viernes, 20 de febrero de 2009

Lo promentido es duda.

Solo hasta hoy pude subir las fotos del Dibujote que hice en Cafeteando (tengo tanto trabajo que ni yo me la creo, jojo) y pues aquí estan, disfrutad.
LA única donde se ve el "forraje" del Árboluz.
Lado izquierdo ¿O es derecho?, con trame!
Lado izquierdo sin trame.
Lado derecho sin trame

Gracias a Sergio y Alondra (Jovenes Empresarios Queretanos) por su apoyo y tralalá.
1,000,000,034,567,532,31.5 de GRACIAS!!!!!!!!

No podian faltar los creadores de este psicotito.
El ya tan clásico brindis dueño del lugar y amigo con el artistontosonriente por la absurda cantidad de alcohol que va a ingerir y gratis!!!
Y al sonoro rugir del grito a beber que es de gorra la banda se volvió loca.Yujjuuu!
Claro que esto es solo una mínima parte de lo que se cosumiobebió thats night.
Minireminisencias...obvio.

Y por último una clásico enfoque del criador en pose hartosonriente
pues estaba refelizote.
One more time, como dice la canshion: GRACIAS!







lunes, 16 de febrero de 2009

Primero 2 girls 1 Cup ahora Kids in a Sandbox reactions.

Hace rato puse las reacciones de la gente al ver el video de 2G1C, ahora he descubierto el de K.I.S. y esta reacción es pricelees:

Por lo demás ya saben que hacer (si es que quieren ver el porqué de la reacción del compa este) googlénlo o yahoonálo, y disfruten de ver algo que no se ve tan seguido. Auch!

¿Morbo? noooooooo. Solo curiosidad.

Las gemelas Schappell nacieron unidas por la cabeza, comparten el 30% de masa encefálica y son famosas por ser las de mas edad que permanecen vivas. Sus padres las llamaron Lori y Dori, pero al ser mayor de edad Dori cambió su nombre por el de Reba (decía que odiaba la rima de sus nombres), aunque ahora prefiere que le llamen George.

Cada una hace una vida por su cuenta. George es cantante de country y ha actuado por todo el mundo. También diseña equipamiento para personas con minusvalías, como la silla que ellas usan para desplazarse. Por otra parte Lori trabaja en una lavandería a tiempo parcial, aunque tiene que pedir permisos para acudir a los conciertos de su hermana, ya que no puede faltar por razones obvias.

Ambas son habituales de documentales científicos, invitadas a numerosos talk-shows y ferias. Viven en Pensilvania con su perrito Chihuahua, el cual tiene paralisis en sus patas traseras y se mueve con un invento con ruedas hecho por George.
Ahora una probadita de su musica:

Ahora un comentario de este vídeo en el TUTUBO:
If you raped that thing, would y ou get charged twice? And if you fucked the girl in the grocery cart, would you be gay because she is attached to a guy? And lastly, do they fuck? Like noone would go near that shit, so you would think they would play with eachothers genitals. Oh, would a prostitute charge double? Or would it go up exponentially?

Ahora mi muy humilde opinión de esta onda:
¡Que bonita es la Internet!

jueves, 12 de febrero de 2009

Disculpe señor hay una rata en mi café.

El mesero como si nada se acercó a mi lado izquierdo y observó calmadamente como el cuerpo de la rata estaba acomodado en mi café. Lo primero que se veía era la cabeza de la rata y su pelaje mojado, dándole ese aspecto tan común en una rata mojada haciendo que sus ojos rojos de por sí saltones parecieran que se salían de sus orbitas. Una patita descansaba en el filo de la taza. Lo que sobraba de cuerpo permanecía hundido en mi café. Y su cola, su maldita cola salía del otro lado enroscándose en el asa de la tasita cafetera. Y ante todo esto el mesero ni se inmutó.

--En un momento se lo cambio—Atinó a decir mostrando muy poco nerviosismo. Era un profesional por lo visto.

A pesar de que el restaurante estaba vacío sentí que todo el mundo me veía. Y la rata seguía ahí. Ahogada en mi café negro. El mesero lo había dejado ahí, enfrente de mí, mientras iba en busca del otro café sin rata adornando mi bebida matutina.

Obviamente pensé: Como este cabrón no se llevo esta pinche porquería. ¿Por qué me la dejó aquí? ¿Acaso quería que meditara sobre la vida de las ratas en su cocina, el cómo y el porqué una rata de tamaño medio había caído en la cafetera y terminado enfrente de mi?

