miércoles, 14 de enero de 2009

A que la rre...

Al escuchar esa palabras articuladas por “su mejor amigo del momento” sintió que algo le explotaba entre el interior de su cabeza y su estomago. Ahora sentía lo que tanto tiempo tardó en no volverlo a sentir. Pero todo era inútil. Se levantó de la tan cómoda silla para salir a fumar un cigarrillo. Al mismo tiempo decidió caminar un poco. Dar la vuelta a la manzana como se dice. Caminó tratando de calmarse con los débiles rayos del sol. El viento era congelante. Y su cigarrillo casi se terminaba. Prendió otro casi de inmediato pero el encendedor no era lo suficientemente poderoso para derrotar al frío viento. Así que se tuvo que detener y esperar a que el viento le permitiera encender el segundo cigarro en menos de 10 minutos.

Mientras encendía el cigarro pensó: Todas las memorias que tengo no se han desecho. Tardó bastante en desaparecer que ahora no hace más que solo lo contrario. ¿Pero porqué diablos me lo dijo? Tan fácil que hubiera resultado no saberlo nunca. O al menos enterarme por mis medios. Los horóscopos no le habían dado el pronóstico adecuado. Lo que mas le cagaba era la puta sonrisa del que se lo dijo. En ese momento deseó que de la nada saliera un francotirador frente al edificio, en la azotea, con un rifle de mira automática y con una bala de gran calibre. Y que esa bala se hubiese incrustado perfectamente en la cabeza de su amigo. Muerto él no habría mas dudas en su cabeza. Aspiro la primera calada del cigarro y volvió a caminar.

El sol seguía débilmente su pasos. Se encontró con un barman y su novia. Lo saludaron y el respondió amablemente al inentendible saludo del barman. Su saludo también fue un susurro entre dientes. Lo que más deseaba era que esa tela negra que se había soltado en su interior desapareciera. Pero seguía adentro de él.

La tela se escurría por sus piernas. Era un seudo coraje-celos-esperanza rota-decepción-tristeza-odio que casi le hace arrodillarse y taparse la cara para que los transeúntes no se dieran cuenta de que se estaba arrancando los ojos. Pero permaneció dinámico al seguir caminando y fumando. De alguna manera no iba a permitir que la tela lo volviera a cubrir por dentro.

Aún con ese optimista pensamiento se adentró en su jaula. Se permeó de las obvias alusiones a su afectado semblante. Y permaneció apagado por casi dos horas.

De nuevo le dolía hablar por lo que lo hizo lo menos posible. Solo podía imaginarse que hubiera sido de su vida al permanecer del lado amable de la vida. No tendría que andar lidiando con ideas venidas desde el viejo oeste y mucho menos echar de menos aquellos tan recientes días. Lo días en que él era un ser más contento de lo normal.

Pero aún así…salió muy abatido hacia la noche. Las calles de nuevo eran largas y sin sonido alguno. Solo escuchaba a los años pasados. Los rasgos de luz cegadora que el sol daba en aquel patio de color naranja rojo café, de la basura del cesto verde, de las monedas llenas de polvo, de los nidos de los grillos oscuros, de la espesura de la piel recién desnuda, de la colchawoman, del olor (mente volátil interruptus) de una mañana que no lo era y de lo que no fue.

Llegó a cierto lugar en donde parece que nunca va a dejar de ir. Un Templo Invisible al que Espera. Observó que las hormigas se habían ido temprano. Y que algo más que el viento frio lo estaba matando. Sin embargo permaneció sentado: esperando a que la tela se desvaneciera un poco más. Solo tenía que hacer lo que en ese Templo hacen todas las personas junto a él. Esperar a que un rayo de luz los recoja para viajar por demás líneas en forma de serpiente.

Al dormirse sentía un poco de miedo ante los deja vú que suelen atacarle en medio de sus sueños. Ahí es donde aquella aparición le daba de comer a sus alucinaciones. Donde se da gusto para seguir creyendo en que algún día las personas reconocerán que todo no era más que un simulacro de vida perfecta. Se ríe antes de dormir. Se siente algo sorprendido por su capacidad de emular a la desesperanza, a la tristeza que lo envuelve, de bailar al ritmo del más lento rock, de saber que tiene todos sus órganos desechos. De reconocer que no ha podido olvidar. De saberse vencido por la auto calumnia. De aceptar que no hace más que sentirse solo. De no tener el valor de saberlo.

Se cansa de pensar. Prefiere escribir. Pero sus manos frías están desechas por el odio. Decide sentarse en la cornisa de su ventana. Sabe que un hueco se ha llenado hoy. Era inevitable. Observa el cielo para ver las estrellas. Pero el cielo es negro. No hay ni una Luna que encienda esa obscuridad. De nuevo sonríe ante tan desolador panorama.

Suspira y lo podría hacer un millón de veces con tal de que su aliento (en verdad se trata de una frase que solo él puede escuchar) vaya directo a la oreja izquierda de aquella dama que va con su pareja a la distancia. Coincidencia o no la dama voltea y lo observa sentado en la cornisa de la ventana. Se siente la sonrisa de ambos al creerse vistos. Ella sonríe por un recuerdo y él sonríe porque cree que ella lo recuerda.

Cierra la ventana. Ahora si se pone a escribir números en una hoja de un block de hojas blancas. Llega hasta el número 5,000. Y con la hoja envuelve un anillo de plata. Lo entierra en una maceta con un cactus. Pone la maceta junto a la ventana. Y se va a dormir.

Sabe que nada se puede hacer. Solo atina a no dormir durante las próximas 8 horas y pensar sobre lo que sería de él si nunca hubiera caminado por esa calle a esa hora. Piensa en todo-Maldito sea- y no se detiene por nada. Dibuja en su mente los distintos caminos que debería de haber tomado pero que por absurda comodidad no los tomó. Aún creé en que las soluciones se dan a los que antes no pensaron en ellas. Y por eso terminan como él está ahora. Hecho un nudo en su cabeza queriendo tomar esas nubes del humo del cigarro y convertirlas en segundos del día aquel. Desea no sentir lo que se imaginó cuando su “mejor amigo del momento” le dijo aquello. Pero sabe que ocurrirá. Y permanecerá quieto en su lugar asignado. Observando como pasa delante de él una vida que no quiso conservar.

DoomMood OST


No hay comentarios: