estás más que loquito.

--De nuevo mordiéndote la lengua.

-Sii y mira como me la arranco.

--Ah cálmate no es para tanto. Solo fue un arranque de emotividad desenfrenada. Ya sabes que sufro de Sobrecarga de Euforia.

-Eso a Mi no me dice nada.

--(Puts)

-¿Ya ves? De nuevo la carita esa de: ¿Qué chingados hago aquí? Si tanto te cago porque no te vas y ya. Mira que afuera existe y hay mucho espacio.

--Lo que pasa es que tú no entiendes nada. Crees que sabes todo todo TODO, cuando en verdad lo que sabes es nada NADA nada. Y si no preguntémosle al velador.

-El velador y Tú se pueden ir a la fregada. Lo que pasa es que tú vives en un mundo lleno de mamadas y seudo sueños. E s más se me hace que eres como retrasado mental. Leve, pero lo eres.

-- Ahora hasta tarado resulté. Mmmm, existen días en que me siento así, pero no por eso. Lo que pasa es que te sientes eclipsada por mi brutal personalidad. Eso es.

-Jajajajajaja, no me hagas reír pinche payaso..

--Chale porque me insultas, en ningún...

-Me vale madre, ahora serás tú el que se aguante la verga. Ya la aguante yo y ahora te toca. ¿De verdad crees que me siento “eclipsada” por tu “brutal” personalidad? Pero si tu personalidad es tan frágil y barata como un panfleto del metro, no me hagas reír.

--Bueno ya pues. Te pido perdón.

-Métete tu perdón por donde más rico sientas.

--Puta madre. ¿Ya ves como no dejas que la onda se ponga seria? Luego luego la agresión y la desconfianza. Me lleva. A ver ya aliviánate ni que hubiéramos chupado tanto.

-Pues tú ni chupas, pareces niña virgen. A mi déjame como soy y ya, tú, si tú no te hagas, te puedes ir por donde llegaste, si es que algún día estuviste aquí.

Los dos se quedaron callados ignorando a sus compañeros. El director de la obra se quedó boquiabierto. Nunca había visto a dos actores tan clavados en su papel. Además de que eran ciegos y mudos.

Piches actores cabrones se dijo el director.

Pd: Gracias a Ondafuzzo por la primicia. Tankiuberimunch Ponch!

¿Hay veces que ves eses?

Como ayer y hoy. Unas eses ( no fecales, obvio) tan fatídicas que hacen exagerar el bad mood.
¿De donde vendrán?
Será que la gente, ¿es la que hace que todo se vea lento?
Pero no. Ellas y ellos ni se meten.
Son los días que faltan para que todo termine, dicen.

miércoles, 23 de abril de 2008

Minimicrosegundos...

Sentí de nuevo esos cuchillitos en un punto justo en mi nuca.
Son como 200 alfileres al mismo tiempo encajándose en mi piel.
Además están conectados a un altavoz que llega a mi cerebro.
One more time como que una vibra, no sé si vestida de rojo, habla y me dice cosas.
Y se hace escuchar. Pero al menos ahora sé que se disipa conforme pasa la noche. Al otro día...como nuevo.
Pero eso si. No dejaré que su vicio de estarme queriendo poner en contra de lo que deseo me estorbe.
Me mantendré como lo he estado:G.S.A.P.

Sobre todo porque el trabajo es aburrido. Sino fuera así, otra vibra me susurraría.
G:E:

domingo, 20 de abril de 2008

Clases de Historia en el Tenampa.

Todo empezó el sábado. Un sábado gris y apachurrado. Como casi todos últimamente. Así que para que este no fuera igual me fui a dar el rol. Antes que nada hay que esperar el maldito camión. Tarda horas en pasar y debajo del sol, peor. Mientras llega observo a las ahora inseparables hormigas. Siempre están donde estoy yo. O yo estoy en donde están ellas. Es igual. Ellas con sus interminables caminitos de aquí para allá. En la parada hay una niña queriendo ser llevada a un lugar por el camino de la luz o algo así por 50 pesos. Los taxi no se paran y ella parece desesperarse. Más yo, pues el pinchurriento camión no hace su aparición. Hasta me hace pensar en ya no ir a ningún lado, comprar un buen seis y meterme a mi cuarto a escuchar melodías bruscas. Pero el destino lo quiere diferente haciendo para a el camión enfrente de mi. Subo acalorado y busco un asiento en donde el poderoso sol no atasque más mi cuerpo con sus santos rayos. Pero es inútil. Me siento y la ventana permite que pasen los rayos ultravioletas directos en mi brazo izquierdo. Bueno que tanto es tantito. Ya más negros no puedo tener los brazos. Calor y aire se mesclan. De mi gorra una gotita de sudor se escurre. Un señor a mi lado saca unas cervezas y se las bebe tranquilamente. Cuando se termina una la aplasta con su bota haciendo mucho ruido. Y la guarda en su mochila. Y saca otra. Pienso que debería mocharse con una. Pero pues no me gusta talonear. Así que mejor dirijo mi atención a unas morritas que suben y que como clásicas niñitas hacen mucho ruido con sus estúpidos comentarios. Fresimacuarrasemotivas. Yurghh. Dan miedo. Se bajan y la atmosfera se tranquiliza. Solo unos rebotes del camión causados por los topes dan el toque.

