martes, 16 de febrero de 2010

Fuma fuma fuma fuma más.

Pp me dijo el otro día que creía que yo tenía hepatitis por mis dedos extremadamente naranjas.
Le dije que se debía solo a que fumo un chingo, más que antes.
Por más que los restrego con piedra volcánica sigue con ese pinche color que parece que me limpie el fundillo con ellos.
Son de color naraja caquero.
Extraño mis dedos rositas y que no apestaban a chacuaco.
Pero ni modo, hice una promesa y he de cumplirla...y todo se remonta a casi 20 años cuando en una peda con mis amigos de la infaciapubertad les prometí que sería como el bataco de los Cramps (un megafumador) y yo no soy nadie para no cumplir esas promesas juveniles.
Así que fumemos. Fumemos más. Fumando ando.

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