lunes, 14 de enero de 2008

No hay limites cuando no los ves.

Hace muuuucho tiempo que no me sentìa tan contentonto. La felicidad se desparramaba por cada pinche porito de mi seca piel. Mega reuniòn de viejos amigos en un santo lugar de la colonia Guerrero. Caras hace mucho tiempo no vistas. Uffff harta cerveza y wisko. Y una incesante dotación de risas y demás cosas que suelen acompañar esos momentos tan únicos.
Despues: Rock.
La verdad la banda Cynic otro pedo. Perfomances permitidos sin que nadie se agüitara. Sin pedos. Volver a esa locura que tanto me caracterizaba. Además una felicidad que rayaba en lo rídiculo. Je. Ahora si que se aplicó la graciosa frase de: Sin Miedo al Oso. No fear to the bear. O the beer, como gusten.
De ahi de regreso a la cueva de Fernaco. Despertar y seguir la fiesta. Curado de coco y demás. Más visitas inesperadas. Wow. Viejas y viejos conocidos. Fumetas sin fondo. Como siempre.
Solo que esta vez el que se fue a dormir temprano fui yo. Ya no aguanto como antes. Je. Y como siempre soy el mayor de la bandita de guerra.
Despues vomitos de Fer despiertan a los pobres durmientes atolondrados. Otro más que sucumbe a la cirrosis. Pero no es cirrosis. Es no comer nada sólido en tres días.
Domingo con cruda inmensa. Gigante. Me despido de todos y me regreso al town.
Solo que esta vez el camino de regreso es medio pavoroso pues la cruda es intensa y no deja que uno descanse como es debido. Pero bueno. Algun costo debe de tener ser tan feliz a veces, no?
Zulu chazam.
Pd: Gracias a todos. Ya saben quienes son.

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