Por fin llego al destino. Bajo e intento cruzar la avenida. Pero varios autos me lo impiden. Tras esquivar varios camiones y autos logró llegar al otro lado. Prosigo el caminar. A lo lejos se ve una bolita de gente. Me acerco y veo que son puros preadolescentes dispuestos a ir a la fiesta de alguna quinceañera del barrio. Varios niños y niñas apestan a loción barata y visten sus mejores galas. Y todos ellos caminan por ahí. Creo que logró ver ala festejada. Y dijo creo pues es la más maquillada y la que tan solo al pasar a dos metros de mi inunda mi espacio vital con su perfumazo. Una tal Carla se queda corta. Me hace testerear mi nariz. Doblo a la izquierda, camino otros 20 metros y llego por fin al lugar de esta tarde. Entro.

El lugar esta como siempre: Azulejos azules y blancos, doce bebedores adornan el lugar, tres están dormidos, cinco en la barra y entre ellos una lolita que es acechada por un ruquito. Pido un litro y lo degusto con gusto. A mi lado hay dos gentes. A mi otro lado hay dos gentes mayores de edad. Uno más pedo que el otro. A lado de ellos están la Lolita y el ruquito cachorron. Platico con el “bartender” de x cosas. Me alejo de la barrota y tomo asiento en una mesa. Me dedico a ver el lugar. Amplio y muy azul. En la mesa de a lado existe un ebrio dormilón, al cual, le esconden su mochila. Ni cuenta se da cuando el Lobito la toma y la avienta en el lugar de hasta atrás. Ahí están una motocicleta, una bicicleta y cientos de triques. La lolita ha subido sus piernas en el regazo del ruquito y juegan una especie de adivinanzas con las manos. El ruqito roza con sus manos sus chichitas. La niña roza con sus manos la entrepierna del ruquito. Cachorrillos lo dos. Fácil él tendrá unos sesentaños y la niña, me dicen después, 16. El borracho dormilón despierta y se toca la espalda, sabe que le han robado la mochila. Y las chivas meten un gol al Morelia. El dormilón, ante todo la educación, me saluda. Se levanta y trastabilla un poco. Maldice a nadie y comienza su búsqueda. Me pregunta si no vi una mochila azul: Yo le digo que acabo de llegar. Me levanto y pido otro litro. La lolita ya con un descaro total soba la pierna del ruquito. Yo voy al baño. La meada sale como debe. Regreso al lugar donde estaba sentado solo. Solamente que ahora ya esta el dormilón ahí. Me siento y me dice: es que me caga estar solo como pendejo. Bueno.

El cabron este se llama Roberto y me platica su vida. Está pedo pero no tanto. Me dice que por andar de pedo no se fue con un amigo a Macallen. Le digo que ni se ponga triste ni se acongoje. Ni me entristezco ni me acongojo. Es más me vale madre. Y así transcurre la plática. A Roberto todo le vale madres. Todo. Hasta que se cojan a sus hijas. Es su panocha, me dice. Y pueden hacer lo que quieran con ellas. Mis hijas están más preciosas que esa pendeja que esta allá. Veo a la Lolita que para esta hora ya está de plano sentada en las piernas del ruqito. Yo me he cogido a mucha niña, mejor que esa. Órale pues. A Roberto no le importa nada. Ni los carros, ni la moda, ni las marcas, ni las mujeres. Bueno las mujeres no tanto. Me cuenta que el estuvo muy enamorado de una pero que le rompió el corazón. Pero le vale madres. Mmm si le contara Roberto. Seguimos con la chorcha. El ambiente ya esta demasiado tranquilo. Aún y con que a la Lolita ya la están besuqueando dos ebrios más. Mejor hay que movernos le digo a Roberto. Sale. Pero antes me voy a tirar una caca. De nuevo en el baño la caca pulkera sale con gusto. Ahh me siento más liviano. Parece que comí dos bistecs. Pero no. Solo fue pulke. Al salir del baño ya no hay nadie. La lolita y su comitiva han huido. Me despido de Uriel y salimos con rumbo al Tenampa.

Roberto me dice que este barrio es peligroso. Que te la debes de saber porque sino te madrean. Le digo que para que esperar que te peguen si puedes correr. Me podrás partir la madre pero antes me debes de alcanzar. Eso sí, dice Roberto. Y por fin se sonríe. Después de todo no odia todo. Me cuenta de cómo en Monterrey un día se topo con un alto mando del ejercito y de cómo le ayudo en una operación ultra secreta. Vaya vaya con el Roberto. Hasta agente especial resultó. A sus 65 años es todo un cabrón. Aunque este día se haya quedado dormido, le hayan escondido su mochila y haya perdido su vuelo a Macallen, Texas.

