Llegar a donde seudo vives. Rodeado de personas que a veces parecen
ser tan alejadas a como las recuerdas.
Capas de memoria se observan acompañas de estupor infantil.
Recordar que bien estabas en pleno sol, caminando por la calle. Solo.
Luego rebotando en el asiento del aburrido trasnporte.
Oberservar a miles de gentes disfrazadas de tranquilidad.
Hasta tu nariz llega el olor del tabaco fumado el día de hoy.
Todavía un poco de incomodidad por el llamado de atención del jefe al
tirar una colilla en una bolsa llena de basura. Escandalizado por mi falta de precaución involuntaria.
Sigo caminado. Pleno sol en plena faz.
Ver lugares antes recorridos con amplias ganas de seguir a la noche.
Y la velocidad intransigente del chofer.
Abrir la puerta y pensar en la sumision y dependencia antes desconocida hoy tan socorrida.
Mover las mandíbulas, trish trash, tragar, crosh crush y beber, glup glop.
Intentar dormir.
De nuevo desde aqui se ve su casa. El viento limpia la zona.
Ridiculizar al día de mañana es un buen tratamiento.
LA noche llega y de nuevo me veo arrojado a dormir sin sueño.
Un domingo más sin lechuga ni arroz.
Sin voces de la tv repetidas una y otra vez.
Mi lengua esta escaldada de tanto humo y no se cansa de formular ideas
para salir de mi.
Para estar allá, ahí, acá, allí.
Pero no aquí.
¿Entonces donde podría ser?
De regreso a la matriz de la ciudad que me vio nacer.
De nuevo en un sucio estudio feliz.
Otra vez en medio de la tormenta de agua marina.
Pero pues estoy donde estoy y ya.
Happy Hanukka!
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