domingo, 30 de marzo de 2008

La esperanza no es un plan.

Sobre todo cuando piensas que las cosas van bien. Nunca sabes cuando la felicidad puede ser saboteada. Puedes ser tu mismo el saboteador. Y esto lo he aprendido. Tarde o temprano hay que visualizarse en otros parámetros. En otro lugar y con otras gentes.

Todo esto se puede planear, pero no la esperanza. Está surge en momentos en que ni cuenta nos damos. Puede ser que nos quedemos sin duda alguna. De que no hay más. Y de pronto, de la nada, surge un pedazo de expectativa. Sin planearlo.

Se puede notar la delgada línea. La separación de seguir así y poder cambiarlo. Y la esperanza no tiene nada que ver. Ni los planes que hagas. Casi nunca se hacen realidad. Al menos que te empeñes en las cosas o actividades que te brindad paz. Tranquilidad.

Por naturaleza, parece ser, mi quisquillosidad ante el ambiente puede destrozar mi mente. Me sumo en la desesperación de no poder llevar a cabo mi fin. Luego el calor, la ignorancia, el ruido, la peste y la incapacidad para sentirme bien dan al traste con mi tan preciada actividad.

Miles de ideas pululan en mi cabecita y solo dos se pueden realizar. A veces ni dos. Que fatalismo.

Por más drogas que intente nada cambiará. Todo seguirá igual. Por más que quiera hablar y ver todo seguirá igual.

Lo bueno es que llegará la noche y todo lo anterior desaparecerá. La energía volverá a mi y podré hacer lo que quiera. El viento refrescará mi espalda. Los colores aparecerán e inundarán mis pupilas. Hablaré y veré el rostro amado. Y las drogas surtirán efecto. Yea.

En pocas palabras: ¡Odio el calor y la música grupera!

viernes, 28 de marzo de 2008

La modestia molesta.

Ha falta de que suceda algo extraordinario lo tengo que fabricar. O al menos en mi cabeza me tengo que imaginar qué lo que esta sucediendo es fuera de lo normal, de lo que dictan las normas del buen comportamiento. Aunque me he dado cuenta, demasiadas veces puede ser; de que puedo llegar a incomodar a los que observan tales sucesos. Pero que se puede hacer si eres un yonki de las cosas extraordinarias. Nuestras vidas pueden llegar a ser tan aburridas, que es necesario la aplicación de esta “técnica”. Lo malo es que, por lo regular, nunca me acuerde del “suceso extraordinario”. Por extraordinario no me refiero a que sea una exquisitez o una rebanada de buen gusto; si no al contrario. Pueden llegar a ser actos de total irreverencia hacia la autoridad o hasta a uno mismo. Y eso puede llegar a ser peligroso. Llegar a tocar ese punto de quiebra en la otra persona. En decir ya basta. Es un acto subversivo con fatales consecuencias. O si no fatales, si muy dolorosas.

Sin embargo, cuando todo sucede dentro de ciertos parámetros, el resultado puede llegar a ser alentador. Pero nunca hay que caer en la autocomplacencia de que por si una vez salió bien, en la siguiente pueda ser mejor. En mi caso es algo que nunca se podrá saber. Porque ni yo lo sé.

Mantener la distancia con ciertos factores dentro de mi vida me ha llevado a tomar algunas precauciones. He llegado demasiado lejos y parece ser nada bueno. Mejor ahí la dejo. Ya experimenté demasiado conmigo mismo y los demás.

De todos modos lo extraordinario puede ser siempre fabricado sin la necesidad de que otros ingredientes intervengan. O al menos no por aquí.

Si la causa de todo era buscar “momentos extraordinarios”, se logró. Pero fueron equivocados. Fuera de lugar y hasta del espacio. Esto visto a una prudente distancia y con ganas de verificarlo. Puede ser que esta conclusión sea estúpida y zonza. Pero cuantas cosas no lo son y nos vienen a molestar en los buenos tiempos. Y cuantas lo son y nos brindan un agradable disfrute. En fin que solo son ganas de comunicarme with myself. A falta de algo extraordinario esta noche... pero claro que existe la posibilidad de que puedo estar 100% equivocado.

jueves, 27 de marzo de 2008

Hoy no hay nada.

Hoy me acorde de algo. Y de cómo se le debe de hacer para que no sea tan rudo el despertar.

Permanecer tranquilo ante las tremendas descargas casi eléctricas del sol.

Sé que por más que me mueva no se va a quitar. Solamente se te escurre por dentro.

Como palpitan las sienes. Como me ardían los ojos. La boca seca con las comisuras blancas. El cabello se me caía en mechones. Los dientes duelen. La garganta ruega por agua. Como si se tratara de un concurso para ver quien es el más miserable.

Proseguir ante el mareo. No dejarse inmutar por las manos dormidas. Ni las piernas rotas. Ni por el dolor de espalda de tanto fumar. Mis pulmones se están acabando. Sin embargo un cigarro más entra sin cuidado. Hablar por teléfono al doctor. Ir al consultorio. Recibir miles de pastillas. Tragarlas. Y dormir de nuevo sin que un brazo te pase por la espalda.

Me consuela el viento y unas luces que se mueven por el aire.

Vaya recuerdo.

borr-oso

es ver.
y ser golpe y olvidarte,y quererlo.¡que bueno! no poder .
verte.nariz raspada.no saber nada.
verte.
ya no soy lo que fui.
piel.carne.
olvidar.
muerto.
celoso del él soy.

martes, 25 de marzo de 2008

Sube y baja.

