jueves, 29 de noviembre de 2007

Minidemonios

Me sacio de pensar.
Personas que no hay.
Recuerdo no olvidar.
No todas están.
Le gritan en la calle y por cartas que se aleje del abismo.
Callada absorta se decide a caer.
Brazos la detienen de caída tan buscada.
El árbol de la necedad acolchona su volar.
Aquel que la miraba con desgano ahora la quiere tomar.
Iracundo patalea el alejado.
Fuego con lentitud ameniza el pensar.
¿Quieren volver a empezar?

No hay comentarios: