miércoles, 16 de julio de 2008

Qué no se supone que...


¿Tras un largo día de trabajo, algunas cervecitas en medio de, luego más trabajin, después otras beers, después un largo camino a casa, después de una opípara cena, escribir sandeces, tomar un último trago de la última chelot y acostarse en la cama uno debería perderse en el país de los sueños?

Después te paras; pues el sueño brilla por su ausencia, bajas por unas pastillitas mágicas pa dormir, te las tomas, vuelves a subir, te vuelves a acostrar acostar y te quedas con los ojos abiertos abiertos. Esta bien, los cierras y tratas de pensar en cosas lindas y como que el sueño se acerca de puntitas…pero nada. Sigues más que sobrio y despierto. ¡Es terrible!

Meditas sobre las ondas del día y de los días pasados y nada.

Tratas de fumar lo menos posible y nada. El clásico libro o vaso de leche son remedios inútiles para mí. Ver la tele solo irrita mis ojazos color café claro y los deja lagañosos y rojos. Arden.

Teclear las teclas a veces resulta pero parece que este día no será así. Y eso que tengo la conciencia tranquila y limpia, como el río de los remedios; pero trankiki. El día de hoy no hice nada malo. Ni nada bueno. Pero en fin. ¿Qué haré para dormir? (Vaya por fin un bostezo)

Me rasco la nuca en búsqueda de una sutil respuesta. Quisiera tener ese poder de la gente que duerme nada más con desearlo. Y se duermen hasta estando platicando, eso es magia!

O como padre, que solo se acuesta y a los dos minutos de haber depositado la cabeza en la almohada ya ronca y todo. Puf. Eso es magia!

Y de verdad que deseo echarme una buena dormida, pero parece ser que con el golpe en la cabeza que me di cuando tenía tres años varias cosas se descompusieron en la idem. Entre ellas el sano juicio, el dormir como dictan los cánones, el poder no decir cosas que no se deben de decir y otras más.

I remember somebody who podía dormir con solo poner una mano sobre la colcha. Pum, Morfeo le tomaba la mano y de ipso facto entraba en la etapa de R.E.M. ¡Yo quiero ser así! Pero solo los elegidos pueden.

Ayer tuve unos de esos sueños pesados. Entre que se te sube el muerto, experiencia extra corpórea y “ya desperté pero sigo en el sueño”:

Estaba bocarriba y algo me empujaba afuera de la cama. Clarito sentí como mi cuerpo chocaba contra el suelo alfombrado, pude sentir los piquitos de la alfombra medio cochambrona. Entonces me trataba de subir pero alguien en mi cama me lo impedía. Era yo mismo diciéndome: Nel papá, aquí no vuelves. Puts, que gandalla soy hasta conmigo. Y por más que trataba no podía volverme a subir. Así que mejor me salía (¿yo me salía?) del cuarto y me daba un rol por no sé donde. Creo que visité algunos planos astrales desconocidos. Así que por fin desperté. Pero seguía jeton. Ahora había que despertarse de nuevo.

Por eso a veces me da hueva dormirme. Y chance por eso exista este momento (con todo y la santa punzada que ahí sigue) en que mi cuerpo se niega a descansar, a dormir; porque sabe que la onda esta gandallita. JE, que cosas se le ocurre a un cerebro maltratado por el insomnio.

Y por demás está decirlo, pero le aseguro (querido lector invisible) que terminando esta verborrea me iré a la cama, me acostaré y cerraré los ojos; solo para seguir despierto otras tres horas de puro total y absoluto nadismo.

¡Ovejas donde están!

PD: esas pastillas son un fiasco:(

UPDATE:4 de la mañana y tttttttttoooooodo serenisimo, urgh.

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