A todos nos gusta adorar algo. Bueno, a casi todos.

Existen quienes adoran a su cabello. Hay quienes adoran a un perro.

Por extraño que parezca a veces nos es difícil saber que adoramos algo. Tienen que pasar años para darte cuenta cuanto adorabas tal o cual objeto. A veces lo que crees perdido y cuando lo encuentras es algo muy reconfortante.

“Pepito encontró de nuevo su moneda de la suerte, la cual había extraviado hace catorce años. Es por eso que viene llorando” me explicó una vez la mamá de Pepito. Hasta se hizo un collar con su dichosa moneda.

Otros adoramos momentos, acciones, caídas en cemento, arrancarse los vellos de la nariz, tirarse pedos, eructar, comer del suelo, sacar bachitas del basurero, escudriñarse la cara en medio de la gente, patear al enemigo, reírse del absurdo, no soportar el olor a niño sudado, comer nada, beber mucho, beber mucho más, no beber, drogarse, patinar en pleno verano, suicidarse, darse, completarse, verse, oírte, escuchar y sobre todo lo más importante Fumar.

“En cuestión de adorar, es como cagar” dicta el viejo refrán cantonés. Según esto me decía el viejito vecino de mi casa,“...pues todos cagamos igual pero siempre diferente...”.

Y como siempre tenía la razón.

domingo, 23 de marzo de 2008

Pand Ass.

Eso de los juegos olímpicos se me hace una tremenda mamada.

Hace años que cierta gente ya le había puesto el ojo a China y todo lo que por allá se hacía. Solamente que ahora por eso de los J.O pues ya esta como de moda la onda chinesca.

Cuando viaje por primera vez a Pekín ( ja) todavía se podía respirar en el ambiente el comunismo en todo su esplendor. Nada de complicaciones capitalistas ni nada de querer poner a las ciudades muy modernas. Todo era concreto gris y un chingo de gente parecida por las calles. Aunque ya de cerca podías ver que no eran tan parecidos. Fuimos a algunos bares a emborracharnos con cerveza Heineken, que es de las que más se vende aparte de las marcas locales. Patinamos por varios lugares. Lo mejor de China es que sus parques y demás monumentos están hechos de un mármol poca madre para hacer trucos.

Algo de lo más chistoso es que la gente se nos quedaba viendo como si fuéramos extraterrestres o saltimbanquis de la 5 dimensión. Aplaudían ante cualquier truco. Ya fuera un ollie o un Smith back grind en unos barandales.

Como bueno turistotas nos paseamos por la plaza de Tian'anmen y la muralla china. Años después se convertiría en un lugar lleno de publicidad por la hazaña de Danny Way al volarla con su skate. Aquí pongo el vídeo nada más para que vean que antes que todos, los skaters ya estaban con los pies por allá. Haciendo mirar al mundo hacia china.

Estuvimos casi un mes y fue una experiencia llena de descubrimientos y experiencias chichas machichas.

Así que por favor: Di no a los Juegos Olímpicos.

Dejó el video.

Dato curioso: Lo hizo con su tobillo desmadrado!

Pd: Ante todo ¡Gracias a P:)!


viernes, 21 de marzo de 2008

El chiclepistola.

Parece ser que cuesta escuchar.

Destapar los oídos a consejos puede ser útil.

Sin embargo hay que amaestrar al cerebro.

Es lo malo de tener uno medio salvaje, mal hecho o demasiado necio a querer complacer.

Pero por algo se empieza, dicen.

Suele pasar que necesitas patadas, adioses, crudas, depresiones, felicidades, pláticas, errores, aciertos y demás cosas para aprender.

Por eso hay que tratar de conseguir los ingredientes adecuados. Un poco de esto y un poco más de aquello y puede ser el resultado sea un rico hot cake de colores. Quien sabe. El cerebro tiene que escuchar, más…

miércoles, 19 de marzo de 2008

LA DIVERSIÓN DE MORIRSE.

La causa debe de haber sido la gran bola roja que apareció en el cielo en la tarde. Casi sin duda. Suspendida de la nada.

El frió se apoderó de cada unos de los humanos que se atrevía a caminar por la espesura del bosque. Rápidamente se metían en las cuevas diseñadas para eso. Para refugio en ocasiones como esta.

Adentro de las cuevas preparaban una fogata y calentaban bebidas extrañas. Tenían que esperar a que la Bola roja se fuera.

¿Pero que era ese extraño balón rojo casi naranja que flotaba sobre las nubes? Nadie lo sabía. Solo despertaba al antiguo temor que habitaba en cada uno de los humanos. El miedo a lo desconocido. Y aparte rojo.

Tras pasar más de diez horas la gran bola roja subió hasta desaparecer. Los humanos pudieron así salir de las cuevas. Observaron el cielo que ya era azul intenso. El sol brillaba con intensidad. Todos se abrazaron y partieron hacía sus casas.

Una vez más la gran bola se había ido. Lo que restaba del día siguió con normalidad.

Fue así que los animales se empezaron a comunicar con los humanos.

martes, 18 de marzo de 2008

Los lujos de una vida que no tendré.

Llego a casa hambriento y me topo con la fodonga de doña Chale. La chismosita de la vecindad. Mejor ni la saludo pues ya sé que me va a ametrallar con decenas o quizá cientos de historias que no quiero escuchar. Me caga la señora la verdad. Pero aunque no quiera escucho su cantaleta diaria: Fíjese don tomas que la señorita luisa ya tiene 4 meses de embarque, la seño carina ya le puso de nuevo el cuerno a don matias , ¿y que cree? Pus que don matias nada burro pero si chivito le puso unos madrazos épicos.