Dilucidé el tiempo que le tomo morir a la rata en ese pequeño pozo lleno de café negro ardiente, si no es que ya estaba muerta una vez que cayó ahí. Las ratas son muy buenas nadadoras. Lo he visto en los documentales que pasan por la T.V. por lo que deduje que por muy pendeja esta rata pudo haber salido muy fácilmente de esa taza. ¿Entonces porque estaba ahí la muy comodina? ¿Le resultó más fácil darse por vencida y dejarse ahogar? No lo creo. Alguien la puso ahí sin duda alguna.

El mesero llego con una nueva taza de café. Se llevó la otra con todo y rata que ya parecía más una bolsita de thé gigante que un roedor mojado y muerto.

Introduje la cucharita que dan para poner azúcar en el café. El humo salía bailando sobre mis lentes. Movía la cuchara en el sentido de las manecillas del reloj tocando el fondo de la taza pensando en la pobre rata. Saqué la cucharita y observe que entre el azúcar que todavía no se disolvía se podían ver unas patitas. Una cucaracha era la nueva muerte invitada en mi café.

No me quedó más remedio que tomarla con la mano y dejarla sobre una servilleta.

El café se enfrío mientras descubría cuantas cosas pueden caber en una taza: Además de la cucaracha; una uña, un pelo güero largo y espeso, una tachuela roja, la infaltable mosca crujiente, una colilla de cigarro y un pedazo de lo que parecía gelatina obscura.

Está por demás decir que ya nunca volví a pedir café negro viéndome obligado a desayunar mis huevos rancheros acompañados solo con jugo de naranja agria y leche tibia.

Bon apetit!

PD.sAl borrachus que me abrió la quijada.Pidele perdon a tus hijos!!!!!!!!!!!

lunes, 9 de febrero de 2009

Y que se nos muere…

Lux Interior estuvo muy presente en alguna etapa de mi vida. Se podría decir que formo parte vital de los desmadres que armábamos mis amigos y yo en las fiestas. Con solo escuchar algunos acordes de “Bikini girls with machines guns” era el llamado para que se desatara la hecatombe fiestera. Alguna vez tocaron en el bazar de Villa Coapa pero no puede ir.

Divine y Lux eran mis ídolos en esa época, dos grandes artistas transgresores de todo lo establecido. Lo cual siempre me ha llamado la atención. Sea grotesco, infame, vulgar, bizarro y fuera de lo común merece mi curiosidad.

Quiero ser como ellos pero como no tengo el stage para permitirme esos “actos” utilizo la vida diaria (cuando se puede) logrando efectos a veces muy oscuros. Al menos en este lugar no se puede tanto como en otros. Pero en fin. Algún día será.

Por mientras:

Desde el miércoles estaba preparado para este fin de semana, había leído en un periódico en la sección de destrampes para el weekend toda una serie de eventos sensacionales y todos tendrían lugar en el centro de la ciudad: la presentación de un libro en la famosa pulcata “La Hija de los Apaches”; un homenaje a mi maestro de taller literario Eusevio “ya vio” Ruvalcaba en el Museo de Arte de la Ciudad de México, una fiestita garagera en el Dada X y para rematar un maratón de cine basura con dos opciones; la primera en el Ex-Teresa ó en el cinito de Benito Juárez. Parecía medio canijo completar toda la misión pero iba decidido a asistir a todos. O al menos eso pensaba ya que en el lugar que trabajo es lo suficientemente “cortador de ganas” como para que desistiera , pero al terminar mi turno salgo disparado hacia el metro pues el cielo amenazaba en convertirse en una masa negra húmeda y no tardaba en dejarse caer una esplendorosa lluvia.

Rumbo al metro Toreo observo como el cielo parecía que se iba tornando más claro y que la amenaza de lluvia desaparecería en cualquier momento. Un dejo de tranquilidad murmuraba en mi cabeza -- Ya estuvo chavo, sin la lluvia todo será más fácil. Mis tripas también hablaban y me pedían, por piedad, un pedazo de alimento el cual les negaba, no por falta de fondos sino por flojera de comer, me da una impresionante hueva el mover la mandíbula y tragar. Como todas las tardes de verano el metro estaba semivacío pero con todo y eso un calorcito humedecía mi frente la cual limpiaba con mi antebrazo, odiaría que una chica se me acercara y notara esas gotitas de sudor en ella. Trasbordo y subo en el siguiente vagón. Un olor denota el bajón de calidad de los pasajeros. Aquí el olor a sudor es más penetrante y picozón (no se porque diablos me fijo en eso), sin embargo todo transcurre en una tranquilidad brutal, este día el metro esta casi dormido a no ser por un niño sin camisa que grita al momento de cerrarse las puertas una estación antes de bajarme. A su lado dos chavos, claramente mayores que él, lo resguardan de no se qué, al gritar la gente voltea a verlo y nadamás. Un gritón más del metro. Pinche niño se veía tan dañado, su cuerpo flaco dejaba ver todas sus costillas y una capa de mugre en todo su ser le daba un aspecto de verdad maléfico.

