Platicando con Migo le conté de mis planes para el año que viene:
Uno es el ir a Japón a vivir como homeless,
Y el otro:
Ir al Burning Man para meterme unos acidotes y quedarme loco en el desierto de California.
Mientras eso sucede me dedicaré a trasnocharme pensando en que la mujer que todas las noches grita en la casa de abajo ¡Quiero que me des el divorcio! es una loca sin remedio y nada más. Con que no afecte mí ajetreado ritmo de trabajo no veo porque su querido esposo no la deja irse para siempre a que haga de su culo un papalote. Sus gritos vuelven locos a todos los vecinos y lo más raro en que el “señor” nunca dice nada. Solo lo vemos salir de su casa al trabajo y de regreso a eso de las 10 de la noche, solo para que doña gritos divorciantes le vuelva a gritar QUIERO EL DIVORCIO!!!!!
La ha de querer mucho. Jmm, eso me suena…mmm no mejor no.
El otro día el señor salió corriendo detrás de la señora que iba trotando semidesnuda en bata por la calle atestada de autos que a esa hora van directos a la escuelita de la esquina a dejar a los chiquillos educandos que absortos veían por primera vez a una mujer con las tetas al aire y con el pelo revuelto por al airecito mañanero. El señor la alcanzó antes de que demasiados niños crecieran traumados por ver sendas piernas con celulitis masiva. El la abrazó y la llevo tranquilamente a su casa de nuevo. Vaya show.
Extrañamente esa noche no hubo gritos.
Y aún así no se divorcian.
Eso es amor chigaó!
Perfect sound for this moment: Los almohadas con Arcoiris Hibrido. HAil!
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