Llegamos al famoso Tenampa en donde usted es atendido por su bella propietaria. Roberto me deja ahí y se va. Yo me quedo. Pido una cervecilla. Tomo asiento. Las bellas edecanes meseras atiborran el lugar. Todas ellas gorditas panza chelera. Unas con pants y chanclas; otras con vestidos pegados a sus robustos y sudorosos cuerpos. Todas ellas riendo medio borrachas. Y todas feas como solo ellas pueden serlo. Creo que ese es su principal atractivo. Ser tan feas. La que está a mi lado parece el doble de Paquita la del Barrio. Y trae un pegue sensacional. Pelo güero, lentes de fondo de botella, vestido negro semitransparente y zapatillas doradas son su marco. Pido otra cerveza y le pregunto a la doña si puedo subir al segundo piso. Me dice que si pero que no hay nada. Antes entro al baño y como me suele pasar, entro al de mujeres. Shit. Ya ni modo. El lugar es tan pequeño que no sé si esa puertita es del baño de hombre o mujeres. Solo al salir me doy cuenta de que tiene un letrerito que dice: DAMAS. Ups. Ni modos. Abro la llave y lleno una cubeta para limpiar el baño que usé. Después subo al segundo piso. Al VIP como le dicen. Y enserio no hay nada. Solo tres mesas, una ventana y una especie de toliet cubierto por una puerta de metal mal cortado. Rústico hardcore. Al poco rato sube una pareja a darse de arrumacos. Para no ser mal tercio desaparezco. De nuevo me estoy abajo. Pido otra cerveza. Entre toda la concurrencia sabatina hay un viejito súper arrugado y de sombrero igual de viejo que él. Está como dormido. Por un momento me recuerda a mi abuela. Me le acerco le pregunto si esta triste: Querétaro ya no es lo que era, me contesta. Y de ahí no parará de hablar conmigo durante por lo menos una hora. Me recita todos los cambios de gobierno de este lugar y de la república. Los cambios de gobernadores, sus nombres, sus querencias, sus errores, sus metidas de pata. De ahí se salta a la revolución, habla de Madero, de Santa Anna, de Plutarco Elías Calles, de López Mateos, de aquí y de allá. El viejito ha despertado y todos lo van a escuchar. Pido otra cerveza. Habla de la pobreza de México y sus pinches habitantes, habla de los estados unidos y de porque es más chingon que México. Hasta las putitas que acaban de llegar como que presta atención a la breve pero maciza historia del don este. Voy al baño de nuevo. Pero Don Felipe ya se ha ido. MMm. Se me hace que esta noche solo me acompañan fantasmas. Platico un poco con ellos y se van. En su lugar esta una redondísima laidie. Le pregunto su nombre. Carmina se llama. Mejor me voy.

Salgo con rumbo desconocido. Solo mis pies saben que dirección quieren seguir esta noche. Así que no opongo resistencia y los sigo al pie de la letra. Por aquí, por aquí llego a donde se juntan todas las noches las Damas de la Noche, ja. Y Damos también. Saludo a todos con educación. Sus voces delatan su sexo. Me meto a un bar creyéndolo un bar. Pero una damita me dice que no es un bar. Mejor me salgo del bar no bar. Necesito una cerveza. Le pregunto a las susodichas (estas si son mujeres o al menos parecen) si no hay un Oxxo cercano. Me dicen que por la esquina. Voy a la esquina y compro una cervecita de lata. Regreso a ver a las chicas. Una chaparrita chimuela me pregunta por su chela. Le doy de la mía. Pero me deja con la mano extendida pues un cliente llega. Mejor me voy a platicar con la que se ve la más sabia de todas. Una señora delgada de pelo blanco que al verme con senda cervecita en la mano me dice: Te van a apañar los tiras si te ven chupando aquí. Le hago caso y sigo mi camino. Rodeo el río tomando traguitos a la cervecita. A lo lejos se escuchan mariachis. Sigo mis instintos y llego a un minigaribaldi con banditas de músicos por doquier. Entro al bañito de ahí. Claro antes hay que pagar dos pesitos por mear. Pago y meo. Salgo y me siento en los columpios. Unos niñitos se acercan y se mecen junto a mí. Solo que estos piches columpios están arreglados para no subir demasiado. Por más esfuerzo que hago no llego ni a dos metros de altura. Hasta lo niñitos están decepcionados de estos columpios. Buu. Columpios chafas.

Mis pies siguen queriendo caminar. Pues caminen que yo los sigo. Es lo bueno de tenerlos de mi lado.