Llego a Cuatemok y me escabulló por entre las puertas. Me fijo si hay rastros de lluvia en la gente que va entrando a la estación. Todos están secos pero con risas nerviosas y comentarios de örale por poquito y nos mojamos; por lo que deduzco: Chale ya empezó a llover. Y exacto, subo las escaleras y una brutal super lluvia se estrella en las calles de las avenidas. Ya son las seis, es lo bueno, la presentación comienza a las 7:30, por lo que me puedo esperar un poco a que pase la “brisa”.

La lluvia esta canija y mis tripas me vuelven a recordar que algo debo de comer. La jornada va a estar llena de chupe. Les hago caso y me acerco a uno de esos puestos de comida naturista. Los dependientes parecen que no son nada naturistas y creo que comieron gallo, pues con solo respuestas lacónicas responden a mis preguntas: ¿A como las alegrías? a-pe-s-o , ¿Tienes cerveza de raíz?-En -e-l--re-fr-i. Chale que les cuesta ser un poco serviciales. Me siento a lado de una caja de cartón que sirve de basurero y de depósito de comida para una familia de vendedores de muñecas de trapo de algún lugar de nuestra hermosa república mexicana. Cada pedacito de plástico que aviento a la cajita es recogida por una niñita de dos años para ver si tiene algo que se pueda comer. Lo siento pequeña ahora yo me comeré todo. Con pequeñas mordidas y con sorbos tranquilos termino tanto con mi cerveza como con mi alegría, pero la lluvia parece no ceder. Al diablo, solo son dos cuadras del metro a la Hija, así que me acomodo mi chamarra y salgo de la estación. Me paro debajo de un paradero de buses y me fumo un cigarro. Una linda damita está a mi lado pero a los pocos segundos de verme se sube a un taxi. Ni modo. Ahora cruzo la avenida con cigarro en mano haciéndole casita para que no se me moje el preciado tabaquito. Brinco charcos y camino debajo de lonas rojas de los puestos de dulces y de compactos. Las lonas chorrean litros de agua y la gente me ve ¿ofuscada? (chavo loco, que no ve que esta lloviendo machín).

Alcanzó a mojar a unas personas después de pisar con fuerza un charquito, cruzo otra calle y ya esta, he llegado a la Hija. Entro y me sacudo como perro el agua. Buenas tardes, buenas tardes. Pido un blanco ( no me gusta el curado) y me siento a lado de un señor que va acompañado de una señora cincuentona y de una niña, que con una bañadita y una tallada se vería muy chida. Les ofrezco un cigarro y los dos aceptan gustosos. La señora se abstiene. La niña lo coge como pidiendo permiso de fumar. El señor con un movimiento de cabeza nos da a entender “Si ya sabemos que fumas, no te hagas” y ella, con otro movimiento contesta “Es que ya no aguanto, aunque sea una fumadita y ya”.

Las paredes de la Hija parecen ahora más decoradas que antes. Hace unas pocas semanas un maestro pintor se dedicó a adornar las paredes con pinturas de Gloria Trevi y del el Gran Púas Olivares. Además una gran foto en blanco y negro de la entrada de la pulcata esta ahora colgada de manera que le brinda un vago sentimiento de arrogancia al lugar. He de decirles que antes este lugar era casi evadido por todos, pero de un tiempo a la fecha ha tenido una especie de renacimiento por parte de chicos universitarios fresones que según ellos quieren rescatar esta bella tradición mexicana. Y digo fresones pues los que este día iban a exponer su libro, no aparentaban ser bebedores de pulque, pues su mesa estaba llena de chelas y ni un solo tornillo se veía en sus manos. Y no dejaban de decirse “guey” el uno al otro. La clásica generación, recién creada , Big Brother.

De pronto, de la nada infinita, un aviso de mis tripas: Hay que cagar manito. Hijoles, alegría, cerveza de raíz y un pulque estaban haciendo de las suyas en mi estomago. Además desde el trabajo ya traía ganas. Mientras me aguanto un poco más, los chavos están acomodando una pantalla para la presentación del libro “Quien pidió este pulque”. Pero ya no aguanto y encargo mi pulque con el señor de a lado. Paso por debajo de la pantalla y me meto directamente en el pequeñisimo baño. La puerta choca con mis rodillas y lo que tiene que salir,sale. Ahhhh, alivio seguro. Ahora a seguir tupiéndole al pulque. Regreso a mi lugar y los tres, señora señor y niña se van. Me quedó solo en la mesa y pido otro torniquete. Los chavos piden otras chelas y no otros pulques. ¿De que se trata esto?

