Estímulos son necesarios para investigarme.
Dentro y adentro . Y no hay nada. Las noches ya se borran pues todas son iguales.
Alegría disfrazada de tedio. Las mismas risas detrás de cada botella o vaso que no brindan más que una leve compañía ocasional a este cadáver humeante que soy. Lo pero es que uno se acostumbra.
Por eso hay que buscar nuevas putas por todos lados. O ni tan putas. Dejar de ser pendejo? No creo. Sustituirme en lugares donde creen que me conocen. Y volverme a aburrir.
No hay pintura, no hay dinero.
No hay nada.
Sin embargo una leve sonrisa se pinta en mi rostro cuando escribo. Y es que el mundito que nos rodea es tan pequeñito. Insignificante. No se aburrirá dios de nosotros?
Al menos hoy tuve que limpiar una mierda que mi abuela cagó afuera de la taza del baño. Pero no le dije nada. ¿Para que avergonzarla diciéndole que para la próxima le atine?
Una señora se derrumbo hacia mi cuando el camión dio un frenón y tuve que agarrarla para que no se golpeara. Su niño se embarró de helado de chocolate. Y mil disculpas salieron de su boca. —No hay problema—Le dije. Después ayudé al niño a bajarse del camión. Todo un caballero yo.
Una amiga de Yucatán también anda en la eriza de café. No es que me urja un toke, pero que aliviane es.
Yo creo que es la desbandada del fin de año que se aproxima, cuando muchas cosas se juntan y haces el recuento. Pero bah! No creo en el recuento de los daños. Además hoy, parece ser, que he perdido mi memoria. Y estaba llena de música poca madre. A ver si mañana la encuentro.
Mi sana onda de beber inadecuadamente se está desvaneciendo muy tenuemente. Aún así en el trabajo siempre creen que ando crudo. Crea fama….dicen.
Todo esto y el pinche viento super frío de esta noche hacen que me ponga ¿”sentimental?”, eso y mis dedos con sus puntas color café naranja de tanto fumar.
Pero y chance mañana todo esto… no cambie.