Más calles por caminar, más gente rara por ver. Llego a un puente que pasa sobre la carretera libre a Celaya. Brinco la protección y me colocó a un costado de la pendiente de cemento que todo puente tiene. Ahí me fumo unos cigarros viendo pasar a los tráileres a toda velocidad. La Luna alumbra poca madre este sitio. Creo que nadie antes había descansado por aquí. Y nadie me ve, que es lo mejor. Otra vez invisible.

viernes, 18 de abril de 2008

Las extravagancias del aire.


Se dan y se sienten.

Un aire capaz de hacer sentir que la alegría está a solo unos pasos.

Por supuesto que no hablo de los pedos.

Hablo del aire que se oye por las noches. Ese que entra por la ventana de los cuartos y que aliviana este puto calor.

Hablo del aire limpio de hace algunas noches. Digámosle mejor viento. Además de todo fue viento serio. Hace tiempo que no sentía un viento así. Tan delicioso.

Poco después volvería a sentirlo. Solo. Por las calles donde abandonas tus pensamientos. Compartiéndolos con la banqueta y el asfalto vacío. Y con los cigarrillos que forjaba al paso. Sin detenerme en los altos de los semáforos. A esa hora no hay autos.

Eludir atajos no muy convenientes. Demasiada soledad los hace sospechosos. Mejor camino por donde deberían de pasar autos a 100 km por hora. Me desplazo por una empinada carretera. Me detengo a mirar las luces de está ciudadcita tan extrañamente afable.

Camino más y llego al lugar donde puede decirse que salvé una vida. Casi. Después salto entre enormes agujeros que serán futuras macetas de grandes árboles. Todo es inmenso cuando estás tan cansado y pensando en unos cabellos cortos.

De bajada todo es rápido. Llegar a casa y dejar que el calor se disipe. Y fumar. Claro, sólo quedan tres cigarrillos los cuales se evaporan en cuanto los sacas de la cajetilla. Pero el viento hace que todo sea más agradable.

jueves, 17 de abril de 2008

Si acaso una, ves?

Euforia, eso es lo que he llegado a comprender.

La euforia es lo que llena mi cerebro, mis ideas y mis actos. Así sin más. Una urgencia devora mis ganas de hacer cosas. Y no solo es querer correr o bailar o coger. Va más allá de cualquier pensamiento normal. Bueno, no tanto como no normal. Sino que se necesitarían de más instrumentos para llevar a cabo las ideas que eufóricamente aturden mi pensar. Imagino camiones, tractores, bulldozers, edificios llenos de gente disfrazada, animales amaestrados, enanos malabaristas, contorsionistas rusas rudas de grandes carnes y proporciones pantagruélicas, albercas llenas de espuma morada con olor a uva, cantidades extra de vino rojo, ríos de cerveza, montones de estilos de música, meseras bizcas, meseros elegantes y serviciales.

Además, ¿porqué no? Se necesitaría de grandes cantidades e paciencia, amor, hambre de conocer cosas nunca vistas, poemas dichos al calor de las copas, juegos inventados al momento, risas sin ninguna hipocresía y ademanes de buena educación.

También contaríamos con ventiladores o aire acondicionado, ambulancias para los que les pudiera dar un pazón, camas para los calientes, condones para los precavidos y dildos para los más desinhibidos. Todos con urgencia de hacer algo que no sea lo que están haciendo.

Urgencia de platicar, de moverte de ese estado, una deseperación por salir del lugar, una debilidad por estar donde no debes de estar, PARECER Y NO SER, buscar y encontrar.

Euforia de buscar de nuevo lo que tanto te gusta. Y una vez que lo has encontrado, mmmm, ¿que hacer? Lo más lógico sería disfrutarlo. ¡Así es! Disfrutar del gozo. Del ambiente tan raro. Del calor que tanto odias. De ver caras nunca antes vistas. De reconocer que ahí esta lo que tanto has querido.

Pero la euforia no solo se remite a circunstancias anómalas. También la euforia existe en los tranquilos momentos de sobriedad (puede ser ridícula o estática) en la cual la euforia hace que todo cambie de textura, color, intención y sentido.

Esa euforia, la que da la sobriedad, es tan complicada y difícil de manejar que puede parecer locura. Para algunos lo será. Para otros no tanto. Pero de todos modos te observarán extrañados de tu comportamiento. Nadie esta acostumbrado a ver a alguien eufórico al menos que se enoje. La felicidad eufórica, el amor eufórico, la tranquilidad eufórica, uts uts uts puede ser que nunca sea bien vista.

Pero para eso hay tiempo. Para dar a conocer estos estados tan poco vendibles. Tan subestimados, si se puede decir. Tan confundidos por las masas. Je. Las masas.

Nebulosas llenas de euforia invaden la galaxia y caen de lleno a nuestros pies. Solo hay que saber reconocerlas, guardarlas y dejar que sean. La euforia al poder. Presidentes eufóricos, jefes eufóricos, madres y padres eufóricos. Todos nosotros eufóricos.

Vivir en EUFORIA.

¿¡Entiendes Mendez!?