La lluvia ha amainado y solo unas cuantas gotitas piteras se dejan escurrir por la banqueta, Unas lindas mujercitas toman cerveza enfrente de mi, en otra mesa otros chavos ya medioentonados piden más chelas, yo diría que si vas a una pulcata hay que tomar pulque ¿no?, pero a ellos eso les vale madre y siguen tomado pulque. Entre los chavos de la segunda mesa puedo ver a una chavita que asistió a una exposición de pintura y me dan ganas de hablarle pero cuando veo que besa a su compañero desisto y mejor sigo dándole al pulke.

Ya son las 7:30 y no empiezan con el show, mejor pido otro pulque. Me levanto de la mesa y parloteo un poco con Don Pifas, que es el legendario dueño de este lugar. El señor es alburero a morir y repartimos caña un poco. Regreso a mi lugar. Ya los chavos fresas me hartaron por lo que dirijo mi vista a la mesa de enfrente en donde están los verdaderos lugareños del lugar: un viejito con alconforita en mano se sirve en su pulke un poco de Tonayan, el cuate que recoge los vasos y que esta aquí desde hace años esta a su lado y una señora calabaza les talonea sorbitos de la bebida. Vaya.

Poco a poco van llegando más asistentes y yo me acomodó para que lo que parece ser un maestro de los chavos se siente en la mesa conmigo. Se presenta y resulta ser el hermano mayor del cuate que va a presentar el VÍDEO del pulque. Un momento--le digo- ¿que no es la presentación de un libro?-- y me responde-- No, es la presentación de el vídeo de mi hermano-- Haaaa. Ahora bebo más tranquilo. Poco después llegan los padres de este señor y toman asiento en mi mesa. Se le puede decir mi mesa porque yo estaba ahí sólito. Ayyy pobrecito, en fin que llegan sus padres y comenzó una charla sobre el pulque y todo lo que lo rodea. Pero el señor prefería hablar de su hermano y tralala. Lo bueno fue que cuando ellos se sentaron traían consigo una linda hermosa damita, pero para colmos de males, era la novia del que iba a presentar el vídeo. ¡Ba! Mejor pedí otro pulque.

El lugar ya estaba lleno y se llenó más cuando a mi mesa llegaron dos señoras, ya maduronas, que resultaron ser la co-fundadora de la Revistas de revistas y otra amiga reportera, todas bien chupadoras. Después llegó, también a sentarse a la mesa Armando Jiménez, el famoso autor de Picardía Mexicana y asiduo visitante de este lugar, el señor ya iba medio pedillo pero como ya eran tantas personas en mi mesa mejor decidí irme a la barra.-- no joven quédese. No no hay proble. Pero eso si antes de irme le avénte un alburcito al Don Armando.

Llegué como pude a la barra y me pedí otro pulque. Para mi sorpresa había varios nuevos: el Centro Histórico y el Talina Fernández: chale, un curado que se llama talinda Fernández órale.

El lugar ya estaba a reventar, se los juro, no cabría ni un alma. La atmósfera parecía como de aquellos cines de las matinees de los años cuarenta nadamás que faltaba algo. Toda la gente estaba como que muy acá, muy guardando el porte, pero señores esto es una pulquería! y el que no se ría pues ... que me pida un blanco y se lo echo.

En fin que la banda de hasta adelante bien sentada y la de atrás bien sentada. Y yo en la barra viendo el vídeo que para mi gusto presentaba lo ya visto de todo documental sobre el tema: Visitas a pulqueras más viejas que matusalen, una entrevista con don Armando, una con el Pifas y unos cuantos planos americanos de borrachines hasta la madre de pulque. Nada nuevo.

Y yo me estaba miando.

Al terminar el docu me abalance hacia el baño de nuevo. Ahí ya estaba otros dos que les pasaba lo mismo que a mi. Regresé a la barra y me tope con la chavita que había visto en la expo de pintura. Me invitaba a ver a los Auténticos decadentes pero decline la invitación pues ODIO cualquier tipo de música reguesona o skatilla, y me dicen que esos cuates pues a eso se dedican. También me encontré a un viejo patinador llamado Psicópata y me contó como lo habían corrido de la Universidad por andar metido en el rollo ese del CGH y demás. Se despidió y se fue. Solo tomo unas fotos del Pifias, que si le salen como las tomó van a estar perras.

Me termine mi pulque y también me fui. Ahora directo a Tacuba al museo para ver a unos cuates escritores y presenciar el “merecido homenaje” a Eusebio Ruvalcaba.

