Agradezco a Nestor por la croni desde la Madre Paria.Después de los estragos del sábado, me levanté a mediodía del domingo, me puse a escribir un intento de crónica antes de prepararme la comida. Me voy a vender al parque del Retiro, Alan todo preocupado por saber donde estaban sus cosas, no quería ni beber, lo convencemos a regañadientes de que vaya por dos, David me dice que el tiene su mochila, reímos un rato y bueno que sufra pa que se le quite lo pendejo. Se acerca otro boliviano disque a despedirse y me dice: "invíteme un trago no sea mezquino, yo ahorita compro otra", dos caguamas se convirtieron en nueve, y ya medio pedos dejamos la calzada de a lado del lago, para pasar al monumento de enfrente, donde solían juntarse a tocar los tambores, ahora sólo hacen ruido con instrumentos caseros pues el ayuntamiento prohibió que se toquen ahí las percusiones. Sonia y yo con la esperanza de conseguir yerba, se le ha acabado a mis amigos los hippies, pero no había conocidos. Seguíamos tomando ahora junkie-latas, se me acerca un menda pìdiéndome 20 euros por muy poca mota, le doy 10 me siento robado pero quiero fumar. La mota no estaba tan gacha, nos damos un toque y nos acercamos a la Latina para seguir chupando, compramos seis junkie-latas más encontramos a Achala, hippie-grifo-mexicano le digo invítame un toque, termino hasta la madre, me doy a la fuga hacia casa.
Lunes caos total, despierto a las 7am super crudo, sigo dormido hasta las 8:30, hay que ir por los parches antes de gastar el dinero en otra cosa, para acabarla de chingar traen el refrigerador nuevo, bueno al menos ya nos cambiaron la mierda que teníamos. Voy por los parches todo colgado, regreso a casa descanso media hora no aguanto el estómago, quiero vomitar para descansar, y no quiero por miedo a ver otra vez la sangre, no vomito, ni modo a trabajar.
Un día más de poca producción en el trabajo, me cuesta empezar, voy a ver al jefe y dice has esto y nos vemos mañana, no es que me de chance es que hoy no quiere hacerme caso, como siempre falta motivación, o me notará la pinche cruda. Llego a casa, pensando en que no me hayan dado el cambiazo de anaquel en el refri, todo esta bien. Me siento muy cansado, debería limpiar mi decadente habitación, mi compañera de piso haciéndole el pastel a su novio argentino (por desgracia), no hay como hacerme de cenar.
Voy a caminar y a ver si se me antoja algo por ahí, me siento pachecon, al final la mota esta buena pero era muy poca. No se a donde ir, camino de nuevo por la latina, veo a una pareja recargada un auto, ella chupándosela, pienso shia que tranza, en eso recuerdo a otro David, mexicano, perico, mejor conocido como el inombrable, el sábado me había dicho que cuando quisiera pasara al bar donde trabaja, me dirijo hacia ahí, a pesar de llevar casi tres años en Madrid me pierdo, tengo que preguntar, nunca había estado en Opera, sólo había pasado por ahí en el metro, me oriento y soy capaz de llegar a Gran Via, pero a la altura de San Bernardo, llego a la calle del Pez, pero el antro se me hace muy fresa y no veo a David, pienso en irme, las mesas están llenas, hace buen tiempo y todos quieren estar afuera, así son los españoles, se dice que aquí hay mas bares que escuelas. Me voy yendo y David me ve, me dice: "ahorita que se vayan de esa mesa te sientas ahí", estos se tardan un poco, y al levantarse veo a dos acercarse a quererme ganar, shia! que pasó, me les adelanto David llega con una cerveza doble, le llamo a David el boliviano, no se anima a venir, le llamo a Sonia tampoco quiere. Se acerca David y me dice quieres algo de comer carnal, pienso que va estar un poco caro, pero pido una hamburguesa, hmmmm, buena, con cebolla caramelizada y los jitomate cortados en gajos y medio asados, queso azul, lo peor era la carne le faltaba algún condimento. Sin pedir David se acerca con otra chela, observo a las dos inglesas que están frente a mi, y también volteo a ver a la gente, sentada en los portales, tomándose sus latas, me rió por que un día antes yo era el de los portales y ahora era el de la mesa, digo bueno alguna vez me toca de a fresa. David me ofrece un postre, me cuesta negarme, aunque estoy lleno lo acepto, veo como David controla a los meseros, como los manda y el se la pasa haciendo las cuentas de las mesas en esos block electrónicos de ahora, que sirven hasta para pasar la tarjeta de crédito, veo que la gente paga de a 30 euros y así, es caro. Vuelve David, no quieres café, me niego, bueno un desempance, acepto un vermut, veo como se vacían las mesas, me dice David que entre al bar, espero el golpe de la cuenta o que me proponga que compremos, se merecía la cooperación, me había atendido a toda madre, otro vermut, otro, otro, el esta haciendo las cuentas, sale y me dice vámonos. Lo acompaño a casa, pero no acepto pasar, me dice, no hay pedo vénganse a comer cuando quieran, mientras se pueda para eso estamos. Esperaba alguna triquiñuela y resulte más que agasajado, cachetada con guante blanco.
Regreso andando a casa por camino conocido, en Gran Via, me sonríe un wey, se me hace medio conocido, regresa y me dice que tal como estás, de donde eres, le digo que mexicano, me dice un poco aburrido no, yo le digo, no tranquilo he cenado algo y voy a casa, me dice la verdad quiero follar, me gusta chuparla, ¿te gusta que te la chupen?, me rió y me voy de ahí, que loca esta la gente. Bajo por preciados y me empieza a ladrar un perro, los músicos tocan para tres que andamos por la calle, llego a la puerta de Sol y veo a los mismos viejos de siempre sentados al lado del puesto de revista, los observo y veo que son gays, sigo mi camino, llego a Plaza Mayor, veo a lado derecho a dos chicas, me fijo si están buenas, y las veo besarse, del otro lado vienes dos hombres caminando, son italianos, se paran a besarse, ricattos di merda. Pienso que aunque frecuento Chueca, el barrio gay de Madrid, que me gusta porque podemos vender ahí, tomar y drogarnos tranquilamente, nunca había caído en la magnitud de la comunidad gay en Madrid, estoy rodeado de jotos, shiiiiiiiiiiiiiiiiia! Y eso que es lunes.
