martes, 30 de octubre de 2007

Un cuchillote, por favor!

Tengo un amigo al cual le gusta infringirse heridas y torturas tanto físicas como mentales.
Tiene la costumbre de quemar su cuerpo y crearse mundos llenos de ideas malignas con tal de sufrir lo indecible.
Pero dice que asi es feliz.
Yo la verdad le creo muy poco.
Hasta hace poco que lo vi.
--Que tal Manuelito, ¿como estas?
--Pues bien mira.
Solo me dijo eso y se fue.
La verdad yo si lo veía feliz por primera vez. Lástima que ahora iba en silla de ruedas.

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