--¿épicos?

-Si. También me enteré de que…

Abro la puerta de mi casa y me meto rápido rápido. Le cierro de un aventón la puerta en su carota arrugada. Chismosa y Federica la pobre doña chale.

Sabrina me recibe con un hola papi. Su pinche madre la tiene de nuevo toda puerca.

--¡Magdalena que pedo con Sabrina! ¡Esta llena de mierda otra vez!

Magdaseño (como le digo de cariño) sale del cuarto hasta el pito de no se qué. Como puede ser pvc, ácidos, mota o simplemente peda. Trata de decirme algo pero se caga de la risa.

--¿Ahora que te clavaste pinche magdacerda?

--Nada nada, es que se ve rechistosita la sabritas toda llena de melcocha. Futa huele bien de la chingada.

--Pues como no. Mírala. A ver dime que te clavaste hoy.

--Oh. Pus unos acitrones que tenía por ahí.

--Hijoles como serás. ¿Me guardaste unos?

--Creo que yes. Mira ten.

--Chido-.

Me los trago. Son unos aliens y están ponedores. Veo a mi pobre hijita y me dan ganas de darle unas patadas para que ya no se ande cagando. A los 5 años eso ya no se ve tan gracioso como a los dos. Pero bueno que le voy a hacer, la pobre parece que ni siente. Mejor la baño.

--papi ¿me quieres mucho?

--Si mija. Así de grande te quiero.

-Yupi!

Pinche Sabrina esta bien loquita. Una vez se puso con una mona que dejó magda en la cocina. La pobre andaba gateando al revés. Jaja.

La visto y la dejo que salga a jugar. Es hora de cotorrear con su jefa.

A ver Magda ven para acá. ¿Qué quieres cabrón? Nada solo platicar.

Magdalena le hace el honor a su nombre. Por todo chilla. Que por que se acabó la mota: chilla, que porque ya no hay pisto: chilla, que porque el América no va a clasificar:¡Chilla!

Me pongo a platicar con ella de pachekeses. Además el acidito ya me esta poniendo bravo. Así que aprovechando el viaje me aviento un kiki rapidin. Listo. Rico eyaculo y ella se corre que da gusto. Nos damos unos besos y me lanzo por unas chelas.

Saliendo de la tienda me topo con unos puercos de MIERRRRRRRRRRRRDA. Me jor me hago semi pendejo y como que voy chido. Bueno no tanto. Putsss.

--Hey Joven. ¡Joven!

Me lleva la que me trae.

--¿Qué pasó joven? Que ya no se acuerda de la bandera.

Volteo y clarito reconozco al Puchitas. Ya es poli.

--¡Que tranza mi puchitas! Chale a poco ya eres tiroides.

--Pues casi casi capitán. Así que ya no me digas puchitas. Dime Capitán rodriguesss. Así con triple ese.

--Ahhh no mames.

--No mames tú. Si ya te vi que nadas hasta el keke.

--Que paso mi puchitas cual hasta el keke?

--Capitán rodriguesss menso!

--Chale de cuando acá.

--Pues desde ahorita culero drogadicto.

--Ora que te pasa wey!

--Mejor llégale pinche sabroso. Me agarras emputado y no vaya a hacer que te tenga que remitir.

--Huevos ke!

--A ver ven para acá.

Piche Puchitas desde morro era bien ojete. Me debí de haber ido en cuanto me dijo. Pero no. Muy sssabroso (así don triple s) según yo. Me tuve que aventar un trompito con el puchitas y su pareja. Otro piche gordo igual que él. Por lo tanto…me dieron una madriza. Y me tuve que aguantar toda su pinche carrilla. Además de unas horas en el separo. Pinche puchitas le voy a reventar su madre nada mas que lo vea de a civil. Me cae.

lunes, 17 de marzo de 2008

Cualquier semejanza con el autor...

Tan solo fueron segundos. Miles de ellos juntos, pero de todos modos eran segundos. Que se quedan atrapados en una diminuta burbuja.

Esa burbuja explota dejando escapar los segundos uno a uno. No es necesario un alfiler o algo punzocortante para que la burbuja ceda. La misma fuerza de esos pedazos de tiempo es la que hace que se rompa. Los segundos empujan la delicada membrana hecha de ese material casi intangible llamado reminiscencia.

Así es que los segundos quedan libres y revolotean por todo el lugar como si fueran mariposas drogadas. Algunos pueden ser tomados de nuevo y volverlos a encerrar. Otros, los más, se quedan en el aire. Y pueden ser identificados mediante un leve roce con la realidad. O con una mirada de soslayo en la pantalla. Ahí están esos preciados segundos. Se juntan y se recrean como átomos de materia. Se hacen visibles pero no por eso los puedes tocar. Son como fantasmas.

Y ahí seguirán. Congelados.

No depende de nadie que sean devueltos a la vida. O que se regeneren. El tiempo no se regenera. Solo prosigue, indetenible. Y solo nos quedan esos segundos burbujeantes. Que sirven para deleitar a la memoria.

Y para eso tengo mi atrapa burbujas.

Bad ground.

De verdad no me acuerdo de mi vida antes de conocerle.

Debería estar junto a ti y no aquí.

Ya no sé si esto es cansancio, letanía o verdad.

Obscuridad calmante es lo que se ve y se siente.

Descubro paisajes en mi pared.

Tazas, desodorantes, cenicero, vela dentro de un vasito tequilero, aspirinas, diccionarios de sinónimos, inglés y un jabón azul en forma de nave espacial.

