viernes, 13 de agosto de 2010

De ovnis, ufos y parafernalia exotica,




Todo empezó con un complejo mensaje escondido.



Un ser de luz apareció por la puerta, pero nadie lo vio.


Parece ser que el también sintió la presencia.



Y tras recibir indescifrables mensajes en su teléfono celular...

...y pasar el túnel.



Ese raro túnel.



Las extrañas luces empezaron a aparecer por el cielo.




Hasta vimos por el retrovisor que una luz venía detrás de nosotros.



Una nave nodriza nos detuvo el paso.



Así de huevos un ser parecido a Anubis bailaba enfrente de nosotros.
Ya después todo fue un vomito de bellas luces.












jueves, 12 de agosto de 2010

El ruido del fuego

Tras varios intentos por correrme del trabajo que fueron infructuosos heme aquí de nuevo. No se para qué pero aquí ando. Y no será de más decir que la obrita de arriba esta dedicada a la niña Candy Sweet que aunque solo la vi una vez su retrobelleza me dejo a no na da do. Pero bueno de todos es sabido mi fragilidad para seudoclavarme con cada belleza que veo por las oscuras salas de los antros.

Recuerdo ese día, no hace mucho, me distraía caminado por las calles queretanas en búsqueda de sangre, tripas o cualquier dama de buen ver. El son era de tanta calidad que me hizo caminar por las calles sin ton ni son solo con el afán de conseguir lo que quería. Sangre, tripas y tetas. Si señor. El hombre esta hambriento y sale en búsqueda de señoritas de buen ver pero de mal pensar y que caigan redonditas en mis chaketas manos. Pero el cerebro pensaba otra cosa. Solo sentía una extraña megalomanía radical. Yo soy el que todo cura el que todo ve me decía con esas vocecitas tan absurdamente claras.

Así que caminar era la mejor dieta cerebral para no engolosinarme con tontas ideas. Calle tras calle desde mi trabajo llegó al “ruckbar” llamado El PERRO NEGRO que a pesar de su fatal nombre no llega a ser un local mugriento adornado con restos de viejos antros clausurados hace más de 15 años. Apesta a mediocridad. Pero ese día lo que mas apestaba era la soledad. Subo las escaleras y nadie corre por ellas, ni un burro sentado pasado de copas asiste mi entrada triunfal. Por lo que me dirijo a la barra que pululaba de nadie. Solo dos señoritas sentadas en la minisalita VIP que esta a un metro de mi cuerpo que tiembla en espera de que llegué el despachador de birria. Mis manos sudan y el tripi ya esta quedando casi al ras del suelo. Justo entra un tipo de mata guera y tez cacariza.

-¿Qué pasó carnal?

--Que onda.

--Una chela.

--Obvio.

Me la destapa y bebo con rapidez. Rapidez me deja solo con mi cerveza y el tipo me pregunta que ¿Cuándo vas a pintar caón?

Y recuerdo que quede formalmente en pintarle su local. Que hueva. Le enseño unos dibujos y queda encantado. Pero…las damitas que están sentaditas mostrándose leve por la oscuridad del lugar se paran de sus asientos y se dirigen hacia nosotros. La más bella pregunta:

--¿Son pinturas?????????????

Me cago en dios: Tanto por su absurda pregunta como por su tremendo parecido a Karen (Bazar perinorte. Pasillo 8 local 23. Fotógrafa. Culito noventero) o sea: Belleza Inacabable.

Y claro en el estado en el que estaba yo le hice la plática chiiiiida.

Pero aún no le veo de nuevo y quien sabe cuando la vea.

Así es la vida.