El otro día me acordé de… no recuerdo precisamente de qué.

Pero existe un compa en la fábrica donde trabajo (en donde hacemos todo tipo de cosas) que un buen día quiso probar a que sabia el pito. ¿A que sabrá el pito? se preguntó un día muy quitado de la pena. El pensamiento le llegó tan de pronto que hizo cara de espanto. Se vio en su espejo retrovisor y pensó de nuevo ¿A que sabrá un pito?

Manejaba deprisa y pensando cuando vio que acercaba a un hotel donde sabía se juntaban varios putines.

Sin más detuvo el carro en donde se juntan los putos y bajo el vidrio para preguntarle al más bonito.

--Oye en cuanto si me la dejas mamar tela?

--500 pesos miivida.

Pues súbete y me dices donde.

El wuerito flaco se subió al auto y le dijo que avanzara dos cuadras y que luego diera la vuelta en U y que por ahí le diría donde mero…

Llegaron al lugar y el werito veía a mi compa muyyy acá. Como sensualon pero putonesco. Mi compa al ver el tremendo pollon que se cargaba el werito se arrepintió.

-Y si mejor me lo mamas tu? Le dijo al weritito que solo bufó y se guardó su monstruo.

Asi que mi compa se sacó la riatatan pero lo tenía todo guango. El werito comenzó a hacer de las suyas pero ni así. Mi compa se sentía muy frustrado. Así que mejor le dijo al werito; Chale perdón mano, es que me asaltó la duda del sabor de un pito y pues los vi ahí paraditos y pensé pues a ver que sale y me pare y si sí la neta andaba bien caliente pero ya cuando vi tu “miembro” ya me dio miedo. Y pus la neta no no soy puto solo soy curioso.

El werito lo veía como diciendo: Ayyyy otro buga arrepentido si viera que ni se siente tan feo.

--Ay pues como quieras, mejor ya llévame de nuevo a mi SPOT… le dijo el werito medio emputado.

Mi compa obedeció al instante. Manejó todo el tramo sin hablar. Parecía triste. Dejó al puto que maravillosamente no azotó la puerta sino que le dijo: Pues pasa aquí cuando quieras nenecito. Ya sabes. Aquí esta la pura verga nalgona pa cuando te sientas más hombre. Y cerró la puerta.

A mi compa se le salieron las lágrimas. Que puto soy se decía a si mismo.