Que más da la situación.

Fugaces pasan los paquetes llenos de segundos.

Aún viendo ojos que se te quedan viendo, no dudas en que lo de ayer es real.

Pero solo fue eso: Real.

De ahí a que pase al reino de las fantasías y de los apapachos el tramo es gigante, sino es que; imposible.

Yo no dudo ni por 6500000 paquetes llenos de segundos que lo que hago es querer ser algo más. No deseo ni me apetece ser un excepto.

Sin embargo el olor del cuello y una sonrisa pueden poner de vuelta el universo. Y hacer que me quede flotando por eones en un ...no se qué. Puede ser un lado.

Nunca más. Jamás. Ni tantito.

Los cigarros se han vuelto a terminar.

miércoles, 16 de abril de 2008

Dead to the past, Blind for tomorrow.

Una ausencia desaparece.

Aunque no lo era tanto.

Ausencia.

Nunca lo fue de hecho.

Retomo un título de un post anterior.

Un simple placer. Tan complicado a veces. Lo es.

El frío acompañó todo. Qué buen frío.

Más sin embargo, no se sabe nada. Mejor aún.

martes, 15 de abril de 2008

The Cat Files.

se ha visto a un gato gigante caminar por la ciudad y recargarse en los edificios.
también por los parques y ahí defeca gran cantidad de popó gatuna. Yurgh.
pero como esta tan gordo es inofensivo.
Salve ¡oh gran gato cósmico!



lunes, 14 de abril de 2008

Construyendo el nunca.

Ni dices nada.

Sólo te mantienes en un lugar tan sucio y alejado que nadie se entera si es que hablas.

Y cuando lo haces brotan groserías, poemas, cánticos y de vez en cuando una palabra de amor.

De ese lugar te levantas. Subes al segundo piso y puedes divisar la calle recién mojada por la lluvia de la tarde. Como siempre enciendes un cigarrillo y te sientas en la silla roja. Ahí tienes un cuaderno rojo de hojas blancas. de más de una pluma Bic de tinta color rojo. Y sigues callado.

Ves las hojas del cuaderno. Son cuadriculadas. Notas con tus dedos los trazos de algún escrito anterior, esa hoja ha sido arrancada. Piensas en qué pondrás esta vez en la hoja. Casi dudas, pero comienzas mover la mano.

Arrancas la hoja y te la llevas. Abres cierta caja y tomas el folder color beige tamaño carta. Metes la hoja. Tratas de decir algo...pero sólo suspiras.

Sales a la calle. Semi nervioso caminas por las calles atiborradas de hormigas. Son miles de ellas. Se atraviesan en tu caminar. Parece ser que te trasmiten un mensaje con sus caminitos que forman de tanto caminar. Lo tratas de descifrar y te quedas callado. Mejor apresuras el paso.

Llegas a su casa y depositas el folder en el buzón. Se queda atorado. Lo empujas y alcanzas a escuchar que alguien sale del edificio de a lado. No quieres que nadie te vea, por lo que dejas el folder a medio meter. Casi corres sin decir nada.

De nuevo estas ya en tu lugar. Ventanas cerradas. Puertas cerradas. Solo dejas el foco prendido y la grabadora escuchando siempre la misma canción: North Berwick Witch Trials, de Cathedral. Tarareas la rola. Y solo así te duermes. Callado.

jueves, 10 de abril de 2008

Más que el respirar eres el parpadeo.

El cazador de mundos está detenido.

Llegó a este y se quedó boquiabierto.

Cuando miró pasar delante de él a una chica con vestido verde.

Y dejó de respirar.

Pero sus ojos continuaban trabajando.

miércoles, 9 de abril de 2008

Regálame esta noche.

Se cansó de creer en los milagros.

Sabía de qué de está no tenía salida. Al menos no inmediata.

La locura tocó su cabeza como si doscientos martillos la golpearán al mismo tiempo.

Ni la santa voz de ella la pudo apaciguar.

Mientras tanto, con pasos muy cuidadosos, se mantuvo firme en el trazo que le habían asignado.

Tenía que soportar (más de lo que un humano pudiese) esa carga instantánea.

Saber que no podía decirlo. Saber que podía ser un crimen. Pensar en que la lozanía del tiempo se había terminado. De todos modos nadie lo iba a querer ayudar.

El tormento era casi igual a perdida total de la memoria, una sordera cruel y una ceguera atroz en tan solo un parpadear de ojos.

Pensó en todos los milagros juntos. Al mismo tiempo y en un mismo lugar.

Pero no ocurría. Tuvo que vivir con eso toda la vida.

Y seguir como si nada.

martes, 8 de abril de 2008

El Hambre que da la paciencia.

El camino me ha dejado en un lugar desconocido.

En donde no sé si esperar, regresarme o seguir adelante. Lo mejor, he pensado tan solo hace unos segundos; es que me quede aquí. Es posible que alguien llegue y me diga como se llama este territorio.