Salgo de la pulcata y me arrimo a un teléfono publico, para hablarle a un amigo ilustrador que vive en la calle de Donceles y al que le pienso pedir resguardo nocturno. Amablemente me lo brinda, de paso le aviso que se deje ir al museo ya que el evento va a estar entretenido.

Ahora las calles están húmedas y cubiertas de una leve capa de agua que forma pequeños charcos, brindando un amable y templado ambiente al centro de la ciudad. Es tan raro sentirlo así, parece cualquier ciudad menos el defe. Pero si lo es y ahí esta ese tremendo edificio llamado el museo nacional de arte que me recuerda los viejos museos europeos. Además es la primera vez que entro en el. Conmigo viene un leve mareo debido a la bebida pulcosa de hace rato. Antes de entrar me atiborro de pastillas tic-tac para que sea leve el tufo a pulmón.

¡Bolas!, que cambio tan radical, entro al lugar y todo limpio, bello e iluminado. Ya son las ocho y media. Y la presentación ha de haber ya comenzado. Dejo mi mochila en el guardarropa y antes voy al baño, ahí están los infantables mingitorios automáticos, símbolo inequivocable de la modernidad actual, blancos relucientes que si no fuera porque reciben miados serían los bebederos por excelencia de cualquier ser humano.

Salgo del baño y le pregunto a un ¿botones? que donde se esta dando lugar el recital, me dice que en el segundo piso. Mientras subo me doy cuenta de que el lugar ha sido remodelado ó lo mantienen ultra cuidado. Todo parece recién hecho hasta los pisos reflejan mi cuerpo. Mármol como espejo. Llego al segundo piso y tengo que entrar a un salón, al cual me asomo y veo que está lleno de gente, pero lleno en serio. Enfrente de todas esa gente está la clásica mesa larga en donde están sentados lo exponentes. Entre ellos esta Ruvalcaba acompañado de los infantables lambiscones que adornaran con flores y estrellas todos sus escritos. Al final de la que ya parece exasperada masa de gente me encuentro a mis compañeros a los cuales saludo y les digo que mejor los espero afuera. Salgo del salón y me quedo parado junto a una columna del la sala de espera. Observo el techo adornado, muy churrigueresco para mi gusto, con rosas, ángeles y demás parafernalia de la época. Pregunto a un ¿botones? cuanto tiempo lleva la plática y me dice que ya casi llevan cuarenta minutos hable y hable. Ufff, mejor salgo a fumarme un cigarro a las escaleras. Mientras enciendo mi cigarrito unos niños juegan con un nintendo portable en las mismas escaleras, corren y se avientan dulces. Los adultos los observamos y civilizadamente los ignoramos. Me asomo un poco y veo que la gente ya esta saliendo del salón. Corren a formarse a las mesas donde se servirán los tragos. Por todos lados hay propaganda del Brandy Osborne, y me parece muy extraño que esta casa productora de licor sea la que edita los libros de Ruvalcaba, o al menos ignoraba que tuviera ese tipo de dones, el de editar libros a tipos como él.

Alcanzo a ver a mis cuates salir del salón medio atontados y me platican los pormenores del homenajillo: Esos cabrones nadamás de lambehuevos, pinche músicos balines y creíamos que ya no ibas a llegar. Claro que llegué, ¿Y como estuvo lo de la pulcata ?, pues de ahí vengo valedor, pues vamos a chupar, el alcohol va a estar imparable hoy, ji que si lo sabré.

Conforme sale la gente y después de formar la fila para la “barra”, de la nada salen dos líndisimas edecanes forradas de terciopelo negro ofreciendo más bebidas, estos de Osborne se la sacan, las chavas no paran de servir bebidas; vino blanco y tinto, ron con coca, anís solo o con hielos, exquisito pero falto el quesito. Nos arrinconamos y veo que el pasillo , antes vacío ahora esta pululando de vida literaria, un escritor famosón por allá, otro no tanto por acá y nosotros por allí metidos en una sabrosa seudo plática de como es posible que a este cuate le hagan un homenaje en sendo lugarsote, o al menos a mí me parece increíble, ya que después de estar chupando con él en una cantina de poca monta y sabiendo que es un pedote el señor, de pronto te das vuelta y ya le hacen un homenaje en el Museo, ¿pues que ya se va a morir? ¿ya se están dando cuenta la gente de que los homenajes se deben de hacer en pleno apogeo en la vida del homenajeado? o que chigados.