Y como siempre, últimamente, las cosas desaparecen en un vórtice de demandas internas. Demandas de piel. De voz. De pasos. De decir adiós o hasta luego. De cabellos. De ojos y de manos.

Creer que este período debe de terminar. No salir de aquí jamás. No vivo. Como dice la canción.

Saber que la “felicidad” no se complica tanto. Ahí esta, solo hay que saber degustarla.

La terapia ha resultado en un vacío. Ja. Joder con la terapia. Que funciona solo a medias.

Se intenta hacer lo que se puede. Pero nunca la satisfacción procede.

Con gusto daría un pedazo de mi reino por una tarde solo. Sin nadie por aquí. Con un mundo vacío. Solo para sentir en verdad que se siente estar solo. Salir a la calle y no ver gente. Entrar a casas o edificios y no haya nadie. Ni un solo ser vivo. Ya después si quieren que regresen a sus lugares.

Pero nada resulta como se tenía planeado. Nada.

Por eso mejor hay que quedarse muerto y dejar que la corriente te deposite en los pies de algunos pordioseros hambrientos. Al menos mi cuerpo les serviría de alimento.

domingo, 16 de marzo de 2008

viejas travesuras

Ante la inclemencia de perder cosas no hay nada que se pueda hacer.

Volverte loco ante palabras que ni entiendo. Deshermanarme.

Caminar caminar de nuevo. Maniobrar en la total oscuridad de una mente nebulosa. Sudar y sentirme incendiado. Divagar…hablar con reporteros políticos.

De nuevo caer ante el terror del nunca jamás ni de chiste por favor. Permanecer en la hueva total con ojos lagañosos. Comer mango con melón y cigarros secos. Y no tener ni un clavo en el bolsillo. Dejar ir a amigos que apenas llegan.

Fuat! Domingo raw! Merciless descompresión. Nada por hacer. Solo esperar que esto se acabe y que siga con su ondulante camino hacia la nada.

Seguir con la absurda creencia de que menos es más. Más o menos. Y leer mapas de geografía física intangible. Nada por que pelear. No importa a donde vaya. Mañana seguiré aquí. En una mini cárcel de humo. Y pagar esas deudas que me debo. Al cash cash.

viernes, 14 de marzo de 2008

marzoparko

Indica. Esa pequeña voluptuosidad labial.

Seducción de la palabra hablada.

Succión. Mordedura capaz de hacer soñar.

A tropel la saliva juega.

Sonrisa. Beber la comisura inmediata.

Alejarte. Más deprisa que antes.

Dejarme aprender a olvidar.

Unseen Little Lips.

The Missed Ones.

Malaentrada.


Ojo robótico. Y él con mis lentes.
Extrañas miradas que se extrañan o extraño mirarte?
¿Pero de que se ríen estos personajes?
¿Qué ven o vieron?

¡Ese ojo!

En una casa de tabique

Involución.

Cambiar desde adentro lo que no se puede cambiar.

Crecer para acabar enterrado.

Conocer para olvidar.

Reír a los muertos.

Ser una sombra gélida en medio de los pasillos.

Extraño ando en los asientos.

Dislocando la mente de los pasajeros.

Jugando al mártir.

Durmiendo escuchando a pequeños diablitos.

Divagando en el suero.

Debería de vivir en Mozambique.

jueves, 13 de marzo de 2008

Deseando una copa de thé

Resulta que la putrefacción no te ha llegado.

Y menos llega cuando te crees tan podrido.

Escuchas las platicas, ves a la gente y te crees tan limpio.

Hablas con cadáveres. Y te sientes como si fueras el librador del mal. Y aún así quieres más.

No me denoto como un simple humano. Siempre quiero demasiado. Todo.

Sin más. LA grieta que separa la verdad es tan frágil como tus impulsos para escribir. Que hay gente. Que hay flojera, pero existe la necesidad nunca antes vista. LA necesidad de gratificar a Satanás.

Maldito seas polvo gris que ni ayudas pero como confundes.

Enviadme más curvas.

Sangrar más del corazón.

Que la única razón existe en las bondades de la chica que desaparece cada vez que el miedo personal le atribuye.

Del terror que tiene el portador de tristeza que invoca la presencia del iluminado diablo.

Aquel que vomita heces cuando de amor quiere hablar.

Del YO mismo que se evacuó cundo la bestia me visitaba.

Que aún sabiéndolo jugó con las cartas de Satán.

Que inútil plegaria hago, cuando todo se hunde en la desmemoria.

En un desconocimiento de las cosas. Presumido. Que nunca dijo.

Pero que apenas toma tres segundos el tiempo y toda la miel se desparrama.

Puedo negar la simplicidad de estas cosas. Pero no tu complejidad que me encanta.

Y que muero siete millones de veces para que veas que mis ojos no te ven.

Sin mentor. Sin mentir, Sin negar.

Me envuelves en oxido de carbono en los pulmones de un campesino.

Deseo, quiero te, amo te, pero la pinche mierda asquerosa del mundo que me tocó vivir solo desdibujó lo que yo creía que era.

Maldigo la hora en que nació el niño cuando te dije la primera desvanecencia.

Corto mi lengua por haberte dicho cosas que son nada.

Sangre y más.

Tripas, sangre, hígados y un poco de muerte.

No funciona la mente.

miércoles, 12 de marzo de 2008

360 grados de regreso.

Switch is down.

Se necesita de un carrusel de luces

Para suspirar tratando de estar.

Tiempos secuaces de la sonrisa.

Del buen estar.

