jueves, 31 de enero de 2008

Ay qué dormir!

Ante todo un poco de sensibilidad.
Antes que nada mucha honestidad.
Es cierto que pude dormirme, pero no me acuerdo de hacerlo.
También es cierto que hubo de todo lo que me gusta.
Pero mala mente combinado.
Por más que me adentro no logro ver el caos que se me comentó.
Dicen que se derrumbo el cielo, que la tierra se incendió, que las aguas se tornaron grises, que los pájaros comenzaron a morir, que de los ojos brotó sangre, que salieron insectos de todas partes, que se malogro un acierto, que la música se convirtió en pura cacofonía. Pero yo no me acuerdo.
Yo solo vi una luz fortísima. Que me golpeó y me hizo caer desnudo.
Desperté envuelto en telarañas y mucha gente dispuesta a quemar mi cuerpo.
Les di a entender que todo era un malentendido. Que estaban confundidos. Todavía más que yo. Solo así me dejaron ir.
Ahora tomo pastillas para no perderme los apocalipsis nocturnos.
Ya sé que no hay nada mejor que verle.
Feliz.
Un baño de sol hace falta.
Un baño de luz de risa acompañado de lechuga con queso.
Good Night fever sleeper.

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