En fin , otra fila se forma, la clásica fila en donde todos los admiradores del maestro esperan hasta llegar a él y decirle lo chingón que es, lo bárbaro que está su nuevo libro, como ha cambiado mi vida desde que lo conocí a través de sus páginas, de que número calza, etc... y claro, que les dedique una firmita en la portada del libro: se lo dedica a mi hijita es que esta malita del la colita y cosas por el estilo.

Pienso que solo pendejos están formados ahí , pero después de estar rato esperando ver a un valedor lo veo formadito y ansioso por llegar a la mesita en donde esta Ruva. Tiene el libro agarrado con las dos manos y pegado a su pecho, sus ojos brillan. Que no mame, parece fan de Magneto. Por fin llega hasta con Ruvalcaba, mis otros dos valedores aprovechan y se acercan. Yo me río de Janeiro pero algo se apodera de mi y también me acerco. Chale, no lo puedo evitar.

-- ¿Que onda maestro?

--¿Que onda, como estás

Parece que si se acuerda de mi, y como no, si creo yo que nunca en su vida había cagado a alguien tan gacho como a mi.

--Oiga, ¿como le hago para que me hagan algo como esto?

--Tu escribe y sigue chupando.

Cámara con el consejo. Le hacemos caso y nos encontramos con otro amigo maestro de taller, MiguelAngel Menchaca, el cual al verme hace cara de semidisgusto, recuerda lo pedito que soy. El pulque y ahora la mezcla de este lugar están surtiendo efecto en mi persona, que cHido. Miguel Angel me comenta que debería de leer al maestro Ruvalcaba pero le contesto que no me interesa, a pesar de haber sido alguien que me diera clases no me llama el leer algún libro escrito por él. Me aparto u un poco de todo y me acerco a la barra. Alcanzó a reconocer a otra señora, como de unos setenta años, que en una lectura que tuve, me reprocho la manera que tengo de escribir, más bien sobre lo que escribo, los temas , según ella, eran demasiado fuertes y cochinos, ella me dice que es una romántica incurable. A pesar de todo me cae muy bien. Hablo con ella y me despido cortésmente, no sin antes dedicarle unas cuantas coplas versallescas. Camino de nuevo hacia la barra pero me interceptan mis cuates y me comentan que porque no mejor nos vamos al Lobo estepario; ese lugar no estaba en el itinerario pero ¡claro, con todo gusto! , pero antes dejen voy al W.C. Paso a un lado de la mesa de Eusebio y le veo a la cara, esta hasta la madre de firmar libros, me acercó y le pregunto si esta bien, el me dice que porque no mejor le traigo un chupe, okey. LE digo a un mesero que le sirva un trago al maese y me voy al baño. Salgo del baño y necesito más cigarros pero ya no me es permitido salir. Este bar de alta catego cierra a las diez...

Regreso con mis cuates pero en eso alcanzó a ver la cara de otro escritor conocido, ¿que onda,? le digo, Hola ,¿como estas? El esta muy bien acompañado de una amiga italiana y empezamos a platicar y la charla alcanza temas escabrosos tales como el satanismo como un medio de vida decente, las bebidas gratis están de pelos, etc. Me despido pues mis cuates ya van directo al guardarropa por sus sacos y mochilas. Les doy alcance y me voy con ellos, ya son las 9:30 y apenas empieza la noche en la ciudad.

Llegamos campantes y felicitos al Lobo, un bar que nunca cierra y que cobra veinte varos por jugar billar. Aquí acostumbrábamos tomar el taller literario y también tomar unos buenos alcoholes. Las mesas han sido juntadas para formar una especie mesota rectangular larga. Tomamos asiento y poco a poco van llegando todos los que estaban en el museo, ¡oh coincidencia! y entre ellos no podía faltar Eusebio con su bolita de amigos, grandes consagrados en las letras mexicanas, pero que yo no conozco.

Pedimos otra botella de ron y a darle. Como de costumbre me critican por mis cuentos, solo elcuate de a lado, que no conozco también agarra la onda y brindamos consecutivamente. Ya metidos de plano en una charla insólita, Oscar me pide que me pase a su lado de la mesa porque se gún un escritor quiere hablar conmigo. Cambiamos de lugar y le pregunto ¿Quien? me presenta a un ruco matudo y ya pedo, su nombre no lo recuerdo , pero según todos es un Maestro de talla cahuama. El me pregunta que si me han publicado y le contesto que no. El me mira indignadísimo y me dice: Entonces no me puedes hablar. Uyuyu, que mamón, pero su comentario tiene todo el efecto contrario yo lo refuto tanto que casi hago que me de unos madrazos. Le mentó la madre. Pinche ruco borracho de mierda, ya se creé la divina garza. Su acompañante una mamacita me mira como diciendo: Hasta que alguien le dice la neta, es un mamón.