Espacio de nadie. Solo de la memoria.

Menar levemente la cabeza y observar bien.

Agarrarse de la manga del flash.

Querer saber. Siempre el querer saber.

Y se borra lentamente cada vez que lo observo.

El switch es down.

martes, 11 de marzo de 2008

Por si no lo sabía usted...

De todos es conocida la historia de Juanito. El joven aquel de la colonia doctores que cagaba por la boca vírgenes milagrosas. Y de cómo curó a un ciego que saliendo a proclamar el milagro fue atropellado por un carro que iba siendo conducido por una pareja de novios que venían peleando. Y de cómo el auto arrancó y no espero a ayudar al pobre ex ciego. Que muy poco le duró el gusto y solo pudo ver antes de morir a su hija llorando su muerte.

Y de cómo a Juanito su papá le pegada bien fuerte con el cinturón. Y más que fuerte seguido. Y de cómo el borracho de su padre regañaba a todos sus hermanos. También su madre le pegaba. Pobre Juanito le daban unas palizas rotundas. Hasta que empezó a cagar figuritas de la virgen maría por la boca. El doctor decía que como tenía el ano tapado pues por la boca. Sus padres lo vieron como a una mina de oro. Y más cuando vieron que eran súper milagrosas.

Pero poco después de este accidente el pobre Juanito dejó de cagar vírgenes del susto y volvió a cagar popo normal. Claro por la boca.

Encuentro.

Estaba contando los puntos de luz de una foto del mar tranquilo. En la parte inferior de la fotografía el comienzo de un remolino de blanca espuma se dispone a crear ying yangs efímeros.

Diferentes tonalidades de azul abarcan todo el cuadrito de papel fotográfico Kodak.

Figuras amorfas de color blanco son la luz. Reflejos del sol. Que se mezclan con los azules. Haciendo agua brillante. Y me pregunto ¿De verdad existió un mar así?

Hace lustros de esa imagen. Y recuerdo el mar más no su tranquilidad que me cuenta la foto. Recuerdo el sol sobre mi cabeza. Y como caminábamos por las rocas. Una soledad no requerida pero bien aceptada. El peligro de tomar fotos de olas cerca del final de los peñascos. ¿De donde salieron estas fotos? De una caja con la tapa que ha sido movida. Solo deja ver esa foto.

Destapo la caja para ver las demás fotografías que de seguro ahí deben de estar. Pero solo hay esa foto. Lo demás son papeles en blanco.

Extrañado busco en la parte trasera de la foto alguna dedicatoria. Nada. Tampoco trae fecha digital. Nada. Solo una foto del mar.

La vuelvo a guardar. No cabe duda que pedazos de memoria quedan regados por doquier.

La luna ayer.

Estimada concurrencia, gente, público y demás, de antemano gracias por venir a este Teatro a observar las más impactantes actuaciones de nuestros carismáticos actores. Les aseguro que no se sentirán defraudados al poder notar el poder histriónico de estos chavales. Sus edades van desde 5 a 25 años. Sé que es poca edad para ser considerados grandes actores, pero permítanme decirles que en cuanto vean su actuación no lo dudaran ni por un segundo.

También he de advertirles que puede ser que algunas de las damas presentes caigan bajo el influjo de los ojos de nuestro actor principal. Más que un aviso para ellas es un aviso para sus novios, esposos o amantes. He de decirles que el joven Nassir Haramas es culpable de más matrimonios rotos que un mapache en una tienda de porcelanas finas.

Pero esta advertencia no es solo para ellas. También para los caballeros tenemos a Frambuesa Adams Smith, la belleza sureña hecha de diamante, que con tan solo 19 años es capaz de derrocar reyes, hipnotizar magos, despertar al más viejo de los hombres con tan solo pasar mover un dedo. Es tal su belleza que…mejor véanla por ustedes mismos!

Y no me cabe la menor duda que para todos será sorprendente ver en acción al niño prodigio de dos cabezas, o al niño más grande del mundo y no dejar atrás al amo del millón de voces, así como la niña ilógica y el niño mono-lobo –chino hijo del Yeti. Se me olvidaba decirles que no hay devoluciones de ningún tipo.

Y ahora si: A disfrutar de la función!

Al terminar la función todos los espectadores salieron satisfechos. Comentaban todos los actos. Las luces. La belleza de las chicas y de los chicos. Y lo terrorífico del hijo del Yeti.

Sin embargo un joven iba serio y solo. Ninguna belleza le impactó. El prodigio era muy normal. Con dos cabezas es lógico que alguien piense más. Se sentía defraudado. Aislado de los demás. Y seguía sin entender el porque de su extraño sentir. Observaba a la gente feliz y sonriente. Él todo lo contrario. Vacío de emociones. Se fue del lugar.

Llegó a un café cercano del teatro. Se sentó en una mesa y pidió un café. Lo pidió más caliente. En el tiempo entre que le llevaban de nuevo un café caliente y él abría su periódico puedo observar como una chica llegaba al mismo café donde él se encontraba. Sn sentó a tres mesas de él. La chica era blanca con cabello negro. Unos hoyuelos en sus mejillas le sorprendieron. El cabello le llegaba apenas al terminar su cuello. Iba vestida con un pañalón azul y suéter negro. La camisa era azul claro. Sus zapatos eran muy extraños. Llegó el café.

