domingo, 8 de junio de 2008

Monstruopeda igual a Crudamonstruo.

Tras varios días de no parar de ingerir bebidas espirituosas se llega a sentir lo que se conoce como “hay dios si existes quítame esta puta crudísima” pero al no ser demasiado creyente entonces se opta por seguir bebiendo hasta que el cerebro se embota y suceden cosas que sobrio nunca te pasarían. En mi caso fui atacado por lo que me dijo era un marasalvatrucha queretano,” Y yo te mato” fueron sus palabras tal y como las recuerdo. Claro que tras haber visitado 7 bares en un solo día todo pudo haber sido producto de mi ya famélica imaginación. Pero las patadas en mi cuerpo y la falta de mis lentes son prueba real de que sí me lo topé.

Todo transcurría como dictan los cánones del ebrio solitario (you know: Beber desde las tres de la tarde en los semibreaks que el trabajo te da, comer ensalada cesar con sendas cervezotas colombianas en un bar muy acá de seudolujo, ir a ver piernas y tetas malhechas en el Hooters, platicar con el barman chaparro del sanborns, escuchar a un convoy de lesbianas en El Higi, visitar a los viejos amigos de la Cole, ver los cuadros nuevos de un bar que no sé su nombre para por fin aterrizar en el Luchador) y una vez aterrizado salir volando a la calle en plena madrugada con unas ganas tremendas de mear.

Existe un lugarcillo por aca que se llama el río, muy adecuado para mitigar las ganas de orinar en la calle sin que nadie te vea. Y más si vas tan pedo que ya no te aceptan de nuevo en la última cantina que pisaste así que la única opción es evacuar los restos de cerveza en las plantitas del desnivel. Ahhh.

Pero nada te prepara para qué de entre las sombras te salte un tipo gordo negro vestido como cualquier rapero de quinta y te pregunte: ¿Qué haces loco?

Lo primero que atiné a hacer fue subirme el zíper, no vaya a hacer…después tratar de enfocar quien es el dueño de esa voz tan extraña. Cuando ya puedes visualizar a la forma antes descrita, lo que sigue es pues alejarte de la manera más correcta sin miedo y sin prisas. Claro que todo esto en medio de una peda brutal puede resultar todo lo contrario. Es más hasta te acercas muy confianzudo a la sombra oscura que te habla. Tratas de hacerle la plática pero es ahí que estando como estas siente una MUY MALA VIBRA que aflora del tipo ese. Es cuando decides huir. No sin antes despedirte lo más educado que se pueda.

Pero el tipo no piensa así. Supongo que viendo a un tipo hasta el tope de ebriedad con una mochila que puede estar llena de tesoros fantásticos (dinero, cámaras, lociones, ropa, etc.)Lo más fácil seria tumbárselo y madrearlo y robarle todo lo que el (en este caso) nuestro pobre borrachín esquinero traiga. Y justo pasa esto. Agreguémosle un robo altanero y ruin al quitarme mis lentes!!!!! Yo sin lentes soy peor que Míster Magoo!!!! Y si puede haber más mala mala racha instantánea añádase una amenaza de muerte muy real y gritos desquiciados por parte del tipo atracador: YO SOY MARA Y TE MATO CABRÓN.

El cerebro entonces tiene que entrar en pronta acción y trata de razonar con el tipejo este. Le doy mis pocas monedas, no se la hago de pedo por el robo de mis lentes y trato de alejarme. Clásico, nadie pasa para ayudar al pobre cegatón. El cual al verse por fin en la oportunidad de huir lo hace no sin antes darse un tremendo trancazo en alguna piedra de por el lugar. Se acerca lo más rápido a la calle y pide a un taxi que se detenga. Y llegar a casa hecho un manojo de… ¿de que? Pues más bien llegué a dormir la tremenda peda susto que traía. No sin antes brindar una aligerada versión de los hechos a los padres santos. Y tratar de traducir lo que les trataba de decir.

Al otro día todo estaba borroso. Un dolor punzante en la pierna derecha y uno que otro golpecito. Y una cruda inmisericorde. Le hablo a una amiga para tratar de saber que todo seguía en la normalidad. Necesitaba saber que alguien fuera de mi círculo familiar me dijera que el mundo seguía ahí. Y que yo seguía medio vivo. Y sí. Tras recibir un sabio consejo (duérmete) le hice caso y dormí. Unos 25 minutos nadamás, pues tenía que ir a trabajar.

En el trabajo todo fue terror, nervios deshechos y ganas de dormir. Tres gacetillas y chamba al por mayor. Y con unos lentes de emergencia que me hacían ver que el piso pareciera una tela azotada por el viento. Feíta la crudita pues.

Ahora con lentes nuevos y con una pistola voy a buscar al caquero ese que me robo una linda peda.

Finito gandalla.

2 comentarios:

Paula Muñoz Inclán dijo...

sigues borrachotetito!!!!!

limbocolectivo dijo...

Solo lo anormal y lo que permita mi riñon risueño.
Saludines desde este lugar tan solo llamado vida diaria.
"The victory over the life is just an illusion"
David Cronemberg.
"Let the darkness flow within"
Black Cat.
"mcqtseyqtqamqa."
yomero.