Parece ser que cuesta escuchar.
Destapar los oídos a consejos puede ser útil.
Sin embargo hay que amaestrar al cerebro.
Es lo malo de tener uno medio salvaje, mal hecho o demasiado necio a querer complacer.
Pero por algo se empieza, dicen.
Suele pasar que necesitas patadas, adioses, crudas, depresiones, felicidades, pláticas, errores, aciertos y demás cosas para aprender.
Por eso hay que tratar de conseguir los ingredientes adecuados. Un poco de esto y un poco más de aquello y puede ser el resultado sea un rico hot cake de colores. Quien sabe. El cerebro tiene que escuchar, más…
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