Mientras sorbía su cafecito, el joven observaba a la mujer. Cuando ella volteaba el disimulaba leyendo el periódico. Pudo ver que tenía los ojos café claro y que unas largas pestañas los adornaban. Labios delgados y muy rojos. Nariz algo recta pero aguileña al final. Manos delgadas. Muy finas. Esa sí que era una belleza pensó el joven ya de plano mirándola directamente sin reparo. Ella tuvo que voltear. El joven ni siquiera titubeo al sentir que el café estaba ardiendo. Ella se levanto y se fue directo al baño. Joven serio no podía creerlo. Pensó en la situación. Algo tenía que hacer para saber su nombre, edad, trabajo, si tiene novio, vive sola y porque estaba ahí sentada sola.

La chica tardó bastante en salir. El serio joven también tardo bastante en terminarse el café. Hasta que ella salió. Y el volvió a mirarla. Ella se le quedó viendo también. Y ella fue la que se acercó a él.

--Disculpa pero ¿qué diablos me ves?

El se quedó mudo. De cerca no se veía tan bonita.

--Es que te (nótese que la tutea) pareces a una prima que ya murió.

Ella, chica bella de verdad, se quedó pensando.

--¿Ah si?

--Si. Demasiado.

En eso las luces se apagaron. El café quedo a oscuras. Y ya era de noche. El joven se paro de inmediato a cerciorarse que la chica no se había ido. Chocó con ella al levantarse. Le dio un cabezazo en la barba. Ella tampoco se inmuto por el golpe. Se sentó y dijo.

--Es normal que se vaya la luz. Más a esta hora.

--O sea que suele suceder.

--Si.

Se sentaron los dos. Los meseros prendían velas y lámparas de keroseno. U gerente se acercó a ellos para preguntarles si todo estaba bien.

--Si perfecto.

--Gracias.

Varios minutos y nada. Ni luz ni platica. El joven era muy tímido y ella pues simplemente no decía nada. El encendió un cigarro y le ofreció una a ella. Aceptó. Con la luz de su encendedor pudo de nuevo ver su belleza imponente. Una belleza que con el fuego parecía mágico. Que cursi pensó para si mismo el joven. Se quemó el dedo pero no sintió dolor. Le preguntó.

--¿Vienes seguido a este lugar?

--Si. Más o menos.

--Sirven buen café.

-Si.

--Me llamo…

--No me interesa saberlo.

--¿Cómo?

--Que no me interesa saber tu nombre.

--¿No?

--De verdad. Te puedo decir el mío. Si es lo que quieres.

--Está bien.

--Confianza Espera.

--¿Confianza Espera?

--Sip.

--¿Y eso que significa?

--No sé. Mis padres me llamaron así.

--Puede ser que sea japonés traducido.

--Puede ser. ¿Te terminaste tu café?

--¿Gustas tomar uno conmigo?

--Puede ser.

--De todos modos la luz todavía no llega.

--Esta bien. Que sea americano, por favor.

Los dos bebieron su café sin hablar. De vez en cuando uno hacia algún comentario acerca de algo inútil. Hasta que llegó la luz.

Ella se paró y se despidió de él. Apresuradamente pagó la cuenta y salió tras de ella. Pero ella estaba subiendo a un taxi. El joven no sabía chiflar. Y le dio pena gritar. Pero lo alcanzó corriendo. Se asomó por la ventanilla y le pregunto si quería darle su dirección. Ella se quedó mirándolo de nuevo fríamente. Pidió al chofer del taxi que se detuviera. Sacó una tarjeta y se la dio. El la tomó y la leyó: Recuerda mi nombre. Es todo lo que decía la tarjeta.

Al voltear a verla el taxi ya estaba demasiado lejos.

--Chale.

domingo, 9 de marzo de 2008

Daño ilógico.

Sucede que en las utopías narradas en toda la literatura clásica o moderna la situación utópica siempre tiene un desenlace nada bueno. Ya sea para sus protagonistas o a la humanidad en su totalidad.

Existen seres utópicos en toda la sociedad. Los hay en altos puestos de grandes compañías así como locos de atar o homeless y que no tiene ni un penique. Se puede decir que en este caso me siento como homeless lunático. Un poco nada más. A pesar de tener un lugar al cual se le puede llamar hogar. Y que de lunático nada más tengo la afición de ver la luna en mi cuarto creciente. A pesar de esto quiero creer en las utopías que he creado hace ya varios años. Lo malo de esta utopía y de casi todas es que su realización es casi imposible por no decir inexistente.

De hecho etimológicamente la palabra utopía quiere decir No-lugar . Aunque solía confundirse con “buen lugar”. Esta es una confusión que se dio por que el autor que inventó el concepto era ingles, Tomas Moro, ya que la palabra lleva el prefijo griego ou que suena igual que eu en inglés. Un clásico juego de palabras.

Y el juego consiste en que si a uno le da por meterse en ondas utópicas sabe de antemano que puede salir sino bien librado, sí medio desilusionado. Por eso mejor hay que retomar esos pensamientos liberadores y de nuevo encausarlos a la vieja práctica de la búsqueda utópica.

Las utopías pueden ser gigantes o mínimas. Pueden ser personas o metas. Desde que nacemos vivimos en una utopía. La cual se va deformando según crecemos. A veces vivimos para lograrlas o solamente soñamos con realizar ciertas metas. Hay quienes alcanzan sino el grado total de completar su búsqueda sí algunas de sus realizaciones

Casi todos en momentos de la vida tenemos nuestra utopía particular. A veces dejamos que se termine o se vaya. Otras veces se retoman esfuerzos para seguir. Y otras veces simplemente dejamos ese pensamiento de lado. Se le ve como un pensamiento inútil. Al cual no hay que hacerle caso. Solo en momentos de total aislamiento personal se pueden volver a sentir. En creer en ellos.