Después de este altercado mi cuates me intentan abrir y antes de irme me quieren talonear, los mandó a freír ravioles y salgo de ese lugar. Antes me despido cordialmente de Eusebio y lo felicito por sus logros.

La verdad ya me tenían hasta la madre con sus pláticas de cuando te publican, he vendido más de 50,000 libros, estoy hasta la madre, ya veo borroso y demás palaburterías sin sentido. Ahora entiendo perfectamente a Bukouwski, los escritores somos entre nosotros mismos: mierda. Siempre terminan las pláticas igual, tu eres una mierda pero te respeto, yo también te respeto mierda. Aghhhh, me hartan.

Próximo destino: Dada X. Ya son las 11:30 y la fiesta ha comenzado.

Como buen borracho me tambaleo un poco. La noche y la calle esta demasiado tranquila. Como puedo llegó a la entrada del dady y entro sin más. Subo las interminables escaleras. Respiro tomado aire, pinche cigarro ya déjame. Llego a la mesita en donde están los cobradores. Antes que yo hay dos cuates que se ponen al tiro porque la propa decía que iban a cobrar 30 pesos pero ahora son cincuenta. Estamos en México señores, como creen que la propa decía la verdad, tontos. Meto mi mano al bolsillo de mi panto y saco el billelle. Antes tengo que dejar mi mocla en el guardamochilas. La dejo y me meto al antrox. Como todo este día, más bien noche, esta hasta la madre de gente. Directo a la barra expendedora de chelas. A veinte varos. Dame una oscurita. Como siempre cerca de la barra está muy bien iluminado pero más adelante las penumbras hace que cualquiera pase desapercibido de cualquiera. A pesar de la peda que me cargo logro divisar nalguitas de buen tocar y mejor meter. Pero como estoy solo y apendejado, camino por el lugar rozándolos cuerpos de mujeres, niñas, señoras y uno que otro cabrón que se me cruza en mi bamboleante paso. La música esta a toda madre. Puro material selecto y no escuchable en cualquier lado. A toda madre. Y es clásico que enmedio de tantísma gente te sientas ridículamente solo. A la verga, necesito encontrar al diyei para darle mis merecidas felicitaciones por poner músic tan cool. Otra vez, como puedo, llego hasta donde se supone que están el dj, pero lo único que veo es el stage con bocinas negras y gente borrosa, deveras que no veo ni madres. Pulque, vino, ron, anís, cerveza, se mezclan en mi choma y hacen de las suyas. Como no veo a nadie conocido me arrimo a las bocinas y dejo que el a todo dar volumen me desapendeje un poco. Mi mano sostiene el vaso de cerveza que milagrosamente-milargosamente no ha caído. Soy un cabrón borracho solo que se arrima a las bocinas a falta de amor. Solo el vasito de plástico se acerca a mi boca. ¡Bah!

La ciudad es demasiado grande, vasta y misteriosa que siempre te depara sorpresitas insospechables. Poco a poco mi vista recae en unas chavas que bailan enfrente de mi. Parecen poseídas por el rock. Las veo y las veo sin pedo. Termina la rola y una de ellas se va. La otra se me acerca, ¡wowi!, y comienza a platicar conmigo; ó ; me estoy acabando mi chela y veo a unas chavas bailando enfrente de mi, me acerco y quiero bailar con ellas pero mejor no, me regreso a las bocinas y me quedo ahí parado de nuevo. Una de ellas voltea y me ve, yo me vuelvo a acercar y le brindo un trago de chela; ó; un requinto de guitarra hace que pierda el equilibrio y casi tumbo a una chavita que voltea , se ríe y me pide chela. La cosa es que comenzamos a platicar. La mujercita es de Nuevo Lion y esta pedisíma. Trae dos guardaespaldas que ni me pelan. La chava esta línda, al menos eso medio recuerdo, y conforme avanza la plática se me acerca a la cara. Tenemos las caras juntitas y nuestros labios se rozan, y mis brazos siente sus pechos. Mmmm. Se acaba mi chela y le pido que me espere en un momento le traigo una. Ella dice okei y yo le digo: No te muevas de aquí. Nado través de la gente, piso a uno que otro y unas nalgas me impiden pasar, las toco despacito y su dueña voltea, sonríe y sonrío: ya son dos ríos y sigo mi camino. Llego a la barra de chocolate pido dos chelas más y regreso. De nuevo el marecito de gente, de nuevo unas nalgas y de nuevo la carita borrosa de la niña : única capaz de hablarme y cachorrerar con tan disímil ser humano, yougas. De nuevo la plática sin sentido, y de nuevo tragos al fondo, nos tambaleamos al compás de esta canción y nos tomamos las manos (uyy que romantico), ella me jala y me dice vamos a bailar, yo le contesto lacónicamente. Yo no bailo Pixies. Y se va. Desaparece entre la muchedumbre y nunca más la vuelvo a ver. Chingao.

