miércoles, 18 de mayo de 2011

Un cuento para desvanecer.

De pronto da miedo seguir. De permanecer. Se busca una salida o especie de, para mitigar lo que sucede alrededor. Sientes que se te ha terminado la imaginación. Y no te gusta creer en lo que ya existe. Deseas crear algo divertido, algo nuevo que cambie con la rutina, que todo se vuelva colorido y que masajee el alma.

Una skate nueva puede ser la solución. Volver a darle después de 3 años, o más? De no patinar. Reencontrarme con esa vibra, ese moverse sin parar. Esperar no hacer el ridículo cuando me una a la nueva bandita de skaters que viven por acá arriba. Espero no ponerme nervioso. O que mi panza la sienta pesada pesada, mis piernas secas, adoloridas, inflexibles podrán aventarme por las escaleras, podré hacer un mega gap como los de antes, cuando era el volador de papantla de constituyentes, o el alfombra voladora? TSsss la neta si me frikea. Pero tengo, debo de afrontar toda esa inactividad de tanto tiempo, encontrarme de nuevo. Porque si ando clavado con unas ondas muy perversas e inútiles.

Volveré al Df con una nueva tabla e iré a nuevos lugares a darle, simon con el Toño y el Olivia. Espero poder darle machin.

Le escribo la cartita a mi mismo, espero poder hacerlo. Tendré que dejar de fumar. La última vez que me puse a correr, fue cuando me invitaron los compas del trabajo a jugar futbol 7. Yo muy valiente dije: Va. Unas chelitas y a jugar. Pensaba que el jueguito iba a estar leve, que tiene eso de correr tras el balón en una minicancha. Cuando me tocó entrar al partido muy machin me metí y comencé a correr como loco. Parecía de esos perros locos que corren tras un auto que nunca pueden alcanzar, sudando machin, con una playera y un short gigantes porque no había de mí talla, parezco el Clavillazo con esa ropa bien holgada. La onda fue que me cansé en 5 minutos!!!!!

Las estaba dando. Sin aliento, mareado, asqueado de tanto correr sin razón. Me sentía como si me fuera a dar un pazón. Y las morras gritando Uuuuuuuuuuuu , ese huesos!!! Coooorre pinche marlon!!!!

Futaaaa no vuelvo a fumar.

Los compas me dijeron: Corres chido pero tu solito te burlas. Lo que no me explico aún es que había unos dones acá chonchos, gorditos macizos, que antes de que entraran a jugar estaban fume y fume. Pero jugaban mejor que yo sin pedos.

Mejor salí de ahí y me fui a sentar a las gradas con Citla y Maribel y Flor, ñeras compañeras que me dicen: Corres bien loco. Orale pues.

De eso fue hace más de un año. Y no he vuelto a correr nadita. Espero no cansarme igual patinando. Que a la hora de darle este todo cansadato de volada. Ñurrgg, nel. Es eso o desvanecerme.

miércoles, 11 de mayo de 2011

neurosis del tabaco

Tener que caminar más de, no se cuanto, pero visité Oxxos, Vigilantes, Farmacias del ahorro y guadalajaras en búsqueda de los famosos Delicados dorados de catorce que cuestan 20 varos. Ese era mi capital para mitigar mis fervientes deseos por fumar.

Pero obvio en ningun lugar los venden. Y pues me tuve que conformar con unos asquerosos montana shots de 14.

El chamaco que me los vendió me ofrecio la alternativa perfecta para mi neurosis: Pos desos no tengo pero que tal estos...son montana y cuestan lo mismo. Sin más le di los 20 pesillos. destape la cajetilla con ansias locas. Saqué el cigarrillo que me gritaba: No me fumes piensa en tus futuros hijos: Callate pinche cigarro y dejate prender. La primera calada sabe a gloria. La segunda igual. Pero extraño el sabor de los Delicados.
Prendo el cel y le hablo a I., le cuento mi desgraciada suerte. No Delicados solo Montana.

Camino placidamente por la bajada de candiles disfrutando de la brisa que hace que el calor no se sienta tan macuarro, y fumo. Hablo y fumo. Veo a una señora muy triste al momento que le digo a I. que mañana será un buen día y que los pinches monos de las tiendas ni saben lo que venden. la señora esta super triste, parece que va a llorar. Pobre.

Otro tipo pasea a su perro y comenta muy enojado que ya le habló a no se quien y que hasta tres mensajes le mandó. Ignoro porque su perro le mira moviendo la cola.

Porfin llego a la casa. Esta en total oscuridad y mi jefe pregunta que a donde habia ido. O donde estaba. Le respondo: Fui por cigarros de 20 pesos. Que pena me doy.