Y eso es como vivir en un limbo. En el cual no sabemos que hacer. Si seguir aquí o buscar nuevos caminos para seguir con esa búsqueda.

¿Y ahora para donde jalamos? Si la utopía es un no-lugar. ¿A donde ir? Si allá no hay nada pero si hay de todo.

Es tiempo de rascarse las cejas.

Las miles de percepciones del YO.

Existe el Yo propio. Y aquel que se desarrolla enfrente de las demás personas. Ante cualquier persona nuestro Yo cambia, ya que la percepción que esa persona tenga de nosotros nos hace cambiar de inmediato. Puede que nos demos cuenta o no. Pero el Yo cambia imperceptiblemente a cada segundo. Es como cuando frente a tus padres o amigos cambias. Uno se da cuenta de quien se es, parece ser, hasta que se está solo. O se ha estado. Cuando crees que nada cambiará a tú Yo, algo sucede; ya sea interior o exterior. Ya sea personal o del ambiente. Pero sabes que ya no eres el mismo de hace 2 segundos.

En cambio cuando estas acompañado de decenas de gentes que incluso algunas de ellas te conocen de hace tiempo y creen conocerte solo conocen a un Yo. Nadie conoce al original. Al único Yo que creo conocer. Un Yo que ni yo conozco. Para unos serás el joven que escucha rock todo el día, para otros serás el que viene sentado y dormido, algunos verán a un tipo medio raro que fuma todo el día, los demás saben y creen saber quien eres. Pero eso ni tú lo sabes. Más bien yo.

Yo como/Yo trago.

Yo bebo/Yo malviajo.

Yo amo/Yo cago.

Yo fumo/Yo muero.

Yo imagino/Yo desatino.

Yo escribo/Yo pierdo.

Yo busco/ Yo malgasto.

Yo hablo/Yo violencia.

Yo escucho/ Yo destruyo.

El Yo que siento y el yo que ven algunos. Yurghhhh.

sábado, 8 de marzo de 2008

"precaución"

Sucede de la siguiente manera. Te vas desprendiendo de tu piel poco a poco.

Deja que brote el rojo de tu carne. El dolor es evitable. Sangrarás.

…¿Y luego?¡Que pasa!

Nada te dejas ir con el sonidito.

--¡Cual sonido?

Como el que escuchaste la primera vez.

--Yo no escuche nada.

No te hagas.

--Es que no me acuerdo. No lo puedo evitar el no acordarme.

Luego de que sangras dejas que entre el aire.

Luego te hundes en más sangre. Mucha más.

--¿Y todo eso de que me va a servir?

La verdad para nada. Pero si vieras que efectivo es.

--Se me hace que me quiere ver la cara. Y no se va poder.

Mantenga la calma. Todo suele acabarse en una eternidad.

Deje fluir su esencia…

--Como que deje fluir. Fluir fluir fluir. Es todo lo que me dice usted, esta usted loco.

Permítame concluir. Una vez que termina el flujo vital usted puede que sienta como le comienza a crecer el ALMA.

--Mejor devuélvame mi dinero.

Siéntala crecer. Es el poder puro!

--Puro choro, viejo loco. Ya me voy. Quédese con el dinero.

La salida fácil no está por aquí. Es mas adelante. No detenga su paso. Sienta su ALMA crecer.

La voz seguía a Gertrudis. Le era difícil aceptar todo lo que escuchó. Aunque las palabras parecían no tenían sentido, una extraña sensación le invadía el cuerpecito.

¿Sangre? Que tiene que ver la sangre en todo esto se preguntaba ella.

Al llegar al trabajo se dirigió con doña Meche para decirle que se sentía extraña. Y todo por hacerle caso. Doña Meche la observo. Le dijo que no se preocupara.

Pero pasaron los días y la voz seguía poniendo en muy mal estado a Gertrudis. Hasta que decidió ir a buscar de nuevo al que las había dicho. Pero al llegar vio con mucha tristeza que ya no había nada. Solamente había un pedazo de madera vieja clavado en el piso. El pedazo de madera tenía clavada con un alfiler una nota. La cual decía: NO SE ACEPTAN RECLAMOS.

jueves, 6 de marzo de 2008

Un día normal para sentirlo tan extraño.

Ya saben. Despierto con ganas de seguir viendo lo que estaba pasando en tu sueño. Clarito clarito ella estaba ahí. Bueno despiertas y te levantas al baño. Directito a evacuar la cena de ayer. Regreso a la cama para evaluar las actividades matutinas. Ninguna por cierto.

Después al trabajo. Igual. Ningún muerto todavía. Solo lloriqueos por parte de mis compañeros de trabajo. Sales a fumar un cigarro. Lo prendo y un joven cruza la avenida y de un folder que trae sostenido empiezan a caer decenas de hojas sueltas. Al parecer son medio importantes pues arriesga su vida por ellas. Un poco. Alza casi todas las hojas y se va corriendo.

También me doy cuenta de que existen unos amantes dentro de la organización. Son dos chavales; una de intendencia y otro de aviso. Se ven a escondidas. Ella es madre de un morriton igual que él. Bueno allá ellos. Se ven a escondidas, ja. Cual chavitos de prepa.

Salgo del trabajo y me voy a casucha. Antes una caminata relax por el pasto. Después a esperar el magic bus. Gusto de sentarme para ver pasar a la gente. All kind of. Sometimes they come to me and make some cuestions que nunca les contesto. ¿Por aquí pasa la ruta I? No sé. Me das tu hora. No tengo reloj. Me presta su lumbre joven. Nel. Cosas así. Ayer hubo una redad de motociclistas. Nada serio.

