Veneno de humo.

Suele pasarme y más cuando como un necio busco pedazos de conversaciones de antes.
Me cagaría pensar como los demás. De nuevo 7 cigarros antes de las 10 de la mañana. Media cajetilla no sirve de nada y todo sigue ahí. Pinches ganas de quedarme así por un rato más. Solo viendo la pared. Reticulando el aire con fotos de nadie-alguien. Jugar cartas con un invisible ente y ganarle la jugada. Decirle que esta vez el paga la apuesta. Y seguir el camino señalado. Continuar cargando días que pasarán. Sin la más mínima ráfaga de aire. Estático y silencioso el mundo sigue con su tic tac eterno. Que hueva. Ver todo sin gente. Noches de aquí para allá con una puerta que de pronto se cierra en tus propias narices. De nuevo buscando gente que no existe, se han cambiado a un mundo paralelo en cual no me llegó la invitación. Espera.