Al estar parado frente a la entrada del lugar me doy cuenta de algo. Este sitio lo he visto antes. Obviamente en sueños. Así que mejor camino. Si confió en lo que he visto, nada malo hay adentro. Pero al abrir la puerta descubro lo opuesto.

Salgo decepcionado. Nunca debí de haber entrado. Pero la curiosidad ganó.

Mejor esperaré sentado.

Maldita curiosidad. Y nadie llega.

domingo, 6 de abril de 2008

Pulke mata metal.

Desde el jueves la onda de andar por las calles en estado no muy sobrio se volvió agradable. Así que el Sábado tenia la opción de ir a una conciertillo de rock. Así que tome una hoja y apunte la dirección. Salí de la casa y tomé un camión. Casi al llegar al lugar donde era el toquin decidí bajarme unas cuadras antes. El metal por este día se podía ir a fregarse. Tome la dirección hacia la pulquería EL BORREGO DE ORO. Este lugarcito es testigo de lágrimas y risas por parte del personal. Más de mí que de alguien más. Puedo estar seguro. Aunque en esta ocasión la visita era por motivos diferentes. Simplemente por gusto.

Así que llegue y me puse en la barra. A mi lado estaba Marcial, el vigilante del lugar donde trabajo y que tantas veces me había invitado. Pero solo hasta hoy se pudo armar. La onda era tranquila, así que pedí un pulque y Marcial me invito a dar un recorrido por otros tugurios de mala fama de por el lugar. Mientras yo me tomaba el pulke y el una cerveza, me contaba la historia de su vida. Yo lo escuchaba detenidamente. Ya sabrán. Antes rico y poderoso, ahora borracho y jugador. Ante todo fiel a su madrecita santa, trabajó aquí y allá, gran coleccionista de discos de rock, asesino de dones, gran madreador, boxeador, frontenista macizo, etc. Todo un estuche de monerías.

No se porque pero es muy seguido que a los lugares donde habituó beber casi siempre me sale el GRAN CABRON del barrio. Y esta vez no fue la excepción. Entre tragos me de chela me decía que le preguntará a Uriel lo cabrón que era él. Y pues si. Resultó que el ES URIEL y no Marcial. Pues se cambio el nombre para que su abogado lo pudiera desafanar de un asesinato. Así que tomo prestado el nombre de Marcial. Y Uriel, quien es el que atiende el lugar, no es Uriel sino Godoy. Algo así. Me conto de las madrizas que se organizaban y de cómo tenían que barrer toda la sangre de los madreados. De cómo se coge a un chingo de señoras de los bares. De cómo le gusta chupar, solo que este día estaba muy cansado. Aún así, cuando terminamos de beber ahí, nos fuimos al otro barcito.

Clásico. Todas las meseras lo conocían. Hasta los que tocaban la música lo conocían. Pedimos dos chelas y bebimos. Urielmarcial no dejaba de chulear alas meseritas. Una aparentaba tener casi 18 años. Gordita y con sus ropas ajustadas a sus enormes senos. Material de primera, me decía Marcial. No pues si, le contestaba yo. Nombrree y en el Tenampa las viejas están mejor. Vámonos para allá me dice. Y para allá vamos. Este es mi barrio decíame muy orgulloso. 50 años me respaldan. Llegamos al famoso Tenampa. Este lugar ya lo conocía. Solo que no recordaba como se llamaba. Urielmarcial supercoqueton con las gordis del lugar no dejaba de tocarles las nalgas. Eso si. El lugar no es más grande que un cuartito chico. Pegadas en la pared hay unas escaleras que te llevan al VIP. ¿Y ahí que onda? Le pregunté. Ahhh pues allá arriba si subes ya no bajas. La otra ve encueramos a una chava. A la que saludamos cuando entramos, a esa gordita la de las piernas bonitas. Si. A esa mera la encueramos y le dimos de nalgadas. Ya después me querían encuerar a mi. Pero pues mejor me escapé. Orale.

Bebemos despacio. Después Marcial me pregunta si no llevaba mochila. Le digo que si. Pero al parecer la dejó olvidad en el otro bar. Tranquilamente terminamos nuestras cervezas y vamos para el otro lugar. Y si. Ahí esta su mochila. Sana y salva. Se despide Uriel de un servidor y se va a su casa.

