martes, 16 de diciembre de 2008

Ana Liza Melo.

Estaba escuchando hoy por la tarde la plática entre dos insectos.

Los dos discutían acaloradamente sobre la decisión de estar esperando durante toda su vida la llegada de su muerte.

Uno de ellos pensaba que la muerte puede llegar cualquier día y en la forma menos pensada.

El otro sugería que con solo de pensarlo le daban ganas de morirse.

Conforme platicaban sus frases se hacían cada vez más duras, más groseras, más cínicas. Se estaban dando en toda la madre pero sin golpes, solo con palabras muy hirientes.

Yo observaba como que no queriendo, pero eran tales sus aspavientos que era imposible no darse cuenta de que en cualquier momento la bronca iba a comenzar.

Y el observar a dos insectos pelearse es un espectáculo que no todos los días se puede ver, al menos no en esta pequeña ciudad polvorienta.

Destapé mi refresco para no verme tan obvio. Además encendí un cigarro para verme aún menos interesado en su devastadora plática. Se decían unas cosas que si no fuera por que ni siquiera los conozco pero de verdad… que ganas de joderse.

Al tercer sorbo del refresco de sabor naranja un rayo de sol no me dejó ver como uno de los pequeños insectos le daba un golpe certero al otro en su cabeza.

De los gritos pasaron a los golpes en cuestión de segundos. Sangre, polen, antenas, pedazos de cuerpos volaban por todos lados. Y yo sorbía mi refresco y calaba el cigarrillo no dando crédito a semejante acto de violencia tan diminuta. Pero real. Eso es violencia insectil.

Al final solo uno quedaría como vencedor.

Pero preferí unirme a la plática de unas aves que iban pasando rumbo al sur.

FakenonsenseOST...Paw ...Couldn't Know.


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