Subo al camión. Pago y m siento a observar el “hermoso paisaje” que se me presenta. Mejor me duermo al ritmo de salsa. Abro los ojuelos que tengo y veo que ella sigue sin desaparecer. El camión lleva mas de media hora parado y nadie sabe porque. Se ha detenido en el mismo lugar donde el otro día le saqué un terrible susto al chofer: Iba yo medio acostado en el asiento. Así que al parecer el chofer nunca me vio cuando apagó las luces y decidió tomar un atajo por un camino de terracería. Se me hizo raro que el chofer hiciera ese movimiento. Me paré de volada y fui hasta adelante para preguntarle si no iba a llegar a su destino. El pobre chofer me contesto con un: Hiiijo de la Chingada! Pues de donde salió. Me quede parado esperando una contestación coherente a mi reclamo. Pero el chofer solo atino a acelerar y a maldecir entre dientes. Le tuve que decir que no fue mi intención asustarlo. Me dijo que no había visto a nadie desde hace rato y que por eso se había metido al atajo ese. Pero que cuando me aparecí por detrás se había cagado. Y es que ese día yo estaba vestido todo de negro. Me imagino como me a de haber visto y sentido el pobre don. De pronto entre la nada te sale un cuate todo freak. Al llegar donde me tenía que bajar me dijo: No pues disculpe pero es que si me metió un buen susto joven. Órale. Un Susto Joven.

Al ver que el camión no iba a avanzar de nuevo, me bajé. Calles nuevas. De noche. Desconocidas. Lo mejor. El reconocer o descubrir las calles por donde pasas diario es, al menos para mí, un placer. Al menos estas callecitas tan relax y amplias. Me recuerda que todavía vivo en la santa provincia. Sin ofender claro a los michoacanos o toluqueños. Camino y veo que pasa a mi lado el camión que según ya no iba a avanzar. Me imagino quien sabe porque que estas calles son milenarias. Como todas. La noche es súper tranquila. Casi no hay gente. Solo sus casas y las luces dentro de salas, cuartos o cocina dan aviso de que alguien habita la zona. Dos chavitos banqueteros y una mini horda de pequeñines jugando. No más. Caminar y de subida. Yea.

De pronto se oyen unos gritos. Gritos de miedo y de pavor. ¡Doctor, doctor!, ¡Ya no llora! Una señora patea la puerta de lo que al parecer es un consultorio. Va acompañada de varios parientes. La señora lleva cargando a un bebé. Ella es la que grita y patea la puerta. El doctor sale corriendo recibiendo al niño. Lo que alcanzo a ver es un pequeño cuerpecito inerte. La madre se lo da al Doc y se meten rápido al consultorio. Junto con ellos todos los demás. Solo un joven se queda afuera mesándose los cabellos.

Atrás de mí ahora escucho un claxon. Es mi hermano. Justo en esa calle por la cual nunca camino me lo encuentro. Me subo a su auto. Mi sobrino se esta cagando y esta triste. Llegamos a su casa y yo me voy a la mía.

De nuevo las calles solas. Entro a una papelería. Dos señoras vestidas de rojo y un niño están adentro. Dos señoras de edad avanzada atienden. Me dan lo que les pido. Sin reparos. Me voy.

Caminaré más seguido por ahí.

Contemplé

200 segundos le vi.
¡What a endless beautiful view!

El hombre acostado con pipa

Se encontraba hablando. Estaba en un diván. Muy cómodo por cierto. Hablaba de sus inter-discusiones. Trataba de entender si todo el tiempo era 100% consiente de sus actos. Más sin embargo se dijo: Nadie puede actuar de manera consiente nunca. Puesto que siempre actuamos sin saber quienes somos en su total realidad.

El humo que salía de su pipa le era un poco molesto hasta para él mismo. Se levantó del diván y se dirigió de nuevo a la ventana. El paisaje desde las alturas lo calmaba. Abajo podía ver a las personas y todos sus movimientos. En ocasiones seguía con la mirada a cualquier gente. Aprovechaba para ver si actuaba según sus ideas. Ahora va a dar vuelta ahí, se va a amarrar las agujetas, en este momento lo atropellaran; solía pensar. En ocasiones acertaba y en otras no.

Volvió al diván. Tomó de la mesita su vaso con café. Sorbió un poco la bebida. Estaba caliente. Volvió a acostarse.

Se vio dentro de unos días descansando en una hamaca. En un lugar con playa pero sin mar. El sol daba descaradamente en su cara. El viento fresco le hacía menor el impacto solar. Se aburría. Pero descansaba. Abrió los ojos de nuevo.

Se sentó. Vio hacia la ventana y observó a una paloma en la cornisa de la misma. La paloma era gris pero en el pecho tenía plumas color azul. Hizo un extraño sonido. El mismo que todas las demás que pasaban detrás de ella. Segundos después ella hacía lo mismo. Voló.

Cerró los ojos esperando de nuevo encontrarse al sol.


miércoles, 5 de marzo de 2008

burro tama-alado

Todo esta listo para la largada.

Solo es cuestión de enfocar.

Salir de nuevo hacia la neblina.

Correr lo que más se pueda y tocar la pared.

Brincar sobre las espaldas.

Sostenerse y resistir los embates de los demás que caen.

Tocar pared es el fin.

Gozar de la caída.

Aguantar el golpe con el piso.

Y de nuevo empezar.

Solo que ahora te toca recibir los vuelos.