martes, 7 de julio de 2009

Reclamos de un hombre que empieza a engordar.

Sobre todo por la falta de actividad física. La emocional como quieran sigue por ahí, dando leves flashazos de vivir a la deriva.

Aunado a todo eso las adicciones se suman sin reparo. Más accesibles cada vez pero igualmente absurdas.

Cada fin nuevas propuestas para el desahogo semanal y que igualmente terminan en lagunas mentales.

Así que al despertar me pregunto, casi siempre: ¿En donde putas quedó esa memoria tan prodigiosa que solía abundar en mi cabeza? La respuesta es fácil: Nadie putas sabe.

O más bien si lo sé. En los miles de minutos encharcados en cerveza y alcohol de 3ª., en los millones de segundos envueltos en humo de cigarrillo y de mota maciza y no tanto; en las madrizas que me dan en mis cumpleaños y en los no cumpleaños, en las caminatas meado en medio de la gente, en los putos encabronamientos por trabajar rodeado de gente obtusa y banal (pero con los que tanto me gusta gastar fuerza y energía saliendo a “divertirme” con ellos) y muchas cosas más.

Bueno ahí esta. La memoria desgastada y vaciada de manera grosera. Y jocosa chacotera.

Esta de más hablar, en este caso ESCREVER, que de vez en cuando las situaciones desembocan en momentos realmente agradables tales como: Dar cátedra sobre “El Paso del Gigante”, poner lonas en casa ajenas y quedar con un brazo desfigurado, dar paseos a velocidades altisonantes en autos “pimpeados”, entablar charlas picantes con señoritas y señoras gordas y feas, ser reconocido en el bajo mundo por hacer slam semidesnudo y con tacones en un concierto de las Ultrasonicas y aún así ser invitado a besar las mieles de una niña hace años no vista (claro que nunca sucedió).

Y mi panza crece sin cesar. Estoy cambiando cual niñito de 15 años al que en vez de pelos en las axilas le está creciendo una panza.

Bueno, pienso que es justo…yaaaaaaa a mi edad es hora de “embarnecer”, más bien Em-Barney-ser (panzocito you know)

Solo por eso me meteré a un Gym y pondré a mi cuerpo en forma. O de perdis haré abominables por la mañana…¡Seguro que si!