Yo me voy a mirar por ahí. Hace poco era un lugar visitado con frecuencia pero debido a errores de medida y precaución me ha sido vetado caminar por ahí. Así que aprovecho y camino por ahí. Paso por unas canchas. Taloneó a un morro un cigarro. Me ve medio feo pero me vale. Su novia me dice: Es un peso. Me voy. Las escaleras del puente son justo lo que necesito para fumar un poco en mi pipa. Aceite para el cerebro. Y no hacer tonterías. Me recargo en el puente y veo las vías de tren que pasan abajo. Recuerdos. Pssss. Sigo caminando mejor. Estoy en una esquina. Veo para la izquierda y mejor sigo caminando. Parquecito solitario. Pasillo aún más y con unas banquitas para dar otras fumaditas. Más aceite para el cerebro. Relajante. Así que camino y veo a unos fresitas comiendo tacos. La noche apenas cae. Y el Luchador esta cerca. Ahí las cervezas son baratas y el barman es chido. Antes de llegar un auto se detiene y me pregunta la dirección del hotel NOSEKE, los mando muy cerca, creo. Entró al Luchador y esta semivacío. Pido cerveza. Más. El gentilicio es mínimo. Dos señoritas, un parejita y un solitario carichillón son mis acompañantes. O yo de ellos. Una mesera que no veía hace años sigue aquí. Es de esas que según pasan las copas se va transformando de una fealdad pura a una belleza mágica. Y en este momento esta a la mitad. Le pregunto si me puede traer unos limones. Me los trae y se sienta a mi lado. Platicamos unos segundos pues al poco rato llega una horda de lesbianas universitarias seudo frescas. Al parecer hay un mitin de Derechos por ser Diferente o algo así. Mucho ruido y pocas chelas. Ponen al insufrible de Pepe Pepe en la rockola. Las damas cantan a todo pulmón. Nefaston. Salgo del lugar. Demasiadas lesbianas por un día.

Afuera puedo ver al escuadrón de la muerte bebiendo bebidas toxicas. MMM. Les doy cinco pesos y me junto con ellos. Al principio se muestran reacios y desconfiados. Pero al quinto trago de aguardiente ya estamos platicando machin. Algunos policías se comienzan a juntar a nuestro lado. Permanecemos quietos. No vaya a ser que yo me vea como fuera de lugar- pienso- así que mejor me quedo igual de quieto que ellos. Un policía se acerca y nos da las buenas noches. Buenas noches. Al parecer soy la nueva adquisición del vicio.

Un ex locutor, un trailero, un maestro y otros dos chavales son los que se juntan aquí. Parecen locos pero están demasiado cuerdos. Y platicamos largo rato. Hasta que se acaban dos botellitas de aguardiente. Antes de irme les rolo la pipa. Pero nadie quiere. Fumo y me despido. Nuevos amigos, je.

Ahora viene la parte que a todos nos da hueva. El camino de regreso a casa. Solo que esta vez se me hizo liviano liviano. Pensando en todo lo que hago. ¿Por qué lo hago? Que es eso de estar caminado por la cornisa de un gran canal a las tres de la mañana semi ebrio y pachecón? Sin embargo mi cabecita esta sana. Creo escuchar la sirena de una patrulla. Aviento la pipa. Pero ni hay nada. Solo yo y la noche. Debajo de mi está el canal. Son como 5 metros de caída libre. Pienso en dejarme caer. Pero mejor no. Otro día. Hoy no.

Llego a casa. Prendo la compu y una agradable presencia esta por ahí. Platicamos. Dos ebrios frente a un teclado semi borroso. Río. Al parecer ella también. Y como siempre le digo lo que siempre le digo. Sin novedad en el frente. Ella lo sabe, es la mejor, no se en qué, pero lo es. Y yo mejor ya me duermo. En la almohada se escucha mejor la música de su risa.

jueves, 3 de abril de 2008

Pink Monkey Blues

Ahora que me recuerdas...Cuando venía para la casa observe durante largo tiempo a una hormiga. Estaba perdida. Llevaba cargando un gran pedazo de hoja roja. Andaba entre las llantas del camión. La muy burra. Estaba perdida en serio. Al parecer perdió el rastro de hormonas que dejan sus compañeras. Pues eso es lo que siguen o huelen o sienten cuando están en fila india interminable. Me imaginé como vería a los inmensos camiones enfrente de ella. Lo más seguro es que no tuviera conciencia de ellos. Inmensos armatostes sin algún fin para ella. Poco después de estar viendo, le aventé una bacha de delicado. Como que se puso loca la hormiga. Varias gentes caminaban a su alrededor sin darse cuenta de ella. Y de que andaba extraviada.

Un gordo con gorra, una niña en shorts, una abuela cargando a su nieto, dos motos de la policía pasando raudos, un Chevy fiesta con música a todo volumen, dos chocadores y uno de ellos sordo, una joven suspirando quien sabe porque, dos gorditas sentadas platicando, dos cariputis a mi lado; uno hablando por fon y el otro clavado en su Ipod, una niñita preguntando al chofer del camión si la deja en tal lado, tres pasajeros observando a los que esperan el camión, una mujer cargando una bolsa de pan y un morro de secundaria con gripe pasaron por encima de ella y nadie la ayudó.

Al final la hormiga aventó el pedazo de hoja y se fue a su hormiguero. Sola y gozosa de haber encontrado su hogar. Feliz.

martes, 1 de abril de 2008

Negativismo crónico.

