martes, 23 de octubre de 2007



Divagando entre puentes y sueños
me topé con una niña mágica.
Me concedió casi mil deseos
pero el último todavia me falta.
Secretamente me robe su poción.
A escondidas de todos me la tomé.
A la vista de todos me volví desquiciado.

Me di cuenta de que todo era un sketch.
Un seudo teatro que inflingia dolor.

Si tan solo la mágica niña no fuera de cristal.
Si tan solo yo no fuera humano.
Creo que cientos de segundos seguirián dando el placer mentiroso.

Ser parte del sueño de alguien no es cosa fácil.
Más bien alguien que quiere ser sueño se termina.
Pero no renuncio pero tampoco me resigno.

De la nada surgen cosas que nadie más puede creer.
¡Porque no ser de los que si creen?
Ah que mañana tan fría si los pies de mi cama
siguen llenándose de polvo de agua tibia compartida
con la niña mágica desvanciendose fugaz entre las
letras de angustia del papel eléctrico que nadie ve.

dedicado con todo para usted mero señorita.

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