Regreso a la barra , me tomo otra chela y me largo. Ya son las dos de la mañana, y yo ni en cuenta. La ciudad y sus semi-antros se tragan el tiempo como si fuera agua. Yo creo por eso ha llovido tanto, para que el tiempo se escurra por las alcantarillas y las ratas vivan más que uno. Bajo de nuevo las escaleras, me siento extrañamente más liviano ¿habrán sido los besos de la chavita?, casi me caigo llegando al final de las escaleras pero llego sano y salvo a la entrada salida. Ahí me saluda Ernesto (mítico vendedor de música para curar el alma de la lagunilla y excelente organizador de fiestas que hacen a esta ciudad un poco más soportable)( condecirte que el trajo a los Fuzztones ¡te das una idea?), lo saludo y me dice que ahora sí ya se acuerda de mi, va acompañado de su esposa, como puedo le hago mini plática. Toco mi espalda y ahora se porqué me siento mas liviano. Mi pinche mochila. ¿Donde la dejé? Le pregunto a Ernesto que donde queda el guardarropa y me dice que hay que subir y... ya me acordé. Me despido no sin antes amenazarlo con caerle a todas la fiesta que organice. Va.

Subo de nuevo las escaleras, mis pulmones no me agradecen en nada el esfuerzo. Llego de nuevo a la mesita cobradora y pido me den mi mochila. Me la dan y vuelvo a bajar las escaleras. Ellas ya me conocen y dejan que me deslice por ellas hasta la salida. Escaleras mágicas.

De nuevo a las calles. Ahora están mas relax. Ni autos ni gente. Solo la noche me escupe viento frío a la cara. Recuerdo que tengo que caerle a mi valedor. Abro mi mochila y meto la mano hasta el fondo para sacar mi destrozada agenda. Nunca me acuerdo de los números telefónicos. Marco el número y una voz me contesta. Oye caón, ya estoy aquí¿porque no vinieron?No pude. Puedocaerle a tucantón. Va.

Ahora a hacer trabajo de memoria caminera para recorrer los pasos que me han de llevara la casa del gueyese. Casi sin problems doy con la casa. Me paro un poco y me recargo en la pared de la entrada del edificio. Justamente alguien va entrando y justo mi amigo va saliendo a por mí. Viene ultra pacheco. Me invita a pasar. Siempre que entro en su bunker me recuerda a un viejo hotel que está en Chiapas, pero según la historia este lugar era un hospital. Me imagino que puro a loco pudieron haber tratado. Su atmósfera es tranquilizadora para cualquiera. Su color azul balneario se mete en tu alma y le da de cachetadas para que se calme. En fin. Subimos de nuevo como 600 escalones para llegar al depa. Me quito los zapatos, cual japomes, y me siento en el sillón. Un empujón me manda al suelo. No había visto que alguien dormía en mi lugar asignado. Mi valedor me avienta una cobija. Me acuesto en el suelo, alfombrado, y cierro los ojos. Hasta maraña.




Otro que se adelanta...

10.2.46/2.4.09
Rest in peace Lux...

jueves, 5 de febrero de 2009

14 de febebrio...un post que se adelantó a su época.

Póngole una bonita postal para todo aquel que le urga regalarle algo a la novia, al novio, a la amiga, al amigo, para la niña para el niño la esposa o esposo, amante o anexas, no deje detrás al hermano hermana madre padre hijo u hija de su que horror, etc,etc.

Pues aunque dicen algunos que en cuestiones de amour "ya se me terminó" aún hay mucho para dar. Si no pregúntele a quien sea y verán que aunque escaso todavia existe un titipuchal, aunque es obvio que yo ni lo conozco; por que ni a mi me quiero, jajajajaja. Sale pues.
Y como sin música no hay arrimones, caricias ni mucho menos apapachos pongo esto:

En lo que llega no hay nada mejor que hacer...
Dedicado a la banda defeña yea ñea!

martes, 3 de febrero de 2009

Leve historia del Atake de un Terminatorrr.







*Se agradece la colaboracion y participacion para este cybermamotretofotomontado de Alondra y Ary en el papel de las dos exoticas bellezas que sostienen al terminator, el cual es interpretado por el alzador de pesas semi-no-profesional Christian. En el papel del electrocutado un chavo de onda que se hace llamar El Profesor Bipolante Marlon.