domingo, 18 de noviembre de 2007

Desapare siendo.






Te diste cuenta ya siendo muy tarde para retroceder.
Sabías que no había oportunidad para negarlo.
Tenías que afrontar el fruto de tu exceso.
Ellos no tienen nada que hacer más que observarte.
Deducir tu estado no les es difícil de explicar.
Ante todo querías llamar la atención.
Y lo conseguiste.
Platicaban muy quedito.
Sin darte cuenta pasas enfrente de ellos.
Tú ya habías comenzado a ser invisible.
En las escaleras tu imagen que tanto había dado de que hablar se iba desintegrando dentro de la mente de ella.
Te veías las manos como implorando creer que lo que estabas viendo no fuera real.
Tus dedos se confundían con tu pantalón negro y mojado.
Podías ver a través de tu pecho.
Ella también se desvanecía.
Pero era tu visión la que se iba.
Ella se quedó ahí sentada por un rato más
Viéndote como te ibas convirtiendo en aire.

Se sacudió tu presencia como si hubieras sido polvo depositado en sus ropas.
Sentada en las escaleras escucho las voces de arriba.
Subió y no dijo palabra alguna.
Ellos la observaron preguntándole que había sido de ti.
Ella les dijo: Nada. Se hizo Nada.

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