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Mi pequeño a tributo a Divine.
Recuerdo que era un día Sábado cualquiera solamente que
hacía menos de dos meses había visto por primera vez PINK
FLAMINGOS” en compañía de varios compinches y mi papá.
Así pues ya sabrán que había una imagen que no salía de mi cabeza:
La de Divine comiendo caquita de perro recién hecha. Wow.
Una belleza de performance.
La onda es que nos dirigíamos a una fiesteta a la zona de
Barrientos en le casa del Tas, un punkarra depresivo y bipolar.
Llegamos y nos dispusimos a ingerir bebida alcohólicas las
cuales se terminaron de volada. Para sorpresa de todos no
había mota, ni PVC, ni más chelas. Diablos y ahora que vamos a
hacer. Pues empezamos a practicar el extraño método de
platicar entra nosotros. Venga pues a platicar de cositas. Yo me
aburrí y salí a respirar aire fresco.
Para esto la fiesta se llevaba a cabo en
grises por doquier y a lo lejos los cerros secos nos miraban.
Por mis pies pasaba una perrita french poodle que parecía tener 200 años ahí. La muy perra hacia sus necesidades quitada de la pena. Cacas por aquí y casas por allá. MMMM
¿Qué idea fraguaba mi cerebro hasta ese momento limpio de sustancias toxicas? No lo sé, pero al ver a la perrita cagando, el aburrimiento cabalgante, Divine en mi cabeza y con ganas de hacer algo se me ocurrió hacerlo.
Me acerque a Planty y le conté despacio y calmado.
—Mira Planty, ven voy a hacerle un homenaje a Divine.
—¡Quéque?
—Si mira ven.
Me acerque a una esquina del tinaco. Allí donde la perrita había cagado no más de dos días antes. La cagada estaba seca y blanca. Me hinque y la tomé con mis manos.— Mira Planty, esta
va por Divine— Así que me introduje la mierda en mi boca y la
semi mastique para después, escupirla. Arggh, sabia de la
chingada. Algunos trozo secos se empezaban a mojar y se
atascaban en mis muelas. El hedor se empezaba a difundir entre
mi boca, labios y garganta. El sabor iba cada vez mas profundo.
Wooow.
Mí cuate Planty con los ojos desorbitados no lo podía creer y se
reia a carcajadas. Atónito le aviso a Fernando quien ni tardo ni
perezoso se acerco y me dijo:
¿Estas tragando popo de perro?—Sl guey míralo ahí tiene un pedazo-.Naa no lo creo.
Entonces para desengañarlo volví a repetir la acción.
-Órale que loco, a ver déjame oler tu aliento?
Le aventé un poco del tufo que me había producido el masticar la mierdita seca de la perrita.
--Uffff, Fernando vomitaba sin reservas ni pena penita. —No mames apesta.
La novia de planty me preguntaba: ¿Y a que sabe?
—A lo que huele — Le respondí.
Así que este fue mi pequeño tributo a Divine.
Moraleja: CUANDO NO HAYA CHELAS Nl MOTA COME MIERDA
Y SERAS
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