No hay nada mejor que decir adiós.
No hay mejor que desaparecer.
No hay nada mejor que no querer.
No hay mejor que vomitar frases de perdón.
No hay nada mejor que no querer ver la realidad.
No hay nada mejor que ser derrotado.
No hay nada mejor que no ser querido.
No hay nada mejor que la tristeza.
No hay nada mejor que la mentira.
No hay nada mejor que ser nada.
No hay nada mejor que morirse.
No hay mejor que sentirte ínfimo.
y no hay nada mejor que ser lo que nunca fuiste.
No hay nada que me haga olvidar, eso es lo peor.
No hay nada mejor que cambiar y no caber.
No hay nada mejor que recordar para olvidar.
Y no haya nada mejor que escribir tonterías para que nadie las lea.
No hay nada mejor que estar todo tonto.
No hay nada mejor que arrepentirse de último momento.
No hay nada mejor que nada te alegre.
No hay nada mejor que querer hablarle.
No hay nada mejor que nunca te conteste.
No hay nada mejor que vaciarme.
Y si aún así sigues vivo. No hay nada mejor que fumar una cajetilla diaria, o dos; para que de una vez por todas ya dejes este pinche pueblo llamado Tierra y que me lleven los ovnis.
No hay nada mejor que tener parálisis del sueño.
no hay nada mejor que ahogarme mientras duermes.
No hay nada mejor que creer y que todo sea una mentira.
No hay nada mejor que esperar a que nadie llegue.
no hay nada mejor que este puto calor.
No hay nada mejor que te tomen por un pobre idiota.
no hay nada mejor que llorar sin lágrimas.
No hay nada mejor que estar lleno de coraje, de vicio, de mierda.
No hay nada mejor que tener este dolor de alma o de panza; al fin y al cabo es lo mismo.
No hay nada mejor que estar engañado.
No hay nada mejor que amar sin serlo.
No hay nada mejor que ser sincero.
No hay nada mejor que ser un rogón.
No hay nada mejor que estar bien imbecil.
No hay nada mejor que tomar pastillas para estar bien.
No hay nada mejor que estar sentado en un café.
No hay nada mejor que leer: Gracias.
No hay nada mejor que desear ya no respirar.
No hay nada mejor que nunca ser libre.
No hay nada mejor que matar, violar, enajenar, engañar, mentir, robar, dañar, amar.
No. No hay nada mejor.

Mmmm...

No lo sé. A lo mejor exagero. Pero mi posición es la misma. Por el momento todo se puede traducir en tener miedo a odiar. Me acosté y miles de voces encabronadas me decían que pensar, que hacer, que decir. Odié estar acostado escuchando eso. Prender el televisor para calmar un poco ese miedo que ni siquiera existe. Que no puede ser. Odiar, palabra tan injusta como amar. Además de que son pasajeras. Y confunden. Al menos a mí. Te quiero pero odio lo que haces. Una vez escribí una letra para una rola de los Potato Crunch que decía en una estrofa: Ten miedo a querer pero valor para odiar. O al revés, no recuerdo muy bien. Se puede cambiar a: ten cuidado cuando quieras a alguien; pues lo puedes llegar a odiar. Pero de eso no se trata. ¿Porqué odiar al que no te quiere? Mejor te alejas y san se acabó. Solo que cuesta mucho ir y venir. Puede llegar a cansarte y destruirte. Y eso no es bueno.

Miedo a volver a caer. Dejarte envolver. Dejarme ir con todo para que de nuevo; aunque no lo quiera, volver a caer. Eso más que miedo es precaución.

Miedito a no volver a ver lo que tanto te gusta. Miedo a estar solo y loco para siempre. Miedo a convertirte en alguien normal y seguir por la vida como Juan Pérez Sánchez. Mieeedo a no cumplirme lo establecido hace eones. Miedo a dejar todo y no tener nada. Pero no es un miedo que te deje tirado o que no te deje hacer nada. Es un miedo que se queda por ahí. Adentro. Y que es natural. De todos modos por algo se invento el miedo. Para destruirlo, sobrepasarlo y seguir moviéndose. Dejarlo atrás. Pinche miedo inútil. Ay si miedo miedo.

¡A la verga el miedo! De nada sirve vivir en medio de pavorosos pensamientos si no aprendes de ellos. Dejarlos. Por eso muchas cosas no se hacen. Por el putito miedo. Ay si que tal si me pasa esto o me pasa lo otro. Pero si no lo sobrepasas y te quedas esperando a que llegue Juan Camaney ó Pancha Maciza y te lo quite, ya te chingaste.

Además el miedo destruye. Te hace chiquito y estúpido. Te quita de en medio con un soplo. Te hace ver mal. Te quita lo que das. El miedo es una mierda. Y ya.

Por eso queridos estudiantes—El profesor se arregla la corbata y los lentes—no deben tener miedo de los exámenes finales. Ni me odien si los repruebo. Y no vayan a pensar que no los quiero, es más, son mi grupo favorito.