viernes, 30 de noviembre de 2007

El precio a pagar es de ...

Que desgracia que no se acaban todavía las ganas de estar por ahí. Viéndote como hablas y mueves las manos. Como haces vibrar al viento.
Ja,me acuerdo de cuando abriste la bolsa de papitas enchiladas sabor pambazo y todas estas salieron volando regándose por el piso. Y yo me las comía cual perro. Pero tu tambien te agachabas y la gente nos observaba como a los loquitos. Eso era amor chingá! Pero luego me agarraron los puercos. Y me cortaron la cabeza, pero no te creas todavía decapitado puedo pensar aunque sea 5 milisegundos en ti.

Los puercos agarraron la cabeza , la metieron en una bolsa negra y la arrumbaron en un baldío.

Ahora solo veo negro. Como que todavía siento el cuerpo pero no veo nada. Y me dan ganas de dormir. De dormir un buen. De haber sabido ni me asomo. Mira que acabar así. En una bolsa negra en medio de la nada...

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