sábado, 10 de mayo de 2008

Sigo siendo lo que era solo que reloaded.

35 AÑOS DIRECTO A LA TUMBA.

Y no es por pesimismo, sino porque es real. De la cuenta que tengo en la vida ya se me han descontado 35 años. Ahora hay que ver cuanto me queda por cobrar. Me acuerdo el año pasado, Roberto, un carnal valedor amigo me decía: No mames ya cumplí los 35, siento culito, ya nadamás me faltan 5 para los 40. ¡Y que? Hay que celebrar que sigues vivo. Y pues si. Celebramos toda una semana. Como resultado de sus 35 años a cada uno nos dio una de esas crudas malditas en donde se te duermen las manos y sientes que si pasa una mosca por tu cabeza te vas a volver loco. Recuerdo que para curarnos la cruda solo había una extraña yerba, mota y ron. Urgh.

Ahora que pasé por la fecha en donde se cumplen 35 años de mi pinche hora de nacer me di cuenta de que no se siente nada, o al menos yo no sentí nada, y más porque me la pasé de borracho casi todo el día. Gracias a que en el trabajo no se dan cuenta o se hacen de la vista gorda me fui a emborrachar desde temprano. Termine hasta las tres y media de la mañana con una llamada a cierta querida persona de este planeta, pero mi invitación se deformó en una especie de chantaje, según. Me di cuenta de que era demasiado tarde al ver que los bares a los que recurro en estas ocasiones estaban cerrados. Maldita sea. Nadie con quien compartir esa tremenda alegría. Sarcasmo de por medio, claro. Y no es que no estuviera feliz. Más bien ni sabía como estaba. Solo recuerdo que aventé la tarjeta telefónica al quedarse vacía. También le hablé a mi hermana pero me mando a volar. Hable con los padre de familia míos e hicieron lo mismo. Buuu. No fun for me that day. Pero si la tuve. Me organice una fiestota cabrona, claro que solo ocurría en mi cabeza. Cientos de invitados bailaban al compás de esta canción y de mis melodías favoritas. Ahhh. Como deseé estar con verdaderos amigos. Escuchando un mucho de metal y bebiendo bebidas malditas. Pero nel. Tal y como me dijo el camaleón en el desierto: “Para ti no habrá luces ni cohetes”.

Así que caminé y me acosté en la parada del camión a esperar un taxi. Después de casi 20 vehículos amarillos uno se detuvo. Y me llevó a casa. Llegué y creo que bebí agua o una cerveza escondida y me dormí. Al despertar estaba solo. Así que compre más cerveza. Y así hasta las 11 y media de seda de la noche.

Creo que nadie me abrazó (como es costumbre al cumplir años) pero la verdad no lo extrañe. Es más, creo que eso de abrazar en los cumpleaños es igual que abrazar en los funerales. El abrazo es para saludar. Y para otras cosas. Además la gente que me abrazó ni en cuenta. Lo hacen por acto reflejo. Así que de todos modos gracias. Al menos le roce las tetas a Martha. Yea.

Retomando un puntito de arriba eso de celebrar que seguía vivo Roberto o celebrar que estoy vivo hoy, y más ese día. Según yo, a mis 20 años tenia la propuesta clara de morir antes de los 30, máximo a los 33. Qué bueno que no, porque si hubiera pasado eso no hubiese conocido a ciertas personas tan valiosas, hermosas, queridas, etc, etc que ahora conozco. Esto lo digo debido a cierto “estilo” de vida que llevo. Tras estar cercano a la muerte en varias ocasiones es bueno saber que el espíritu esta curtido. Y como no. Tras casi, dejen hago la cuenta, pongámosle 15 años de cerdez, es bueno saber que todavía te puedes reír de cosas. Es bueno ver a gente que aprecias y con las cuales sabes que puedes disfrutar de un buen momento. Eso es chido.

¿Qué otras cosas siento ahora que ya llegué a la mitad de mi vida? Pues casi nada diferente, la verdad. Solo sé que creo que soy un poco más receptivo a cosas que nunca creí serlo. Sigo queriendo lo que desde hace rato quiero, pero bueno; dicen que ya ni soñar es bueno. Pero nadie me quita las ganas de ser. Eso de ser adulto sin serlo más que solo por la puta edad, es algo de lo que rehúyo. En el trabajo me dicen: Ya cambia tu manera de vestir, córtate el pelo, metete con todas las mujeres que puedas, ya no escuches rock, ya no patines, ya cambia, ya haz dinero... ¿Qué les respondo? Solo les sonrío. Los que me conocen saben porqué. Solo con una sonrisa puedes responder ala estupidez, a veces. Y ahora me pregunto, pero más que preguntarme me planteo: ¿Y a ellos que putas les importa? Al menos no soy divorciado, ni tengo hijos, no soy casado, ni tengo nadie por quien ver, bueno mis padres pero ellos son otro pedo, ni tengo que rendirle cuentas a nadie. También no mantengo una careta de mosco muerto; todos saben que soy un vicioso. Todos.

Aunque últimamente me he dado cuenta de algo super cagado: Varias gentes, más bien damas, creen que soy super serio. Una me ha dicho lo siguiente: ¿Por qué nunca te ríes? Y otras me dijo: Tú eres super serio, ¿Por qué? Que me han dejado de una pieza. Nunca pensé en tener esa apariencia laboral. Otra me dice ¿Por qué estas tan flaco? Otros se sorprenden ante mi manera de pensar y dicen: Nunca me imagine que pensaras así. La más rara frase fue de una chica, la recepcionista, un día que estaba yo medio pedito: Ayy hueles rico, (¡esa frase está registrada y tiene dueña chingaos!) Putsssss no me hubiera dicho eso. Hice la parodia de un perro oliendo a una presa muerta. La olisqueé para saber si ella también “olía rico”. Pero no. Y con esto llégo a una puta conclusión: Nunca somos como creemos que los demás nos ven. Yo serio, ja.

Otra de las cosas es que esto de la Bebedera no se quita. Al menos sé que mi estilo es algo más prudente que hace unos meses atrás. Pero eso da igual. De todos modos forma parte de mi forma de ser. Es como si me quitaran un...no sé. Todo mundo sabe que beber en exceso es malo pa´la salud. Todos lo saben. Y más para las relaciones. Bueno para que sean sanas. En fin que sigo chupando como dios manda. Bien y bonito.

Y pues ya. El cabello se me ha derribado de la frente. Tengo una especie de pelona que hace algunos años atrás no tenía. La panza sigue igual, una minilonja nadamás. Me cagan más los prepis y todavía ODIO la música gruperra. Odio a los macuarros fresas, a los cariputis, a los mentiros@s, sigo teniendo sueños locos, sigo pintando, escribo igual de feo que antes, sigo queriendo ser el mesías (el “me decías”) del arte y del rock , sigo amando el rocksito ye ayea, procuro mantener mis cánones de espíritu y creencias, y sobre todo mantengo el (puede sonar metaarchirecontramegahipersuperultra cursi) el amor por cierta laidi, jaja. Ye ayea. Que bárbaro. 35 años y sigo igual pero creo que ya soy diferente. 35 años de pensar de cierta manera diferente a los demás, eso lo sé (sometimes)............ 35 años de ser yo. Treinta y cinco años de haber nacido y de seguir en este lugar llamado Terracota, 35 años de ser yo. ¿Qué puedo hacer? Esperar a los 45. Yea.

Peace!

Pd de útima hora: Dont freak yourself!

1 comentario:

limbocolectivo dijo...

ahora que recuerdo MArtha ni me abrazó.So? Burp.